¿La culebrilla es contagiosa? ¿Y si es así cómo se contagia?

La culebrilla es una infección incómoda y dolorosa que se manifiesta en varias zonas del cuerpo, cuyo virus causante puede contagiar a otras personas.

Esta condición tiene más preguntas que respuestas entre la población que tiende a confundirla con otras enfermedades, por eso repasaremos a continuación el contenido que se necesita saber sobre el también conocido como, herpes zóster.

¿El herpes zóster es contagioso?

El herpes zóster o culebrilla es una erupción causada por el virus, varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela, que produce ampollas en la piel y afecta a los nervios del cuerpo. El término, culebrilla, proviene del vocablo latino, cinturón.

El herpes no es contagioso por sí mismo, pero el virus sí lo es de persona a personas causando varicela. Este ingresa al cuerpo y se mantiene inactivo en el tejido nervioso, condición que puede durar años.

La medicina cree que una debilidad en el sistema inmunológico es lo que lo activa, haciendo que se manifieste en la piel de la persona. Un estado de estrés o una enfermedad puede detonarlo.

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¿Cómo se contagia el herpes zóster?

Una persona con culebrilla podría transmitir el virus varicela-zóster a otro individuo que no ha tenido esta enfermedad. Quienes sí padecieron de la varicela crean anticuerpos contra la culebrilla.

Las ampollas abiertas del herpes zóster exudan, por lo que el virus puede regarse por otras partes de la piel. Un contacto con estas erupciones sin costra podría provocar un potencial contagio de varicela.

Una manera de prevenir la diseminación del virus es manteniendo las ampollas cubiertas o protegidas. Este no podrá propagarse después de que las burbujas se hayan convertido en capas endurecidas.

Aunque no se descarta en casos extremadamente raros, la culebrilla no se contrae por contacto con las secreciones bucales o nasales como saliva y moco. Son mínimos los riesgos de contagio por estornudo o al toser.

¿Quiénes están en riesgo de contraer herpes zóster?

Cualquier persona que haya tenido varicela está en riesgo de desarrollar culebrilla, porque el virus inactivo en el organismo puede reactivarse. Este puede manifestarse a cualquier edad y sexo, pero es más frecuente en mayores de 60 años, segmento poblacional que registra cerca del 50% de los casos.

Se estima que hay una probabilidad del 50% de que personas con 80 años hayan sufrido de este herpes, aunque sea de manera leve, lo que le hace una afección muy recurrente en la población.

¿Cuáles son los síntomas del herpes zóster?

Los primeros signos del herpes zóster pueden incluir:

  • Dolor de cabeza.
  • Fiebre.
  • Escalofríos.

Los siguientes son los síntomas siempre presentes:

  • Ampollas.
  • Dolor.

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¿Cómo son las ampollas de la culebrilla?

Los signos externos del herpes zóster son similares a los de la

varicela, pues ambas condiciones producen ampollas que sobresalen en la piel. Estas burbujas se abren, despiden un líquido y se secan dejando una costra.

La erupción de la culebrilla es recurrente en ambos lados del torso, cuello, espalda, hombros, muñecas, rostro y alrededor de los ojos, donde puede causar daños graves en la vista. Se suman las piernas, antebrazos y abdomen. La varicela ocupa más zonas del cuerpo.

¿Cómo es el dolor de la culebrilla?

El virus viaja a través de los nervios provocando un incómodo dolor y extrañas sensaciones en la piel como hormigueo o ardor, preludios de la aparición de las ampollas. A estas condiciones se suman picazón y sensibilidad al tacto.

El dolor de la culebrilla varía de intensidad y es posible que no

se alivie con analgésicos de venta libre. Los esteroides o antidepresivos recetados por el médico solo podrán aliviar la dolencia en algunas personas, no todas.

¿Cuáles son las perspectivas para una persona con culebrilla?

El dolor y malestar del herpes zóster duran poco tiempo y la recuperación del paciente es completa. Aunque el organismo no crea anticuerpos para este virus, se estima que se sufre de esta condición solo una vez en la vida.

Los episodios de culebrilla son temporales con brotes que terminan en 4 o 6 semanas. Sin embargo, el herpes zóster podría causar efectos negativos duraderos en la salud y bienestar del paciente.

Tras haber sido superado el virus, el dolor provocado en los nervios por la culebrilla puede mantenerse por meses en algunos casos, algo más frecuente en adultos mayores.

Los jóvenes con brote de culebrilla dejan de mostrar signos

de la enfermedad, una vez superada con el secado y aclaramiento de las ampollas.

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¿Cómo se evita la propagación del herpes zóster?

Una vacuna contra la varicela y la culebrilla está en desarrollo con pruebas y resultados positivos, en la disminución del virus y en la mengua de la intensidad de ambas enfermedades. Estos desenlaces son esperanzadores para una vacuna definitiva contra estas condiciones.

La posibilidad de transmitir el virus varicela-zóster con culebrilla es mucho menor que con varicela. Sin embargo, la probabilidad de diseminar el virus se

mantiene desde el momento en que comienzan los signos, hasta que la erupción y las ampollas se hayan secado en forma de costra.

Siempre que sea tolerado el dolor e incomodidad, la culebrilla no limita a la persona a salir a trabajar o hacer sus actividades diarias. Para ello será necesario tomar las siguientes precauciones.

  • Mantener el área de la erupción limpia y cubierta para evitar el contacto de otras personas con las ampollas en etapa contagiosa.
  • Evitar tocar las burbujas y lavarse las manos con frecuencia o cada vez que se sospeche que se rozó accidentalmente con una de ellas.
  • Alejarse de las embarazadas porque el virus supone riesgos de salud tanto a la madre como al feto, como neumonía y anomalías de nacimiento.
  • Será necesario advertir a una embarazada si se ha estado cerca de ella, para que le avise a su ginecólogo u obstetra.
  • Estos cuidados deben incrementarse en mujeres en estado que no hayan sufrido varicela o que no estén vacunadas contra la misma.

Será necesario evita acercarse a otras personas en situación de riesgo como:

  • Bebés de bajo peso al nacer.
  • Bebés prematuros.
  • Niños que no hayan tenido varicela o sin estar vacunados contra la misma.

Será necesario evitar a otras personas con débil sistema inmunológico o condiciones de salud como:

  • Con VIH.
  • Personas con órganos trasplantados.
  • Personas que consuman medicamentos inmunosupresores.
  • Personas que reciban o han recibido recientemente quimioterapia.

¿Qué tan efectiva es la vacuna contra la culebrilla?

La vacuna contra el herpes zóster no es la misma que la administrada contra la varicela. La inmunización contra la culebrilla reduce pero no elimina el riesgo de un brote de herpes, tampoco el dolor de nervios vinculado a este.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan que mayores de 60 años se coloquen la vacuna vigente desde 2006. Se estima que esta reduce alrededor de un 50% el riesgo de desarrollar herpes zóster (1).

Será el médico el que determinará si se es candidato o no a la vacuna contra la culebrilla, una que no tiene hasta ahora efectos secundarios alarmantes.

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qué se trata la culebrilla o herpes zóster, cuáles son sus causas, consecuencias y si realmente es contag

iosa.

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