Actualmente, las consecuencias del estrés son cada vez más evidentes. Cuando se dice que el estrés es la enfermedad del siglo, no se está haciendo ninguna exageración; cada vez son más las personas que sufren a causa de los efectos adversos de esta condición, no solamente en sus mentes sino en sus cuerpos.
En este artículo queremos mostrarte cuáles pueden ser las principales consecuencias del estrés para que empieces a controlarlo:
1. Más susceptibilidad a las enfermedades
Como el estrés absorbe una gran parte de nuestra energía, que es necesaria para que nuestro cuerpo reaccione ante los agentes que quieren atacarnos, hay menos disposición del cuerpo para resistir y combatir estos agentes.
El estrés puede agravar enfermedades ya existentes como el cáncer y hacer que nuestro organismo sea mucho más débil.
2. Pérdida o ganancia de peso
En la mayoría de los casos, el estrés lleva a que aumentemos de peso, pero hay personas que sufren el efecto contrario. Todo depende de nuestra forma de reaccionar al enfrentarnos a situaciones estresantes y complicadas.
Además del hecho de comer en exceso, el estrés hace que la energía que deberíamos gastar en quemar la grasa, sea malgastada en el estrés.
3. Disminuye nuestra capacidad de cicatrizar
Cuando se presentan situaciones de mucho estrés, o cuando éste se convierte en una condición crónica, las funciones secundarias o automáticas del cuerpo, empiezan a decaer. Entre ellas, la cicatrización de las heridas y la capacidad para recuperarnos de las enfermedades.
4. Depresión:
Cuando una persona se ve enfrentada a una gran cantidad de estrés, puede empezar a perderse la motivación hacia la vida. Se dejan de ver las cosas realmente importantes.
Si una persona vive sometida al estrés, es mucho más probable que el cerebro se enfoque solamente en los aspectos negativos de las cosas.
5. Pérdida del cabello:
Uno de los efectos más evidentes del estrés, es que retarda el crecimiento del cabello nuevo, y cuando el caso es muy extremo, puede producirse caída excesiva del cabello. El cuero cabelludo se debilita y empieza a deteriorarse poco a poco.
Por lo general, las personas con vidas muy estresantes, lo reflejan en sus salud capilar.
6. Dificultades en el funcionamiento de los órganos internos
Con el estrés, los riñones, el corazón, los pulmones y otros órganos vitales, obtienen mucha menos energía para realizar sus funciones, así que empiezan a tener un desempeño pobre y se presentan situaciones como la indigestión, el dolor de cabeza y muchas otras enfermedades.
7. Abortos espontáneos
Cuando una mujer embarazada está expuesta a un ambiente estresante, es posible que se den abortos porque la energía que debería invertirse en el desarrollo físico y mental del bebé, se usa en el cerebro para responder ante la situación estresante.
Además del aborto, un niño que nace de una mamá estresada, puede tener un sistema inmunológico mucho menos fuerte de lo deseado.
8. Infertilidad
Otra de las consecuencias del estrés que pueden ser más graves, es el hecho de perder la fertilidad. Tanto hombres como mujeres con vidas muy aceleradas o estresantes, pueden enfrentarse al riesgo de perder la capacidad para concebir.
9. Dificultades de sueño:
Entre las más conocidas consecuencias del estrés, está el hecho de presentar dificultades para dormir. El estrés hace que las personas permanezcan en estado de alerta, incluso cuando el cerebro debería estar decansando. Al permanecer conscientes de lo que nos rodea, el sueño no es tan profundo como para brindarnos la sensación de descanso.
Muchas personas tienen grandes dificultades para llegar a dormir y cuando lo hacen, se despiertan fácilmente.
10. Problemas del corazón:
Otra de las consecuencias del estrés, es que pueden producirse dificultades en el sistema circulatorio y el corazón. Cuando nos estresamos, la adrenalina hace que nuestro corazón palpite más rápido de lo normal. Al estar en situaciones estresantes, el corazón debe esforzarse más de lo normal y empieza a fatigarse paulatinamente.
11. Dolores musculares:
Si hablamos de las consecuencias del estrés, no podemos dejar de lado la fatiga en los músculos. La energía que se usa para llevar flujo sanguíneo a todos los músculos, se gasta en pensar acerca de la situación que nos produce estrés. Los músculos no obtienen suficiente irrigación sanguínea y empiezan a tensionarse.
Esta condición puede llegar a ser tan grave, que se pueden producir lesiones permanentes en diferentes músculos del cuerpo.
12. Desequilibrios emocionales y ansiedad.
Una de las consecuencias del estrés que se presenta con más frecuencia, es la alteración en el estado de ánimo. Lo que provoca esta situación, es que se modifica el balance de sustancias químicas que están presentes en la sangre y también se ve afectado el sistema nervioso.
Lo anterior puede provocar que experimentemos problemas a nivel emocional, cambios repentinos en el estado de ánimo, fobias y ansiedades en diferentes situaciones.
13. Diabetes
Entre las más graves consecuencias del estrés, podemos contar la diabetes.
Cuando el cuerpo se ve sometido a una situación estresante, los niveles de azúcar en la sangre aumentan considerablemente. Si una persona sufre con frecuencia de estos episodios, es posible que el balance de glucosa se altere de forma definitiva.
14. Afecciones variadas:
Con el estrés puede presentarse el bruxismo, complicaciones a nivel intestinal, en las vías respiratorias y comportamientos que evidencian la ansiedad (tics nerviosos, aumento en las palpitaciones del corazón, conductas agitadas, dolores en el pecho, mareos, sudor en las palmas de las manos, nervios e hiperventilación).
Además de todas las consecuencias del estrés que mencionamos anteriormente, también se pueden presentar problemas como dolores de cabeza, alzas en la presión arterial, dificultades en la piel, alergias como el asma, artritis en todas sus variedades y problemas de autoestima.
Si no quieres vivir en carne propia estas consecuencias del estrés, es importante que empieces a buscar la forma de dejar de reaccionar equivocadamente ante este tipo de situaciones. Una buena opción, es empezar a practicar un deporte o cualquier actividad recreativa que te motive y te pueda brindar la relajación que tu cuerpo y ti mente necesitas.