La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, una fina membrana mucosa que reviste la superficie interna del párpado, y que cubre la parte blanca del ojo (llamada esclerótica). Frecuentemente, la conjuntivitis se asocia a “ojo rojo”, y es muy contagiosa, sobre todo en el medio escolar y en el hogar. A pesar de que la conjuntivitis no es una infección grave, en ocasiones puede ser un problema. (Referencia)
Generalmente, la conjuntivitis afecta ambos ojos. Con frecuencia la infección comienza en un ojo y luego se disemina al otro, e incluso, puede afectar más a un ojo que al otro. El tratamiento siempre va a depender de la causa.
¿Qué síntomas causa la conjuntivitis?
Las personas con conjuntivitis suelen experimentar los siguientes síntomas:(Referencia)
- Picazón o ardor en uno o ambos ojos
- Sensación arenosa en uno o ambos ojos
- Excesivo lagrimeo del ojo
- Secreción purulenta en uno o ambos ojos
- Párpados hinchados
- Ojo rojo en uno o ambos ojos
- Fotofobia o sensibilidad a la luz.
Causas de la conjuntivitis
Esta enfermedad puede ser producida por alergias, o contacto directo con sustancias irritantes, como el polen, humo, desinfectantes, polvo cosmético, lentes de contacto. También, pueden derivar de infecciones, bien sea de tipo viral o bacteriana. Son infrecuentes las conjuntivitis por ITS (Enfermedades de transmisión sexual), como la clamidia y la gonorrea.
Existen diferentes tipos de conjuntivitis, y todas ellas varían de acuerdo a la causa. Entre ellas las siguientes:
Conjuntivitis Alérgica
Este tipo es frecuente en personas que sufren de alergias, como el asma y el eczema. Generalmente, la conjuntivitis alérgica se produce cuando el ojo entra en contacto con sustancias antigénicas que desencadenan la reacción alérgica o irritante. Algunas de estas sustancias pueden ser el polen, los ácaros, el humo, polvos de cosméticos, etc.
Existe un tipo de conjuntivitis alérgica llamada conjuntivitis papilar gigante. Se origina por la presencia de un cuerpo extraño en el ojo, originando secreción mucosa, hiperemia, visión borrosa, lagrimeo y picazón.
Este tipo de conjuntivitis es frecuente en personas que utilizan lentes de contacto rígidos, prótesis oculares, o aquellas personas que tienen suturas al descubierto después de una cirugía, cuerpos extraños en la córnea
Síntomas
- Picazón en uno o ambos ojos
- Ojo rojo
- Lagrimeo
- Descarga de secreción fibrosa en uno o ambos ojos
Tratamiento
La conjuntivitis alérgica se puede resolver con el uso de medicamentos antihistamínicos. Un ejemplo es el cromoglicato de sodio, el cual se utiliza como profilaxis en el tratamiento del asma leve y para tratar la rinitis alérgica y la conjuntivitis. Este medicamento lo puedes conseguir en varias presentaciones, como en inhalador, solución en gotas, o en tabletas.
Conjuntivitis Infecciosas
Dentro de este grupo se incluyen:
Conjuntivitis Viral: La cual es causada por virus muy contagiosos asociados al resfriado común. Entre ellos los Adenovirus y Rinovirus. Generalmente se transmiten por exposición a la tos o estornudos de personas con infección del tracto respiratorio superior.
La conjuntivitis viral también se puede transmitir cuando el virus se propaga a las propias membranas mucosas, que conectan con los pulmones, la garganta, la nariz, conductos lagrimales y la conjuntiva. De tal forma que si una persona estornuda muy fuerte, esto puede causar que el virus se mueva desde el sistema respiratorio a los ojos, afectando la conjuntiva y originando la infección característica.
Síntomas
- Ojo rojo y lagrimeo excesivo
- Hinchazón de los párpados, la conjuntiva y la parte blanca del ojo, creando un aspecto brillante.
- Sensación de cuerpo extraño en el ojo
- Malestar general de tipo resfriado, y en ocasiones aumento de los ganglios linfáticos
- Queratitis (diseminación de la infección hacia la córnea), causando visión borrosa.
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Tratamiento
Aunque la conjuntivitis viral no tiene cura, puedes mejorar los síntomas siguiendo las recomendaciones que te damos a continuación:
- Puedes aplicarte un medicamento llamado carbomer. Este gel o ungüento permite humectar y lubricar la superficie del ojo, y es perfecto para aquellas personas que sufren de ojo seco. Con una aplicación al día lograrás disminuir cualquier molestia en el ojo.
- Puedes optar por colocarte compresas frías en los ojos, para aliviar los síntomas, e incluso tomar antiinflamatorios como el ibuprofeno o el paracetamol (acetaminofén).
- Como la conjuntivitis viral es altamente contagiosa debes tomar medidas para evitar contagiar a otros o que en su defecto la infección empeore por contaminación. Para ello debes adoptar medidas higiénicas estrictas, como el lavado de manos, o del rostro. Es importante no compartir toallas ni tocar cosas con las manos contaminadas, ya que es muy frecuente llevarse las manos a la cara, y esto podría generar contaminación y por lo tanto una conjuntivitis bacteriana.
