Los síntomas de cirrosis hepática se presentan en la mayoría de los casos y son expresión de la incapacidad del hígado para cumplir sus funciones, cuando este órgano se afecta no se recupera.
Las actividades que se desarrollan en el hígado son de gran importancia, en este órgano se sintetizan las proteínas plasmáticas y los factores de la coagulación de la sangre, también en él se llevan a cabo importantes pasos del metabolismo de los carbohidratos y los lípidos.
El hígado también sirve como depósito de glucosa en forma de glucógeno y de almacenan de vitaminas y minerales. Cumple una función primordial en la eliminación de las sustancias tóxicas al organismo y además secreta la bilis que ayuda a la digestión.
Una de las afecciones más frecuentes de este órgano es la denominada cirrosis hepática. La misma se produce como consecuencia de la inflamación, daño y cicatrización del tejido hepático, dando origen a la formación de fibrosis y nódulos de regeneración. De acuerdo a la extensión de las lesiones del hígado y el tiempo de evolución, así serán los síntomas de cirrosis.
La cirrosis afecta a las personas entre los 45 y 65 años de edad. En América sus causas fundamentales son el consumo excesivo de alcohol y la hepatitis viral B y C. También puede ser ocasionada por ser lesiones en el hígado por el exceso de hierro, por hígado de graso o sea la acumulación de grasa en este órgano, medicamentos entre otras.
Síntomas de cirrosis leve o compensada
Si la enfermedad está en una etapa inicial las manifestaciones son pocas y personas afectadas por la enfermedad nunca presentan síntomas aparentes. Ello está determinado porque la parte sana del hígado cumple las funciones normales del órgano y no se hacen evidentes señales de la cirrosis. Este periodo puede durar años.
Pero en otras personas los síntomas de cirrosis se manifiestan por fatiga, debilidad y falta de apetito. También puede aparecer un tinte amarillento en la piel y puede también ser visible en los ojos.
La pérdida de peso es otra evidencia de afectación hepática, ello es debido a que cuando se afectan las funciones metabólicas del hígado puede poner a la persona en riesgo de padecer desnutrición.
Puede también ocasionarse sangrado excesivo porque el hígado no es capaz de sintetizar los factores de la coagulación y afectarse el procesamiento de la vitamina D y la persona es propensa a sufrir afecciones en sus huesos.
Síntomas de cirrosis descompensada o avanzada
Los síntomas de cirrosis en un estadio más avanzado, se caracterizan por la aparición de sus complicaciones como puede ser la ascitis o retención de líquidos dentro de la cavidad abdominal y puede llegar hasta la peritonitis.
También puede producirse una insuficiencia hepática, con hipertensión portal y pueden producirse vómitos de sangre por las várices en el esófago.
En ocasiones se acompaña de atrofia muscular en las manos, crecimiento de los senos en el caso de los hombres, caída del vello axilar, y puede producirse la retención de líquido en el abdomen dando origen a lo que se conoce como ascitis.
En otras ocasiones se afecta también la función renal y la función cerebral dando lugar a la presencia de la encefalopatía hepática. También el riesgo de padecer carcinoma hepatocelular aumenta en los pacientes con cirrosis.
¿Cuál es el pronóstico de la cirrosis hepática?
Las lesiones que se produzcan en el hígado no tienen regresión, una vez que se instaure en ese órgano el mismo queda afectado, lo que debe hacer es prevenir que se produzcan complicaciones. Para ello es determinante el cambio en el estilo de vida.
En las cirrosis leves el pronóstico de vida no difiere sustancialmente con relación a la media de la población, pero cuando comienzan las complicaciones el pronóstico es más reservado.
Cuando la cirrosis es muy avanzada y la afectación del hígado es muy grande, son muy pocas las alternativas, puede llegar a requerir hasta un trasplante de este órgano.