Cómo mejorar tu digestión naturalmente

Si eres una de esas personas que siempre se encuentran lidiando con problemas digestivos, debes saber que formas parte de un gran porcentaje estadístico de la población que padece colitis, inflamación, gastritis, intestino irritable… y un largo y molesto etcétera.

Muchas personas simplemente asumen que sus problemas digestivos son normales e inevitables. Pero la realidad es que no es así.

Otras los mantienen a raya usando medicamentos que realmente no solucionan el problema de raíz, por lo que regresan una y otra vez.

¿Cómo mejorar la digestión?

Como con todas las enfermedades del cuerpo, desde los problemas digestivos, los riesgos cardiovasculares y las alergias, los síntomas y el padecimiento tienden a mejorar considerablemente en la medida en que vamos adoptando un estilo de vida más saludable.

Existen siete estrategias particularmente efectivas para combatir los problemas digestivos en general y —en especial— el reflujo, el estreñimiento, la acidez, las flatulencias y la indigestión.

1.- Incrementa tu consumo de magnesio

El magnesio es un suplemento muy útil para mejorar la salud digestiva. Es el octavo mineral más abundante de la tierra y el tercero más abundante en el mar.

Pero lo más importante es que es el cuarto mineral con mayor presencia en el cuerpo humano, que lo utiliza para más de trescientos procesos metabólicos distintos, entre ellos una adecuada digestión.

Si comienzas a tomar suplementos de magnesio, es probable que observes mejoras evidentes en diferentes trastornos digestivos, principalmente la colitis y el estreñimiento, aunque como efecto secundario también podría aparecer la diarrea.

Si este es el caso, simplemente disminuye la dosis de magnesio que consumes. No olvides que siempre es una excelente idea consultar a tu médico de cabecera antes de comenzar a tomar cualquier suplemento alimenticio.

Lee nuestra guía sobre los 15 beneficios del magnesio

2.- Consume más probióticos

El intestino humano está lleno de bacterias, pero esto no tiene nada de malo, ya que la gran mayoría son beneficiosas y nos ayudan a optimizar nuestros procesos digestivos e incluso a combatir otras bacterias malas.

Cuando tu flora intestinal se debilita, eres más propenso a presentar todo tipo de dolencias digestivas, como la mala absorción de los nutrientes, las úlceras, el intestino irritable y, sobre todo, las infecciones gastrointestinales.

Puedes consumir suplementos de probióticos, pero muchos alimentos lácteos fermentados, como el yogur y el kéfir, y otros como el té kombucha, tienen grandes concentraciones de bacterias muy útiles para tu salud digestiva.

Así que procura incluir estos alimentos en tu dieta. Hay muchas bebidas especialmente adicionadas con probióticos que puedes añadir todos los días en tu desayuno.

Lee nuestra guía sobre los 10 mejores alimentos probióticos que deberías estar comiendo

3.- Cuida tu postura en el baño

Muchas personas que padecen estreñimiento no saben que una de las causas principales que podría estar causándolo es una mala postura al defecar en el sanitario.

El estreñimiento puede llevar a problemas digestivos más serios, como inflamación constante y cáncer de colon, así como fomentar que aparezcan hemorroides.

El ser humano realmente no está diseñado para evacuar sentado en una taza como las que usamos en Occidente, sino en una postura de sentadilla con las rodillas lo más flexionadas posibles.

De esta manera, el esfuerzo que deben hacer los músculos del recto para evacuar disminuye sensiblemente.

Para solucionar el problema, realmente no necesitas cambiar la instalación completa de tu baño.

En tiendas departamentales puedes conseguir unos prácticos bancos para pies que se adaptan a la parte inferior de la taza y te permite adoptar una postura más adecuada al obrar.

4.- Comienza a consumir tuétano

El tuétano es la pulpa que se encuentra dentro del hueso de los animales que solemos consumir, principalmente de la res. No muchas personas lo aprovechan en su alimentación y otras simplemente lo comen porque es muy sabroso y económico.

Por lo general, lo que no saben es que el tuétano está lleno de aminoácidos, como la glicina, y su consistencia gelatinosa ayuda a aliviar los síntomas de una mucosa gástrica irritada, mientras mejora y promueve la absorción de los nutrientes.

Esta pulpa gelatinosa también es una excelente fuente de minerales.

Si el sabor del tuétano no es lo tuyo, puedes consumir suplementos de gelatina, que también pueden ayudar a recubrir el estómago con una película que lo protege de la irritación.

Mira abajo como hacer un caldo de hueso:

5.- Haz más ejercicio

El ejercicio es parte integral de una vida saludable, no solo porque nos ayuda a mantenernos en forma y a quemar las calorías de más, sino porque ejercitarnos regularmente también fomenta una adecuada digestión.

Esto se debe a que, al ejercitarnos, movemos todo el cuerpo en una mezcla de posturas y cambios de gravedad que le ayudan al intestino a procesar la comida y a llevarla a través del tracto digestivo con menos esfuerzo.

Simplemente caminar o trotar media hora al día puede hacer la diferencia, pues nuestro estilo de vida sedentario, en el que pasamos sentados la mayor parte del tiempo, no solo dificulta la digestión, sino que muchas veces llega a obstaculizarla.

Otros ejercicios que también ayudan mucho a la digestión son el yoga y la natación.

Lee nuestra guía sobre los 5 ejercicios para ponerse en forma en casa + rutina de ejercicios

6.- Come más grasas saludables

Normalmente, la indicación que se les da a las personas que padecen constipación o estreñimiento es que eviten las grasas y las proteínas en exceso, y consuman toda la fibra que puedan.

Sin embargo, algunas personas pueden tener grandes problemas digiriendo la fibra y, en estos casos, lejos de ayudar, en cantidades excesivas solo empeora el problema.

Las grasas saludables pueden actuar como un excelente lubricante intestinal. No estamos diciendo que corras por una hamburguesa con papas fritas justo ahora, sino que integres a tu dieta ingredientes como el aceite de coco, la mantequilla orgánica y el aceite de oliva.

Procura evitar otras grasas vegetales y la margarina, pues están extremadamente procesadas. Estas incluyen los aceites de canola y de soya.

7.- Mejora tu postura

Así como nuestra postura al evacuar afecta nuestros movimientos intestinales, también lo hace nuestra postura en general al estar sentados, caminando o de pie.

Lo mejor sería, por supuesto, que estuviéramos quietos menos tiempo y nos moviéramos más.

Pero considerando que existen algunos momentos del día en los cuales esto no es posible, puedes ayudar bastante a tu digestión simplemente manteniendo tu espalda derecha.

Mantener la postura corporal adecuada también mantiene en su correcto lugar a nuestros órganos internos, incluyendo el estómago y el intestino, y le resta parte de la presión que podría estar causando estreñimiento e inflamación.

Además, una postura correcta te mantiene lejos de muchos otros problemas, como lesiones en la columna y que se te forme una antiestética joroba, por ejemplo.

 

No dejes de seguir estos útiles consejos para tener una digestión más saludable. Recuerda combinarlos con una dieta balanceada y una adecuada higiene del descanso.

¡Comparte con nosotros en los comentarios tus propias estrategias para evitar los problemas digestivos!

 

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