La muerte comienza en el colon
Existe un viejo dicho: «la muerte comienza en el colon». Esto es una sobre simplificación, pero es muy acertada. De hecho, el camino hacia una buena salud comienza con la desintoxicación del colon, no importa cuál sea la enfermedad o el problema.
Desafortunadamente, la mayoría de la gente reduce su comprensión de la desintoxicación del colon hacia asuntos relacionados con lo fecal. Aunque es cierto que los programas de limpieza de colon están relacionados con lo fecal, limitar la discusión a solo eso es desatender el cuadro principal.
Se debe destacar que la comunidad médica probablemente tiene más problemas con el concepto de desintoxicación que con cualquier otro aspecto de la medicina alternativa, y lo ataca con frecuencia. Allá por el 2009, un informe de Voice of Young Science denotó la desintoxicación y dijo que era una gran tontería.
Sin embargo, el informe en sí mismo demostró ser una gran tontería. Los investigadores eligieron la definición más amplia posible para desintoxicar, incluyendo shampoos desintoxicantes y terapias de spa en sus análisis, y utilizaron muy poco respaldo científico en sus afirmaciones, que eran mayormente opiniones personales.
El único punto válido de su informe es que la palabra desintoxicar se ha vuelto de un uso tan común que ha perdido gran parte de su significado. Eso es real, y es por ello que siempre hay que aclarar a qué clase de desintoxicación nos referimos:
- Intestinos
- Metales pesados
- Riñones
- Vesícula biliar
- Hígado
- Sangre
Cada una es única, todas requieren un protocolo diferente y no tienen nada en común con «shampoos desintoxicantes» o «agua desintoxicante», que en efecto no tienen ningún sentido.
Entonces, nuevamente, ¿esta misma crítica puede llevarse al nivel de la comunidad médica? Considera la expresión «la medicina se basa en la evidencia», frase que la comunidad médica adora decir como principio definitorio.
¿No es también algo insignificante considerando que, de acuerdo a un estudio publicado en the Journal of General Internal Medicine, solo el 11 por ciento de los médicos confían realmente en la medicina basada en la evidencia? Parecería que los críticos médicos de la desintoxicación no están familiarizados con Juan 8:7, «Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra».
Los diferentes roles del tracto intestinal
El sistema digestivo humano es esencialmente un tubo continuo que va de la boca al ano (no piensen en esto la próxima vez que besen a alguien). Como sistema, desempeña muchas funciones cruciales, que van desde la digestión hasta el soporte inmunológico, con cada parte del tubo desempeñando una función específica como:
- Digerir lo que ingerimos.
- Transferir el valor nutricional de los alimentos a las células del cuerpo.
- Procesar los desechos de ese alimento y eliminarlos del cuerpo.
- Servir como un conducto de drenaje para los desechos producidos como resultado de las funciones metabólicas dentro del cuerpo.
- Funcionar como drenaje de las sustancias tóxicas absorbidas a través de nuestros pulmones y nuestra piel.
- Servir como hogar para bacterias beneficiosas, que proveen una cantidad de funciones fundamentales, como ayudar a la digestión y mantener el sistema inmune. Se ha dicho que hasta un 60 o 70 por ciento del funcionamiento de nuestro sistema inmunológico proviene de esta bacteria. Tengamos en cuenta que:
° Recubren el tracto intestinal, con lo que se previene de que los gérmenes invasores encuentren un punto de apoyo.
° Realmente identifican, atacan y destruyen a muchos gérmenes invasores.
° Producen una cantidad de nutrientes y bioquímicos que fortalecen nuestro sistema inmunológico, tales como vitamina B, lactoferrina y Factores de Transferencia.
Como se puede apreciar en esta lista, el sistema digestivo es crucial para el bienestar y la salud. Por esto, cualquier programa de limpieza y desintoxicación intestinal debe abordar todos estos aspectos. Específicamente, debe servir para:
- Eliminar toda la materia fecal y residuos del colon (limpiar el tracto).
- Ayudar a eliminar todos los metales pesados y residuos nocivos que se han acumulado en el cuerpo y en los tejidos de las paredes intestinales, por tener el tracto tapado.
- Fortalecer el músculo del colon para que vuelva a funcionar correctamente.
