Miomas uterinos: causas, síntomas y tratamiento

 

Los miomas uterinos son la causa más común de tumores pélvicos benignos en las mujeres. En Europa, un 40% de las mujeres entre los 35 y 55 años tienen miomas uterinos, es decir, del 20 al 40% de las mujeres en edad reproductiva. El pico de mayor incidencia se observa entre la cuarta y quinta década de vida. Existe evidencia de que esta enfermedad está relacionada con una predisposición genética, alteraciones hormonales y varios factores de crecimiento. También son conocidos como leiomiomas, fibromiomas y fibroleiomiomas. En general, son tumores compuestos por matriz extracelular (colágeno, fibronectina y proteoglicanos).

¿Qué Son los Miomas o Fibromas?

Un mioma es un tumor benigno (no canceroso) que se desarrolla en el útero o alrededor de él. Estos tumores surgen de un crecimiento excesivo del músculo liso y del tejido conectivo del útero. Afecta aproximadamente al 20% de las mujeres en edad reproductiva y, en muchos casos, puede provocar infertilidad. Muy rara vez, sufren una degeneración maligna para convertirse en sarcoma (tumor maligno), con una incidencia del 0,2%. Según estudios, las mujeres mas propensas a desarrollar la enfermedad son:

  • Afroamericanas.
  • Mayores de 30 años con obesidad o sobrepeso.
  • Nulíparas (mujeres que nunca han dado a luz).
  • Con hipertensión.
  • Con antecedentes familiares.

Los miomas aparecen como una tumoración fibroide grande o como pequeños fibromas. La etiología se desconoce, sin embargo, parecen estar asociados a la exposición de estrógenos y progesterona circulante (cuando los niveles de estrógenos son altos, los fibromas aumentan lentamente de tamaño). Rara vez se observan durante la pubertad y son más prevalentes durante los años fértiles, con regresión después de la menopausia (donde los niveles de estrógenos son bajos).

Dependiendo de cada mujer, los síntomas asociados pueden ocurrir esporádicamente o con frecuencia, por ejemplo:

  • Dolor abdominal.
  • Sangrado uterino anormal.
  • Dificultad para orinar.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.

¿Qué Factores de Riesgo se Asocian al Desarrollo de los Miomas?

  • El riesgo de miomas uterinos aumenta en la edad fértil o en la menarquía temprana, mientras que en las mujeres postmenopáusicas el riesgo disminuye de un 70% a un 90%.
  • Son más frecuentes en mujeres de raza negra (de 3 a 9 veces más que la raza blanca).
  • La obesidad aumenta el riesgo, debido a la conversión que experimentan los andrógenos adrenales.
  • La historia familiar aumenta el riesgo, hasta 2,5 veces, en familiares de primer grado.
  • Se ha sugerido que el embarazo podría ocasionar miomas uterinos, debido a las altas concentraciones de estrógenos y progesterona, por lo que se presentan entre un 1,4% a un 8,6%.
  • El uso de anticonceptivos orales se ha asociado a un riesgo de desarrollar la enfermedad.
  • El tabaquismo es un factor protector contra la formación de miomas uterinos, gracias a que inhibe la conversión de andrógenos en estrona.

¿Cuántos Tipos de Miomas Existen?

Aunque la mayoría de los miomas no producen síntomas, en algunos casos, pueden provocar dolor y sangrado abundante, debido a su tamaño y ubicación. Los miomas uterinos se forman por proliferación o crecimiento anormal de la capa muscular del útero, y pueden desarrollarse hacia el exterior, en dirección a la cavidad abdominal, hacia el útero, dentro de éste o por debajo del revestimiento del útero. Existen cuatro tipos de acuerdo a su localización:

  • Miomas Subserosos: Se expanden hacia el exterior de la pared uterina y generalmente no afectan el flujo menstrual, pero cursan con dolor pélvico y lumbar. Pueden complicarse y producir compresión de los órganos intrabdominales y constituyen el 35% de las miomatosis.
  • Miomas intramurales: Se desarrollan dentro de la pared del útero, creciendo hacia su interior y aumentando significativamente su tamaño. Son los más frecuentes, con una tasa de incidencia del 60% y pueden producir sangrado abundante, aumento de la frecuencia urinaria, dolor pélvico y lumbar.
  • Miomas submucosos: Se desarrollan a nivel del endometrio (revestimiento del útero). Son los menos frecuentes, pero los que más problemas causan, ya que pueden producir sangrados abundantes y periodos menstruales prolongados que ocasionen anemia. Es muy importante un seguimiento estricto de un especialista, ya que es el mayor asociado a la infertilidad y es el único con tendencia a malignizarse.
  • Miomas pediculados: Son miomas submucosos o subserosos que al crecer quedan sujetos a la pared del útero por un fino cordón, denominado pedículo. Este tipo de mioma puede crecer hacia adentro o fuera de la cavidad uterina, produciendo necrosis (muerte del tejido) y expulsión del mioma a través del canal vaginal.

¿Cuáles Son las Manifestaciones Clínicas de los Miomas Uterinos?

Se estima que solo del 25 al 50% de las mujeres experimentan síntomas. Siendo los más comunes:

  • Sangrado uterino anormal (el más común es la menorragia y la hipermenorrea).
  • Dolor abdominal, pélvico o lumbar (severo, episódico y constante).
  • Aumento de la presión intrabdominal con hinchazón o distensión abdominal.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Aumento de la frecuencia urinaria.
  • En raras ocasiones se asocian a síntomas mortales como dolor abdominal severo, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar, piel pálida, taquicardia, hipotensión o desmayos.
  • Se asocia a problemas de fertilidad en un 10% de los casos.
  • Los dos tipos de miomas que producen mayor disfunción reproductiva son los intramurales y subserosos.

¿Cómo se Diagnostican los Miomas Uterinos?

El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y se caracteriza por la aparición de un útero aumentado de tamaño, móvil, con contornos irregulares a la exploración bimanual. También aparece como hallazgo ocasional de un ultrasonido. Para realizar un diagnóstico definitivo, los estudios de imagen son necesarios (ultrasonido transvaginal, pielografía intravenosa, resonancia magnética).

¿Cómo se Tratan los Miomas o Fibromas?

 

En cuanto al tratamiento, existen diferentes opciones, cada una depende de la severidad de los síntomas, la edad de la persona y el deseo de embarazarse a futuro. Los tratamientos se utilizan para aliviar los síntomas y evitar las complicaciones del tratamiento quirúrgico, permitiendo conservar el útero para un posible embarazo. Las terapias que se toman como primera línea son:

  • Uso combinado de estrógenos y progestinas que reducen los síntomas, pero pueden producir atrofia endometrial.
  • Inhibidores de la síntesis esteroidea, es la terapia más exitosa, ya que reduce los miomas hasta en un 60% en tres meses.
  • Terapias androgénicas, cuyas propiedades progestínicas, antiprogestínica y antiestrogénica, disminuyen el tamaño de los miomas.
  • Dispositivos intrauterinos con progestinas, muy utilizados en las menorragias y miomas sintomáticos.

El tratamiento quirúrgico incluye:

  • Histerectomía: Extirpación completa del útero, es el único que cura la miomatosis uterina y evita las recurrencias.
  • Extracción histeroscópica: Utilizando un histeroscopio (instrumento que permite visualizar la cavidad endometrial).
  • Miomectomía abdominal: Extirpación quirúrgica de los fibromas, cuando se desea preservar el útero y resuelve el 80% de las menorragias.
  • Embolización de las arterias uterinas: Interrumpe el suministro de sangre a los fibromas.

¿Cuáles Son las Posibles Complicaciones de los Miomas o Fibromas?

Aunque las complicaciones son raras, es importante conocerlas:

  • Efectos adversos de los medicamentos utilizados en el tratamiento.
  • Efectos secundarios indeseados de la cirugía.
  • Anemia.
  • Infertilidad.
  • Aborto espontáneo.

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