- Es recomendable que no tengas contacto directo con personas por dos semanas, debido a su fácil contagiosidad.
- Recuerda utilizar lentes de sol si sientes que la luz te molesta.
- El uso de corticosterioides tópicos son bajo estricta vigilancia médica.
Conjuntivitis Bacteriana: Este tipo de conjuntivitis es causada por bacterias como el Staphylococcus aureus, Streptococcus y Haemophilus Influenzae. Estos microorganismos pueden provenir de la piel, las vías respiratorias superiores, o puede transmitirse de una persona a otra. Los insectos, la mala higiene (como tocar los ojos con las manos sucias), o el uso de maquillaje puede causar este tipo de infección.
Síntomas
- Generalmente afecta a ambos ojos y se caracteriza por una sensación arenosa o pegajosa en ambos ojos.
- Secreción purulenta
- Edema o hinchazón del párpado
- Puede haber hemorragia conjuntival
- Los párpados pueden estar pegados, sobre todo en las mañanas, y puede originar secreciones o costras a nivel de las pestañas.
Tratamiento
- Usualmente, la conjuntivitis bacteriana se trata con antibióticos (por ejemplo el ácido fusídico en solución oftálmica) y antiinflamatorios tópicos por un período de 5 a 7 días aproximadamente. (Referencia)
- Es importante realizar la limpieza cuidadosa de los ojos, sobre todo a nivel de las pestañas, con un algodón y agua hervida (luego enfriada), para remover cualquier partícula acumulada. El ácido bórico es una solución oftálmica muy recomendada para hacer lavados en los ojos.
Conjuntivitis por Clamidia
Este tipo de infección se produce por un microorganismo llamado Chlamydia Trachomatis, el cual puede afectar otras áreas del cuerpo, causando infecciones de transmisión sexual (como la clamidia). Los principales síntomas que experimentan los pacientes con conjuntivitis por clamidia son ojo rojo, secreción y algunas veces hinchazón del párpado.
Tratamiento
Este tipo de conjuntivitis se resuelve con la administración de antibióticos. Los más utilizados son los macrólidos o las tetraciclinas. Es importante descartar otros tipos de infección producidas por este agente patógeno, sobre todo las infecciones del tracto urinario. Tanto el paciente como su pareja deben recibir tratamiento.
Conjuntivitis en niños pequeños
Los niños pueden ser susceptibles a la conjuntivitis infecciosa, y frecuentemente pueden desarrollar formas severas de la enfermedad. Esto se debe a su inmadurez y a causa de una disminución de su capacidad para combatir las infecciones. La conjuntivitis de los recién nacidos se conoce como oftalmia neonatorum y se produce por infecciones perinatales, como las infecciones de transmisión sexual producidas por gonorrea o clamidia.
Los niños pequeños, por tener conductos lagrimales poco desarrollados tienden a desarrollar obstrucción del conducto nasolagrimal. A esta patología se le conoce como dacriocistitis, y se caracteriza por lagrimeo excesivo, enrojecimiento, hinchazón y supuración. El ojo puede estar sensible y los niños lucen irritables a causa del dolor facial que produce. En ocasiones pueden experimentar fiebre.
Tracoma ¿Qué es?
El tracoma es una forma de conjuntivitis común en países en desarrollo como África y Asia. Es una infección ocular que afecta a ambos ojos y es la principal causa de ceguera en el mundo.
Esta enfermedad es causada por la bacteria Chlamydia Trachomatis, y en sus primeros estadios produce conjuntivitis. A medida que progresa la enfermedad, produce cicatrices en los párpados y ojos, esto produce que las pestañas se viren hacia adentro, lo cual produce roces y desgarros a nivel de la córnea, que finalmente se torna nubosa. Con el tiempo se forman úlceras corneales que llevan a una pérdida de la visión. La enfermedad se exacerba por falta de agua limpia, y se propaga por contacto directo con personas infectadas y por moscas.
¿Cómo se diagnostica la conjuntivitis?
La conjuntivitis puede ser diagnosticada y tratada por tu médico de cabecera. De igual forma, los farmaceutas pueden orientarte respecto al origen de los síntomas. Sin embargo, es importante que acudas al médico para un tratamiento eficaz.
Probablemente tu médico examine tus ojos e investigue acerca de tu historia personal de conjuntivitis. En caso de no haber mejorías, es posible que necesites consultar con un oftalmólogo. Si usas lentes de contacto y tienes síntomas de conjuntivitis consulta a tu médico.
¿Cómo prevenir la conjuntivitis?
- El lavado de las manos es la medida preventiva más eficaz en la prevención de la conjuntivitis.
- Es importante no compartir toallas, almohadas ni sábanas, para evitar el contacto con el virus o bacterias.
- Evitar frotar tus ojos, ya que si tienes la infección en un solo ojo, es más fácil que se propague hacia el otro.
- Puedes realizar lavados en los ojos con agua tibia y sal. Esto ayuda a disminuir los síntomas.
- Usa toallas desechables para secar tus ojos. Esto limitará la contaminación.
- No utilices las gotas con antibióticos una vez finalizado el tratamiento.
- Evita compartir el maquillaje, o gotas para los ojos con otras personas.