- Reparar cualquier daño, tales como una hernia (divertículo) o inflamaciones del colon e intestino delgado.
- Eliminar la presencia de pólipos y otras neoplasias que hayan podido florecer a causa de un entorno intestinal poco saludable.
- Reconstruir y reponer los variados cultivos de bacterias «amigables» que en el mejor de los casos deberían recubrir virtualmente cada milímetro cuadrado del tracto, nuevamente, desde la boca hasta el ano, excluyendo al estómago.
Problemas en el sistema digestivo
Las enfermedades del sistema digestivo han alcanzado el punto más alto en los Estados Unidos y continúan subiendo. En 1985, entre 60 y 70 millones de estadounidenses se vieron afectados por desórdenes digestivos. En la actualidad, son más de 100 millones.
De hecho, las enfermedades digestivas se encuentran entre las principales causas de las visitas médicas, hospitalizaciones e incapacidad en los Estados Unidos cada año. Estas condiciones abarcan un amplio espectro de desórdenes que afectan el tracto gastrointestinal, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas. También incluye a la obesidad y a otros desórdenes relacionados con la nutrición.
En 2004, más del 35 por ciento de todas las atenciones de emergencia y ambulatorias (alrededor de 100 millones), estuvieron asociadas a diagnósticos de una afección digestiva. Luego del cáncer de pulmón, el cáncer colorrectal es el más común entre hombres y mujeres.
La incidencia de diverticulosis ha aumentado de forma dramática, pasando de solo el 10 por ciento de la población adulta mayor de 45 años con esta afección en 1952 a un sorprendente «simplemente toda persona que llegue a los 90 años tiene divertículos» de acuerdo con la última edición de the Merck Manual.
En otras palabras, de acuerdo a los últimos estudios médicos, virtualmente todos los adultos estadounidenses tendrán en algún momento diverticulosis del intestino grueso si viven el tiempo necesario.
Para resumir: los desórdenes digestivos (incluyendo desórdenes tanto del tracto gastrointestinal, como también del hígado, la vesícula biliar y el páncreas), tuvieron que ver con más de 50 millones de visitas al médico en 1985 y con más hospitalizaciones que culquier otra problema de salud de cualquier otra categoría en los Estados Unidos. En la actualidad, la cifra es casi el doble.
¿Qué tan grande es la incidencia del problema?
El costo total al sistema público de Estados Unidos para todas las afecciones digestivas asciende a más de 100 mil millones de dólares por año. Las afecciones digestivas que más prevalecen son:
- Constirpación y los síntomas colaterales de auto-intoxicación
- Divertículos (hernia de colon)
- Pólipos
- Hemorroides
- Síndrome de colon irritable
- Colitis ulcerosa
- Enfermedad de Crohn
- Cáncer colorrectal
Vale al pena destacar que muchas otras enfermedades, que a primera vista no parecen tener conexión con el tracto digestivo, fueron relacionadas por muchos doctores a desórdenes en el funcionamiento del intestino. Entre estas se incluyen: diabetes, cálculos biliares, piedras en el riñón, gota, hipertensión, várices, artritis reumatoidea, psoriasis y obesidad.
Como si esto fuera poco, algunos expertos de la salud estiman que alrededor del 80 por ciento de los estadounidenses sufre de parásitos intestinales. Dentro de la comunidad médica, hay quienes pueden refutar esta cifra, diciendo que es demasiado alta, y si limitamos la discusión sobre parásitos a cosas como la lombriz solitaria y la duela hepática china, están en lo correcto.
Pero apenas nos extendemos a la verdadera naturaleza del problema e incluimos los parásitos menos conocidos, pero muchos más predominantes, tales como el Fasciolopsis buskii, la cifra del 80 por ciento comienza a cuadrar mejor. Si incluimos el escherichia coli y la candidiasis intestinal, entonces el cuadro del 80 por ciento es definitivamente prudente. Recordemos que la definición funcional de un parásito lo describe como un organismo que vive dentro o sobre otro organismo (su huésped) y se beneficia mediante la extracción de los nutrientes del huésped.
Entre los síntomas provenientes de los parásitos se encuentran: nerviosismo, rechinar de dientes por la noche, molestias y dolores por diferentes partes del cuerpo, apendicitis, úlcera y diferentes dolores digestivos, náusea o diarrea, comezón, acné, mal aliento, lengua saburral, ictericia, fatiga, irregularidad menstrual e insomnio.
