La dilatación venosa o várices, es un problema muy frecuente en la población (más del 30%), donde una de cada dos mujeres y uno de cada tres hombres, tiene problemas circulatorios que afectan el sistema venoso. Aunque la mayoría de los casos no se relaciona con enfermedades graves, la presencia de venas varicosas puede ser la manifestación de una enfermedad crónica.
En general, las várices se presentan debido a válvulas defectuosas en las venas de los miembros inferiores, donde se observan pequeños abultamientos de color azulado, sobre todo a nivel de las pantorrillas y los tobillos.
Identificar si sufres de insuficiencia venosa crónica es importante, debido a las complicaciones sistémicas que las acompañan. Mientras las formas más leves pueden generar molestias e incomodidad, los casos más graves pueden ser tortuosos y desfigurantes.
¿Qué Son las Venas Varicosas?
Para entender cómo se forman las várices, es importante conocer un poco su anatomía: como sabemos, el corazón bombea sangre hacia todas las regiones del cuerpo, la cual pasa por los pulmones para ser oxigenada; luego, la sangre oxigenada pasa a través de las arterias y capilares hacia los tejidos; finalizado este proceso, la sangre retorna por las venas para llegar de nuevo al corazón.
A diferencia de las arterias, las paredes de las venas son más elásticas y ofrecen menor resistencia al paso de la sangre. Como la función de las venas es hacer que la sangre retorne hacia el corazón, poseen un sistema de válvulas semilunares que les permiten vencer la gravedad. Al caminar, los músculos de la pantorrilla se contraen, y la presión que generan sobre las venas, produce el impulso de la sangre hacia arriba; cuando esto ocurre, las válvulas actúan como una compuerta, permitiendo el paso de la sangre y cerrándose automáticamente para impedir que se devuelva.
Este efectivo sistema valvular localizado en las piernas, está formado por las venas superficiales y perforantes, así como las venas profundas localizadas dentro de los músculos.
La mayoría de los pacientes con várices experimenta dolor, quemazón, palpitaciones, fatiga muscular, calambres y el síndrome de piernas inquietas. Con el tiempo, los enfermos experimentan cambios de coloración en la región afectada, hinchazón, ulceración e incluso degeneración maligna e infarto cutáneo a nivel de los miembros inferiores.
¿Quiénes Están En Riesgo De Sufrir De Várices?
- Los adultos mayores son la población más afectada.
- Las mujeres son más propensas a las várices, debido a la acción de sus hormonas.
- En mujeres embarazadas es frecuente la aparición de várices, que desaparecen después de un tiempo. Las mujeres con embarazos múltiples son más propensas a la insuficiencia valvular y sus várices suelen ser permanentes. Esto se explica por el aumento en los niveles de progesterona que permiten que las venas se relajen.
- Las mujeres que utilizan anticonceptivos orales combinados.
- Mujeres menopáusicas en tratamiento con TRH (Terapia de Reemplazo Hormonal) o que reciben tratamiento para la infertilidad.
- Personas con antecedentes de trombosis venosa profunda.
- Quienes usan prendas de vestir muy ajustadas.
- Personas con sobrepeso u obesidad.
- Personas con traumatismos.
¿Qué Síntomas Acompañan A Las Várices?
- El síntoma principal es el dolor, acompañado de cansancio y pesadez en las piernas, por estar de pie o sentado todo el día. Principalmente después de hacer ejercicio o durante la noche.
- Tobillos hinchados.
- Telangiectasias o arañas vasculares en las piernas.
- Decoloración brillante de la piel, cerca de las venas varicosas, casi siempre de color pardo o azul.
- Manchas que parecen cicatrices en los tobillos.
- Eczema venoso o dermatitis por estasis, donde la piel afectada es roja, seca y con comezón.
- Pueden formarse úlceras dolorosas y difíciles de tratar.
¿Cómo se Diagnostican Las Várices?
Lo más importante en el diagnóstico es el examen físico realizado por un especialista, que a simple vista pueda diferenciar si se trata de várices o telangiectasias. El interrogatorio médico acerca de la historia familiar, traumatismos o fracturas, e incluso, un posible embarazo, pueden determinar la raíz del problema. Algunas veces se realizan pruebas complementarias como la ecografía Doppler de miembros inferiores, con el fin de saber si hay coágulos u obstrucción a nivel de las venas. Otras veces se puede solicitar el ultrasonido dúplex a color, que proporciona imágenes de las venas, que ayudan a identificar anomalías o alteraciones en el flujo sanguíneo.
En casos severos es necesaria la atención con un especialista en vascularización.
¿Cuál Es El Tratamiento De Las Várices?
El tratamiento depende de la causa y la severidad de los síntomas. Si son leves, el paciente no siente molestias o no le preocupa el aspecto estético, el tratamiento no es necesario. En casos graves, son importantes los medicamentos para reducir el dolor y la inflamación.
Las siguientes recomendaciones pueden ayudarte en el tratamiento de las várices:
- Cuidado personal: Es fundamental llevar un plan de ejercicios, bajar de peso, evitar estar de pie o sentado durante largos periodos. Elevar las piernas ayuda a aliviar el dolor y a mejorar la circulación.
- Uso de medias compresivas: Las medias compresivas ayudan a que el flujo sanguíneo siga en dirección ascendente, mejorando la circulación, reduciendo el dolor y la hinchazón.
- Cirugía: Cuando las venas varicosas son muy grandes y tortuosas, puede ser necesaria la cirugía (flebectomía). Las venas pequeñas y las telangiectasias pueden tratarse con láser.
- Escleroterapia: En este tipo de terapia se inyectan sustancias químicas que permiten que las venas debilitadas cicatricen y cierren.
- Ablación por radiofrecuencia: Utiliza radiofrecuencia para cauterizar y cerrar las várices de las piernas. Se utiliza mucho en casos de várices muy grandes.
- Tratamiento láser endovenoso: Se inserta un catéter en la vena del paciente y se conecta un pequeño láser en el catéter, para calentar la vena y sellarla.
Complicaciones Asociadas A Las Várices
- Sangrado de las venas varicosas: Esto ocurre por cortadas o golpes. Si el sangrado no mejora, es necesario elevar el miembro y aplicar presión directa sobre el área de sangrado.
- Tromboflebitis: Ocurre cuando se producen coágulos dentro de las venas de la pierna, causando inflamación y dolor.
- Insuficiencia venosa crónica: En este punto, el flujo sanguíneo es insuficiente debido al poco intercambio de oxígeno de la sangre, quedando productos de desecho que empeoran el cuadro.
- Eczema varicoso: Se caracteriza por sensación de picazón en el área afectada.
- Lipodermatoesclerosis: Se presenta en forma de piel dura y apretada.
- Úlceras venosas: Son muy dolorosas y requieren tratamiento médico oportuno.
Recursos Sobre Várices