Los síntomas de cálculos renales pueden variar de acuerdo a la localización y tamaño de las piedras, pueden no provocar ningún síntoma o ser muy severos, pero ante ellos, no te confíes.
Para comprender los síntomas de los cálculos renales es necesario recordar las funciones de los riñones. Normalmente hay dos riñones en cada ser humano situados a ambos lados de la columna vertebral, ellos se continúan con los uréteres que son como pequeños tubos que conducen la orina de los riñones a la vejiga que actúa como un reservorio y de aquí sale al exterior por la uretra. Las dimensiones y características anatómicas de cada una de la partes del sistema urinario son diferentes.
Los riñones funcionan como un filtro reteniendo en el cuerpo las sustancias beneficiosas y necesarias para el funcionamiento del organismo y eliminando aquellas dañinas o tóxicas mediante el sistema urinario previamente mencionado.
Entre las sustancias que están dispersas en la orina se encuentran las sales, básicamente estas son oxalatos de calcio, son las que generan la mayor cantidad de piedras, el fosfato cálcico, el ácido úrico y la cistina. Cuando hay factores como la predisposición personal, inadecuada alimentación, poca ingestión de agua y otros que alteren el funcionamiento de los riñones estas sales precipitan y forman como una arenilla y pueden llegar a formarse verdaderas piedras o cristales hasta del tamaño de un limón o de una pelota de golf. Hay referencias de cálculos que han pesado más de 700 gramos.
Los síntomas de cálculos renales dependerán por tanto de la etapa en la cual estén. Si son pequeños y están localizados en una parte del riñón o de los uréteres donde puedan desplazarse sin chocar con los tejidos de su alrededor puede que existan y que no ocasionen ningún síntoma y solo podrán ser detectados por exámenes de imágenes que permita ver el interior del sistema urinario.
Pero en la mayoría de las ocasiones se produce un compromiso del tejido que rodea las piedras ocasionando síntomas de cálculos renales muy típicos y agudos, denominado cólico nefrítico o renal.
Conoce los síntomas de cálculos renales
Si presentas un dolor agudo, muy intenso en la zona lumbar o sea en la parte lateral y baja de la espalda, con escalofríos, deseos de vomitar o si al orinar tienes las orinas rosadas o sangre y dificultades en la salida de la orina puedes sospechar que tienes síntomas de cálculos renales y estás padeciendo de un cólico nefrítico.
Pero no es necesario que esperes a tener este episodio tan agudo y dramático, hay algunos síntomas de cálculos renales que te pueden hacer sospechar de estar padeciendo de esta afección. Entre ellos están las infecciones a repetición del sistema urinario, con dolor y dificultades al orinar, así como orinas con olor desagradable y color rosado o rojizo.
Otro síntoma de cálculos renales que lo pueden alertar es cuando siente molestias, dolor pulsátil o aumento de la sensibilidad en la zona lumbar, sensación de inflamación o hinchazón en el abdomen, zona lumbar, y en la ingle dependiendo de la localización del cálculo. En ocasiones se siente mejor de pie que sentado y también pueden estar presentes la fiebre, los escalofríos y los deseos de vomitar o náuseas.
El pasado mes de marzo del 2014 los especialistas del National Kidney Foundation, en ocasión de la celebración del mes nacional del riñón en los Estado Unidos brindaron las siguientes recomendaciones para evitar los cálculos renales:
- Consumir al menos dos litros de agua al día
- Aunque el agua sola es mejor puede adicionarle jugo de limón o lima, pero sin azúcar
- Comer abundantes verduras y frutas
- Limitar el consumo de productos lácteos ricos en grasa, la sal y la proteína animal
- Cumplir el tratamiento que su médico le indique
Y ahora que conoces los síntomas de cálculos renales y como sospechar de su presencia y más aun como evitarlo, nuestro mejor deseo es que nunca tengas que acudir a una emergencia por un doloroso cólico nefrítico.
