Saber limpiar correctamente nuestros oídos es algo que se debe aprender, ya que se suelen cometer muchos errores a la hora de intentar hacerlo. De hecho, los otorrinolaringólogos permanentemente atienden pacientes que se producen lesiones por intentar limpiar sus oídos de forma incorrecta, o también por tener tapones de cera que obstaculizan la audición.
Debemos señalar todas esas acciones para quitar la cera que se hacen con frecuencia y no se deberían hacer, ya que es bastante peligroso.
Previamente a esto, veamos brevemente de que estamos hablando. El oído es un órgano sensorial complejo, que cuenta con varios sectores. Situado a los lados de la cabeza y en el interior del hueso temporal, el oído se divide en tres sectores: oído externo, oído medio y oído interno.
El oído externo esta formado por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo. Ambos tienen como función la mejor conducción del sonido a las estructuras internas. El oído medio cuanta con tres pequeños huesos que trasmiten la vibración del sonido, y se separa del conducto auditivo externo por una fuerte y tensa membrana que es el tímpano.
Es importante retener este detalle, ya que es clave para comprender luego como se debe limpiar el oído. El oído interno es una estructura sumamente compleja y su función se relaciona especialmente con el equilibrio y la orientación en el espacio de nuestro cuerpo.
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La higiene del pabellón auricular también llamado oreja, es muy simple. En general lo hacemos con una suave toalla y secamos muy bien luego de ducharnos. El problema cuando hablamos de la limpieza del oído es el conducto auditivo externo. Recordemos que es el conducto que va del exterior hasta el tímpano.
Por lo tanto, esta abierto por fuera, y cerrado en su parte más interna. Este conducto tiene un sistema de protección muy simple, dado por la cera que producen sus células. La finalidad de esta cera es bloquear la entrada de polvo y cuerpos extraños a las estructuras más internas, y evitar en lo posible la proliferación microbiana. Como vemos, tiene una función y se debe respetar la misma.
Que cosas no deben hacerse para limpiar nuestros oídos:
1. Utilizar hisopos o cotonetes.
Con los mismos lo que suele ocurrir es que la cera que normalmente debe estar en el conducto, es empujada a los sectores más internos. Como mínimo, esto favorece las formación de tapones de cera, ya que la compacta.
2. Utilizar cuerpos extraños caseros.
Desde llaves a hebillas para el cabello se usan con estos fines. Lo que ocurre con mucha, pero mucha frecuencia, es que se lesiona el tímpano, produciendo un importante dolor, disminución de la audición, sangrado y posteriormente infección.
3. Hacer fuertes irrigaciones
Ya que se puede irritar sobremanera la zona.
4. Intentar cualquier método casero sin tener la certeza de que el tímpano está intacto.
En todos los casos, si el tímpano tiene alguna clase de perforación (algo que suele ocurrir en las infecciones de oído medio) utilizar cualquier método casero es un verdadero riesgo para el oído,.
Síntomas de la presencia de un tapón de cera
1. Disminución de la audición, que suele ser de leve a moderada, pero de instalación muy rápida. En un tiempo muy breve, casi de un día al siguiente, aparece esta seria dificultad.
2. Sensación de comezón en el conducto auditivo, e incluso una cierta secreción con olor ofensivo o desagradable.
3. Sensación de zumbido en los oídos.
Como limpiar correctamente nuestros oídos paso a paso
Antes de comenzar, podemos hacer dos pasos previos que colaboran con la eficiencia del método. Un primer paso es apoyar una botella con agua tibia (obviamente debemos tener mucho cuidado en no excedernos con la temperatura) en cada uno de nuestro oídos. De esta forma conseguimos aflojar el posible tapón de cera.
El segundo paso es hacer un buen masaje. Comenzamos masajeando detrás de la oreja y seguimos tironeando levemente de la misma, mientras abrimos y cerramos la boca. De esta forma seguimos intentando que el tapón de cera se despegue del conducto auditivo externo.
El siguiente paso es el más importante. Vamos a preparar una solución de peróxido de hidrógeno (también se lo conoce como agua oxigenada y se consigue en farmacias o droguerías) en cantidades iguales con agua. Por ejemplo, media taza de agua y media taza de peróxido de hidrógeno. Una vez que esa solución esta bien homogénea, vamos a introducirla en un gotero. Nos acostamos de lado, y vamos vertiendo, gota a gota en el conducto auditivo externo hasta completarlo. Dejamos 5 minutos y luego nos levantamos y dejamos que caiga el contenido. Vamos a enjuagar con agua tibia (el agua debe estar estéril). Repetimos el procedimiento del lado opuesto. No es necesario repetir con mucha frecuencia, con hacerlo una vez al mes es suficiente.
Una variante es hacer el enjuague con una infusión de manzanilla. Ésta se prepara con dos flores de manzanilla en una taza de agua hirviendo. Dejamos reposar, y cuando ya se encuentra a temperatura ambiente, vamos a aplicar como enjuague.
Conclusiones:
1. No se deben introducir cuerpos extraños en el conducto auditivo externo.
Si hemos tenido algún problema en el oído, no debemos hacer la limpieza en casa ya que existe el riesgo que exista una perforación del tímpano remanente, y que este cursando con poco o ningún síntomas.
2. La cera es normal y cumple una función.
No hay que obsesionarse con ella, especialmente en el caso de los niños.
3. Si tienes un tapón de cera díficil de retirar consulta con el otorrinolaringólogo
Si sospechamos que tenemos un tapón de cera debemos consultar con al otorrinolaringólogo (médico especialista del oído, nariz y laringe). Ellos tiene una máquina de succión especial para retirar el tapón de cera del oído, es un procedimiento de bajo costo y duran 2 minutos.
4. Visitar una vez al año al otorrinolaringólogo
Todos los años debemos visitar al otorrinolaringólogo para una revisación y que el nos realice una limpieza completa.
5. Algunas personas tienden a formar tapones de cera con mucha más facilidad que otras, por lo que en esos casos pueden necesitar una limpieza hecha por el especialista varias veces al año.