Cada vez más doctores toman conciencia de cómo las infecciones por hongos endémicos, tales como el Candida albicans, son realmente.
Entre los síntomas se incluyen:
- Fatiga crónica (especialmente después de comer)
- Depresión, hinchazón y gases
- Calambres, diarrea crónica o estreñimiento
- Picazón rectal, alergias, síndrome premenstrual severo
- Impotencia, perdida de la memoria, cambios de ánimo graves
- Infecciónes micóticas recurrentes (como pié de atleta)
- Sensibilidad extrema a los químicos (perfumes, humo, olores penetrantes, etc.)
- Mareos o embriaguez ante un ingesta mínima de vino, cerveza o azúcar.
Presta atención al sistema linfático
Además de todos los problemas que ya hemos discutido, un intestino perezoso también tiene un gran impacto en la salud de otro sistema del cuerpo: nuestro sistema linfático.
Pensemos por un momento a nuestro colon como un tubo de drenaje de nuestro cuerpo. Si el drenaje se encuentra tapado, no solo los desechos no serán eliminados, sino que cuando corramos el agua del escusado el drenaje se rebalsará y ensuciará el baño entero. Y ese es justamente el punto que nos lleva a la discusión sobre eliminar los desechos de nuestro cuerpo y de nuestro sistema linfático.
Los vasos linfáticos son una red de capilares que filtran las impurezas de la sangre; contienen un fluido claro e incoloro llamado linfa. La linfa pasa de los capilares a los vasos linfáticos y fluye a través de los nódulos linfáticos que se encuentran en estos vasos.
Las células de los nódulos linfáticos fagocitan, o ingieren, impurezas tales como bacterias, glóbulos rojos muertos y desechos celulares tóxicos. La linfa también puede recolectar otras impurezas como metales pesados, pesticidas y residuos acumulados en los tejidos del cuerpo.
Una vez cargado con impurezas tóxicas, la linfa comprometida debe salir de nuestro cuerpo. Lo que no puede ser eliminado a través de nuestra orina, debe salir a través de nuestro colon pasando por nuestro hígado y nuestro conducto biliar.
¿Qué crees que pasaría con todo estas impurezas si la cañería esta tapada o inactiva? vuelven a nuestro flujo sanguíneo?. No nos preguntamos por qué nos enfermamos cada vez más. No nos preguntamos por qué la incidencia de cáncer linfático se duplica cada veinte años.
¿Qué ha salido mal?
Nuestro estilo de vida moderno se ha cobrado su cuota con nuestros órganos digestivos y de eliminación. Las comidas bajas en fibras, procesadas y refinadas, el consumo excesivo de grasa animal, porcentajes extremadamente desbalanceados de Omega 3 y Omega 6, la falta de ejercicio y un nivel de estrés en constante incremento contribuyen en conjunto a nuestra crisis de salud gastrointestinal actual.
Pensemos que un intestino lento puede retener kilogramos de materia fecal vieja (entre 1 y 1,5 kilogramos es común, de 4,5 a 9 kilogramos no es tan inusual como podríamos pensar, y más de 30 kilogramos son casos excepcionales pero que se han reportado). Muchas veces, la causa real detrás de las enfermedades es la retención y reabsorción de desechos tóxicos.
También hay algunos escépticos, como el Dr. Robert Carrol de «el diccionario del escéptico», que tienen un problema con la afirmación de que un intestino lento puede retener materia fecal vieja. De manera rotunda, el Dr. Carrol asegura que «la idea de que nuestros intestinos retienen kilos o decenas de kilos de materia fecal nociva y tóxica es falsa, falsa, falsa».
Para estar seguro, también he leído una gran cantidad de emails de doctores que escriben en la Baseline of Health Foundation y afirman: «hemos realizado colonoscopías durante años, y nunca he visto esta mítica materia fecal».
¿Podemos confiar entonces en estos estudios?
