Los síntomas de una infección urinaria variarán de acuerdo al sexo, la edad y a la localización de los microorganismos en la vejiga, en los riñones, la uretra o la próstata.
Cuando aparecen los síntomas de una infección urinaria, es necesario conocer todos los antecedentes, los síntomas, el examen clínico y efectuar los análisis de orina y sangre que permitan determinar de qué tipo de infección del tracto urinario se trata.
Las vías urinarias son uno de los sistemas de gran importancia para el funcionamiento del organismo, ellas son vitales para la retención de las sustancias útiles y para la excreción de aquellas tóxicas o nocivas. Pero al mismo tiempo el tracto urinario es uno de los más afectados por los microorganismos que llegan y se hospedan en sus diferentes partes fundamentalmente en la vejiga. En este caso se tratará de una cistitis, si es uretra o conducto de salida al exterior de la orina es denominada uretritis, cuando la infección se produce en la próstata es llamada prostatitis y cuando se trata de los riñones estamos en presencia de una pielonefritis.
Debido a las características anatómicas del sistema urinario de hombres y mujeres las cistitis son mucho más comunes en las féminas debido a que su uretra es más corta y pueden entrar fácilmente los gérmenes nocivos y también por la proximidad de la misma al ano y una de las bacterias que causa más del 80% de los casos de cistitis es la Escherichia coli (E.coli) que se encuentra normalmente en las heces fecales.
Lo mismo sucede con la pielonefritis donde la E.coli es responsable del 80%, de las infecciones, pero también puede estar ocasionada por otros microorganismos como el Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Salmonella spp, Mycobacterium tuberculosis, Candida spp y otros.
Hay enfermedades crónicas como la diabetes que predisponen a las infecciones urinarias, también la presencia de cálculos urinarios, anomalías congénitas o obstructivas que provoquen estrechez en alguna parte de los conductos, así como el uso de sondas uretrales y la poca capacidad de respuesta del sistema inmunológico.
También las relaciones sexuales muy frecuentes y el embarazo favorece la aparición de los síntomas de una infección urinaria, el poco consumo de agua, el uso de ropa interior muy ajustada, los productos químicos de aseo que irriten o provoquen reacciones alérgicas entre otros.
¿Cuáles son los síntomas de una infección urinaria de acuerdo a su localización?
Los síntomas de una infección urinaria baja correspondiente a una cistitis o uretritis se manifiestan por una sensación inminente de orinar, pero al hacerlo solo se excretan pequeñas cantidades y se siente ardentía al hacerlo, como si la orina quemara el interior de su uretra. Puede también haber molestias en la parte baja del abdomen, orinas turbias y puede presentarse sangre.
Los síntomas de una infección urinaria localizada en el conducto por el que se excreta la orina o uretra es conocido como uretritis o síndrome uretral. Afecta tanto a hombres como mujeres y las causas más frecuentes son infección por bacterias o estrechamiento de la uretra. Puede estar asociada al uso de productos químicos para el aseo, a enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la Clamidia, a enfermedades crónicas y también a trastornos emocionales.
Cuando la infección es alta y afecta los riñones se produce un cuadro llamado pielonefritis, se presenta dolor de los costados de la espalada, en ambas fosas lumbares o la que está afectada, puede estar caliente o enrojecida la piel de la zona y también ocasionar dolor abdominal. Otra característica de los síntomas de una infección urinaria localizada en los riñones es una toma marcada del estado general con decaimiento, fatiga, cansancio, escalofríos y fiebre por encima de los 38º C o 101º F.
En el caso de los niños además de la fiebre, se pueden presentar diarreas, vómitos, dolor en la espalda y en el estómago, orinarse sin control e irritabilidad entre otros. Por su parte en las personas ancianas los cambios mentales y la confusión pueden ser los únicos síntomas de una infección urinaria localizada en los riñones.
Los síntomas de una infección urinaria localizada en la próstata varían de acuerdo a si la misma es aguda o crónica. Aparece súbitamente fiebre alta, escalofríos, malestar general, dolor en fosas lumbares, molestias al orinar y puede llegar a impedir la salida de la orina, con la acumulación de la misma en la vejiga generando molestias en bajo vientre.
Cuando es crónica los síntomas tienen son más discretos y se mantienen durante meses provocando molestias al orinar, ardentía, necesidad de orinar frecuentemente, febrícola, disminuye el grosor del chorro de orina y puede producirse goteo después de terminar de orinar, también secreciones. Al tener relaciones sexuales puede haber al final dolor y sangramiento. Muchos pacientes refieren pesadez o frialdad en la región entre el ano y los genitales.
También la prostatitis puede estar ocasionada por las bacterias que afectan las vías urinarias previamente mencionadas pero su origen puede estar relacionado con enfermedades de transmisión sexual y al aumento de tamaño de la próstata.
Para confirmar el diagnóstico además de los síntomas de una infección urinaria previamente señalados, se efectuarán análisis de orina donde se examinará el contenido de leucocitos en orina, restos celulares, bacterias en la orina y células sanguíneas. Este examen por si solo permite llegar al diagnostico de una infección urinaria.
En ocasiones es necesario efectuar el urocultivo con antibiograma para determinar el tipo de microorganismo y el antibiótico que puede ser más efectivo. Cuando los síntomas de una infección urinaria se mantienen y se hacen crónicos y no responden a los tratamientos habituales es necesario efectuar pruebas más complejas de acuerdo a la frecuencia, sintomatología y gravedad para descartar otras patologías del sistema urinario.
Entre ellos estudios radiológicos de abdomen con o sin contraste, ecografía o ultrasonido de abdomen, gammagrafía de riñón, cistografía de uretra y vejiga y puede llegar a ser requerida hasta una biopsia.