La varicela es una enfermedad común en niños menores de 12 años prevenible con vacunación pero puede ser grave en algunos adultos y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
¿Que causa la varicela?
La varicela es una enfermedad muy contagiosa que se produce por contactos con el virus varicela-herpes zoster, que se disemina por contacto directo, transmisión por gotas al estornudar o hablar con las personas infectadas o por transmisión aérea. Este virus pertenece a la familia de los Herpesviridae y tiene un periodo de incubación entre 10 a 21 días después del contagio. La persona se convierte en contagiosa 1 o 2 días antes de que aparezcan las ampollas hasta que estas hayan formado costra.
En ocasiones se presentan los denominados pródromos, que consiste en este caso en el periodo que transcurre antes de que aparezca la erupción, generalmente uno o dos días antes de que aparezca la erupción. En este caso son fiebre, dolor de cabeza, malestar general, pérdida de apetito o vómitos.
Manifestaciones clínicas que produce la infestación por varicela
Los síntomas que podemos encontrar en personas que padecen varicela pueden ser fiebre, dolor de cabeza y dolor de estómago acompañados de pérdida del apetito. Todo esto transcurre antes de estallar la clásica erupción, consistente en la aparición de cientos de pequeñas ampollas llenas de líquido que producen picazón sobre las manchas rojas de la piel.
La presencia de las ampollas casi siempre sigue un patrón de aparición empezando primero en la cara, en el tronco o en el cuero cabelludo y con posterioridad se diseminan a otras partes del cuerpo.
Solamente el 10 % de la población mayor de 15 años es susceptible a padecerla, de hecho puede aparecer en el 37% de las personas que no han recibido la vacunación previamente.
Las complicaciones ocurren solamente en un 5,5% de los casos que padecen varicela, en tanto algunas personas pueden presentar infecciones bacterianas graves relacionadas con la piel, los pulmones, los huesos, las articulaciones y el cerebro (encefalitis).
Otra complicación grave es la neumonía por varicela que la presenta el 15% de los pacientes adultos que sufren la infestación por varicela. Esta puede variar desde anormalidades radiológicas asintomáticas hasta ocasionar el llamado Síndrome de Distress Respiratorio que conlleva el fallo del funcionamiento del pulmón presentando alta mortalidad (10 al 30%), solo mejorada cuando se impone tratamiento antiviral en los estadios iniciales de la evolución de la enfermedad.
Otra población adulta susceptible a padecer de varicela y presentar severas complicaciones son las embarazadas que no han pasado la varicela. Estas tienen mayor riesgo de presentar complicaciones, pero a su vez pueden transmitir la varicela al feto. Si se contrae en los primeros seis meses del embarazo puede provocar aborto o varicela congénita entre 1 al 2% de las gestantes, con alteraciones neurológicas, cicatrices en la piel y alteraciones oculares y esqueléticas. Por otro lado si brota la varicela entre 5 días antes y 2 días después del parto, puede aparecer en el recién nacido la denominada varicela neonatal que tiene un pronóstico de muy grave.
De esta forma si la mujer gestante no ha tenido varicela, debe vacunarse entre uno a tres meses antes de quedar embarazada. Lo que si resulta prohibido que se vacune en el transcurso del embarazo.
Esto nos alerta de que cualquier sospecha de varicela en adulto debe visitar a su médico lo antes posible.