Pensemos por un momento: ¿Qué se les pide a los pacientes que hagan la noche anterior a realizarse una colonoscopía? Se les pide que beban litros de laxantes para eliminar hasta el último rastro de materia fecal del colon. De este modo, los doctores no observan grandes cantidades de materia fecal, solo ven el daño que la materia fecal ha dejado, prolapso de colon, pólipos y enfermedades diverticulares son solo el comienzo.
En cualquier caso, si elegimos buscar la materia fecal acumulada en lugar de purgarnos antes de una inspección, la encontraremos. Bernard Jensen es probablemente quien más documento sobre este tema. Grabó los resultados fotográficos de las limpiezas de colon que realizó a algunos pacientes. Estas imágenes se encuentra disponibles en internet.
Pero quizás esta evidencia gráfica de materia fecal acumulada no es convincente. Después de todo, el Dr. Jensen no forma parte de la comunidad médica. Quizás falsificó las fotografías. Entonces vamos a pasar a una evidencia matemática indiscutible.
Cifras para entender el problema a fondo
El estadounidense promedio ingiere cerca de 900 kilos de comida al año, o cerca de 2,5 kilos por día, totalizando cerca de 2700 calorías. Teóricamente, cerca de dos tercios de esa cantidad es líquido, agua, y «combustible» que eliminamos a través de la orina, el sudor o el ascenso de la temperatura corporal. Pero eso todavía deja casi un kilogramo de desechos sólidos diarios que deben salir a través de nuestro intestino.
De acuerdo con la comunidad médica, un movimiento intestinal normal puede suceder desde tres veces al día hasta tres veces por semana. Tres veces a la semana sería una vez cada dos días.
Si producimos 1 kilo de materia fecal por día y vamos al baño solo una vez cada dos días significa (matemáticamente hablando) que acumulamos regularmente más de 2 kilos de materia fecal en nuestro colon… matemáticamente hablando.
Ya que todavía estamos dentro del rango normal de movimiento intestinal, hablamos de decenas de millones de estadounidenses que regularmente acumulan 2 kilos de materia fecal en el colon. Quitemos medio kilo de esa cantidad, por si tenemos un error de redondeo, y seguiremos llegando a mi conclusión de que acumular entre 1 y 2 kilogramos de materia fecal en el colon es algo común.
Lo que se ha vuelto común no deja de ser peligroso
La constipación es un problema grave en el mundo desarrollado. De acuerdo a un estudio de 2007, la incidencia de constipación crónica en los Estados Unidos está por encima del 17 por ciento, es decir más de 50 millones de personas.
Con un movimiento intestinal cada cinco días (tomando la gama más baja en la definición de constipación), estamos hablando de cerca de 5 kilogramos de materia fecal acumulada en el colon (una vez por semana son más de 6 kilogramos). Estadísticamente, estamos hablando de millones y millones de personas.
Entonces, mi afirmación que va de los 4 a los 9 kilogramos no es tan inusual de pensar, claro… hablando matemáticamente. Y tengamos en mente, estos números suponen que el 100 por ciento de esta materia fecal es evacuada de nuestros intestinos solo en un movimiento intestinal por semana, una suposición bastante cuestionable.
Con respecto a lo de los 65 kilogramos, he dicho que se han reportado «solo en casos excepcionales». La simple verdad matemática es que la idea de que acumulamos kilos de materia fecal en nuestro colon no es «falsa, falsa, falsa» como afirma el Dr. Carroll, sino que es matemáticamente «¡real! ¡real! ¡real!».
¿Cómo saber si nuestro sistema no está funcionando bien?
Un excremento normal es blando y sin forma. Debería desarmarse cuando toca el agua, o por lo menos cuando tiramos la cadena. Esto no debe confundirse con diarrea.
Existió una concepción completamente errónea entre la gente y la mayoría de los profesionales médicos sobre la cantidad de veces que una persona saludable debería ir al baño. Durante años, los doctores pensaron que cualquier frecuencia para defecar que estuviera entre una vez al día y una vez a la semana era normal.
Desafortunadamente, lo más probable es que esa sea la norma para los doctores que piensan eso. Sin embargo, lo que hemos aprendido en la comunidad holística es que lo normal, y necesario, es defecar una vez por cada comida importante que hayamos tenido el día anterior. Si comemos tres comidas importantes, tendríamos que ir al baño tres veces al día siguiente.
El factor clave es por supuesto la falta de fibra en nuestra dieta, a mayor cantidad de fibra consumida, más rápido será el tiempo de tránsito de los desechos por el tracto intestinal. A pesar de toda la atención que se le da a la fibra para evacuación saludable, sigue estando ausente en muchas comidas diarias.
Definitivamente eres lo que comes
Vamos a echar un vistazo a lo que comemos en términos de tiempo de tránsito:
- Una comida que consiste en una hamburguesa de carne, pan blanco y papas fritas tiene virtualmente cero fibra, esto hace el tiempo de transito más lento
- ¿De qué está hecha la pizza? Harina blanca y queso. La harina blanca y el agua se utilizan para realizar cola de empapelar. Y el queso (caseína), en un momento, fue el ingrediente principal para preparar algunos pegamentos. Por ende, cuando comemos pizza estamos comiendo cola de empapelar y pegamento. ¿Nadie se pregunta por qué no pasa por nuestro colon de un modo limpio y fácil?
Si nuestra dieta consiste de muchos alimentos que generan tránsito, estamos básicamente tapando nuestras cañerías. Una vez que hemos absorbido los nutrientes de la comida, no hay razón para que los desechos permanezcan en nuestro cuerpo. De hecho, cuanto más tiempo permanezca la comida digerida en nuestros intestinos, más se pudrirá y fermentará, lo que causará alteraciones y toxicidad a largo plazo.
Los hombres muertos no cuentan cuentos
Tengamos en cuenta que la alteración del pH de nuestros fluidos intestinales causa úlceras y desequilibrios en nuestras mucosas. En uno de sus libros, el doctor Bernard Jensen dijo:
- Una autopsia reveló un colon de 23 centímetros de diámetro con un canal de paso no más ancho que un lápiz. El resto esta recubierto de capas y capas de materia fecal incrustada. Esta acumulación puede tener la consistencia del caucho de una rueda de camión, así de dura y oscura.
- Otra autopsia reveló que un estancado llegó a pesar la increíble cifra de 18 kilogramos.
El Dr. Jensen también describió el problema asociado con placa mucosa en el intestino como:
«La pesada capa mucosa en el colon se vuelve más gruesa y se convierte en un huesped de putrefacción. Los capilares sanguíneos hacia e colon empiezan a recoger las toxinas y otros materiales nocivos que se filtran a traves de la pared intestinal. Todos los tejidos y órganos del cuerpo ahora estan absorbiendo sustancias tóxicas. He aquí el inicio de una verdadera autointoxicación en un nivel fisiológico».
Afortunadamente, la historia no termina allí. El conocimiento actual del impacto que tiene la salud intestinal en el bienestar general, ha creado una variedad de opciones de tratamiento. Esto me lleva a la pregunta del día: ¿Qué podemos hacer al respecto?
La salud empieza en el tracto intestinal
Tu tracto intestinal es la fuente de todos los nutrientes que accesan a tu cuerpo. Si no está funcionando bien, tendrás dos grandes problemas. Primero, te será más dificil digerir la comida. Luego, incluso si la digieres bien, si la pared intestinal esta cubierta de mucosa endurecida, y/o colonias de bacterias hostiles, terminarás absorbiendo solo una fracción del valor nutricional de lo que comas.
Adicionalmente, el colon es el canal principal de eliminación que tiene el cuerpo. Es el medio por el cual eliminamos los desechos tóxicos del proceso digestivo, incluyendo grandes cantidades de la bacteria E. coli. Si esos desechos se quedan más tiempo de lo necesario, su impacto en nuestro cuerpo será profundo.
Ya discutimos cómo los desechos del sistema linfático pasan a través del colon, y debes saber que los desechos del hígado hacen lo mismo. El hígado filtra residuos peligrosos de las drogas, venenos y el exceso de colesterol en la sangre, llevándolos a través del colon usando las vías biliares y la vesícula biliar.
Si el colon se tapa, todo se devuelve, lo que causa enfermedades y dolencias. Lo importante que debes recordar es que no puedes comenzar a reparar y purificar otros sitemas del cuerpo hasta que limpies el colon. La idea es que el material tóxico tenga una salida de tu organismo.
¿Cómo se puede enfermar el colon?
Físicamente, el colon no está diseñado para almacenar grandes cantidades de materia fecal vieja. Si tienes algunos kilos de más allí, solo una cosa puede suceder; el colon debe dilatarse y expadirse. Estp causará que las paredes del colo ncomienzen a adelgazar (de la misma manera que pasa con un globo cuando se expande mientras soplas).
Cuando las paredes se extienden, presionan y comprimen los demás órganos en la cavidad abdominal. Además, la materia fecal vieja es un caldo de cultivo ideal para bacerias dañinas y parásitos peligrosos.
Finalmente, así como los desechos acumulados aumentan, tambien lo hace el peso del colon, lo que en algunos casos puede hacer que descienda hacia la cavidad abdominal inferior, persionando otros órganos y sobresaliendo a través de la pared intestinal. Ésta es la causa del prolapso de colon.
¿Cuál es el método más eficaz para limpiar el colon?
Cualquier régimen diseñado para mejorar nuestra salud o eliminar dolencias de nuestro cuerpo, debe empezar con una limpieza intestinal y desintoxicación. Se trata del «sine qua non» de la salud (literalmente, «condición sin la cual no»).
Una manera de limpiar el colon es por medio de la alimentación. Además de que debe ser equilibrada, también se deben incluir alimentos como frutas, aquellas que son ricas en fibra, así como el uso de batidos, entre otras muchas opciones que hay.
El colon o intestino grueso realiza funciones muy importantes en el organismo como:
- Mantener el equilibrio de hidratación
- Los microorganismos presentes en él, intervienen en el proceso digestivo
- En él se alberga una gran parte del sistema inmunológico. La mayoría de sus funciones se realizan en el colon.
- Cuando el colon se encuentra libre de materia fecal y está limpio, éste puede funcionar de manera adecuada
- Reutiliza las enzimas y minerales, ayuda en la separación de toxinas
- Ayuda a la absorción de vitaminas.
Por ello, es fundamental mantenerlo limpio y en óptimas condiciones, para evitar afecciones en este importante órgano. Es necesario aprender a cómo limpiar el colon de manera eficaz:
Cómo limpiar el colon de manera natural
Hoy en día, existe una gran opción de productos naturales que afirman aportar grandes cantidades de fibra. También los hay para desintoxicar o depurar el cuerpo de manera natural. Sin embargo, lo mejor es poder realizar pequeños cambios en la dieta, incluyendo alimentos qu
e aporten fibra. Busca que sean diuréticos y que de forma natural, ayuden a limpiar el colon.
Una buena alimentación es el camino a seguir:
Incluiye alimentos ricos en fibra en la alimentación diaria. Las frutas y verduras contienen fibra de forma natural. La fibra natural ayuda al mantenimiento y función adecuada del organismo. Además, estas fibras son un gran aliado para limpiar el colon. El consumo de éstos alimentos ricos en minerales, vitaminas y otros nutrientes son necesarios.
Frutas y verduras
- Lechuga
- Espinaca
- Acelga
- Zanahoria cruda
- Calabaza
- Nabos
- Espárragos
- Brócoli
- Judías verdes
- Champiñones
- Higo
- Manzana
- Papaya
- Kiwi
- Piña
- Pera
- Plátano
- Ciruelas
- Frutas deshidratadas
Tip: Una buena alternativa de cómo limpiar el colon, es el consumo de batidos de frutas con verduras. También puedes consumir zumos de frutas naturales.
Leguminosas
- Lentejas
- Frijoles negros
- Habas
- Garbanzos
- Soya
Granos enteros
- Avena
- Pan integral de trigo o centeno
- Arroz integral
- Palomitas de maíz naturales
- Salvado
- Linaza
Frutos secos
- Almendras
- Cacahuates
- Nueces
Una de las formas más eficaces de limpiar el colon es tomar agua. Este líquido es vital ya que sin suficiente ingesta de agua, se puede presentar estreñimiento u otras alteraciones.
Para limpiar el colon es necesario beber agua de manera frecuente, y como mínimo seis vasos al día. Lo ideal son ocho vasos.
Algunas recomendaciones
Para tener buenos resultados, reduce el consumo de carnes rojas y procesadas, azucares, leche entera y sus derivados. Además es necesario hacer ejercicio, e ir al baño en cuanto el organismo lo requiera.