A todos nos ha pasado alguna vez quedarnos en cama, enfermos, sintiendo frío y calor, y con temperatura elevada.
El cuerpo humano mantiene una temperatura constante gracias al llamado termorregulador, el cual se localiza en el hipotálamo. Cuando ese termorregulador establece una temperatura más alta, se presenta lo que conocemos como fiebre.
Durante el día, la temperatura tiene pequeñas variaciones. Es un poco más baja en las primeras horas, alrededor de las 6 de la mañana. Alcanza su nivel más alto entre las 4 y las 6 de la tarde, alrededor de 37.7°C, que es normal.
La buena noticia es que por muy incómoda que sea, la fiebre suele remediarse en cuanto se combate la enfermedad o el malestar que la provoca.
Asimismo, existen diversas medidas para controlar la fiebre, sus molestias y evitar posibles complicaciones.
Primero Toma La Temperatura – Cómo Tomar La Temperatura
La temperatura usual del cuerpo humano es de 37°C, con ligeras fluctuaciones a lo largo del día. Una temperatura entre 36.4°C y 37.5°C es considerada normal.
Existen diferentes métodos para medir la temperatura. Se puede utilizar el termómetro vía oral, rectal, en el oído o en la axila.
En el caso de la axila, una temperatura superior a 37°C implica fiebre, mientras que en los otros métodos, el registro debe ser mayor a 38°C.
Muchos pediatras recomiendan usar el termómetro rectal en los niños pequeños y bebés, pero lo más recomendable es que lo consultes con tu médico.
Cómo Bajar Una Fiebre
Cuando padeces fiebre, el objetivo es reducirla, pero no eliminarla por completo, ya que la temperatura alta está cumpliendo una función.
Considera la edad del enfermo, ya que el procedimiento es variable.
Toma la temperatura y observa los síntomas. Si es mayor a los 38°C, tienes fiebre.
Si padeces fiebre o alguien en tu familia, sigue los siguientes pasos:
1. Quédate En Cama Y Descansa
El descanso es fundamental para combatir la enfermedad. Cuando descansamos, nuestro cuerpo se restaura.
Al dormir, el cerebro libera las hormonas que desencadenan el crecimiento de los tejidos y el cuerpo más glóbulos blancos, encargados de atacar virus y bacterias.
Por tal razón, si no puedes dormir, es muy probable que la fiebre dure más. Así que asegúrate de descansar y dormir mucho, más de las 9 horas regulares.
2. Mantente Hidratado
Toma mucha agua, té helado, electrolitos y jugos diluidos para reponer los fluidos que pierdes a través del sudor cuando tienes fiebre. Si te es difícil digerir líquidos, chupar hielos también ayudará.
Además, los líquidos ayudan a remover las toxinas, lo que puede acelerar el proceso de recuperación.
Los jugos de frutas deben tomarse diluidos debido a que las bacterias proliferan en la glucosa, por lo que es mejor mantener los niveles de azúcar bajo control.
Asimismo, evita las bebidas hidratantes deportivas, ya que son altas en azúcar e ingredientes químicos que pueden aumentar la inflamación corporal y complicar la curación.
Una buena opción es el agua de coco, pues es muy hidratante y contiene electrolitos.
También puedes tomar infusiones y tés como el de manzanilla, que es muy recomendable.
3. Lleva Una Dieta Blanda
Es normal que el apetito disminuya cuando tienes fiebre. Los alimentos blandos pueden ser ideales, en especial si padeces vómitos.
Algunas opciones son los caldos y la avena libre de gluten.
Prefiere los alimentos bajos en carbohidratos refinados y entre más naturales mejor.
Lee cómo hacer una dieta blanda
4. Consume Probióticos
Los probióticos son ideales para ayudar al sistema inmune, ya que el 80% de dicho sistema se localiza en el tracto digestivo.
Ayudan a reducir el riesgo de enfermedades infecciosas y fortalece la función inmunitaria. Así que tomar kombucha o comer una sopa de miso, mientras tienes fiebre, es muy recomendable.
5. Toma Un Baño Tibio
Un baño tibio o de esponja ayudarán a reducir la fiebre. De igual forma, puedes usar compresas de agua fría.
Evita bañarte con agua fría, usar hielos, baños o frotamientos de alcohol, ya que pueden resultar contraproducentes al causar escalofríos.
Agrega sales de Epsom al baño y unas gotas de aceite esencial de menta o lavanda, son ideales para relajar los músculos y el cuerpo en general.
6. Mantente Fresco
Retira de la cama el exceso de cobertores y sábanas, a menos que sientas escalofríos, porque estar demasiado cubierto puede incrementar la fiebre.
Lo mejor es que vistas una sola capa de ropa ligera y te cubras de sabanas ligeras.
La temperatura de la habitación debe ser confortable, pero si hace mucho calor o el ambiente se siente húmedo o denso, un ventilador podría ayudar a que se refresque un poco.
Otros puntos a tomar en cuenta:
- Toma algún medicamento de venta libre como ibuprofeno para reducir la temperatura. Debes ingerir solo la dosis indicada y no combinarlo con otros medicamentos contra la fiebre.
- En el caso de los niños, no debes darles aspirina sin consultar al doctor, y a los bebés menores de 6 meses no debes administrarles ibuprofeno.
- Observa la duración de la fiebre. Independientemente de la edad, si la fiebre no cede en 48 horas, lo recomendable es que busques atención médica.
Lee nuestra guía sobre los remedios caseros para la fiebre
Cuándo Acudir Al Doctor Por Una Fiebre
La manera como se debe tratar la fiebre depende de la edad del paciente, que si no se atiende, puede derivar en serias complicaciones en el caso de niños pequeños, adultos mayores y personas con el sistema inmune comprometido.
Algunas señales que indican que es momento de llamar al médico son:
- El enfermo no ha orinado en las últimas 8 horas.
- Los síntomas de la fiebre regresan después de que habían desaparecido.
- Hay molestias, aunque la temperatura haya bajado.
- Niños o adultos con fiebre mayor a los 40.5 °C.
- El paciente presenta fiebres intermitentes durante una semana o más, aunque no sean muy altas.
- Padece enfermedades como problemas cardíacos, diabetes, anemia de células falciformes o fibrosis quística.
- Presenta otros síntomas como dolor de garganta, diarrea, vómito o tos.
Fiebre En Bebés
Los bebés de hasta 3 meses de edad, deben ser atendidos por el doctor, si presentan fiebre superior a los 38°C, incluso si no tienen ningún otro síntoma.
En el caso de los bebés de 3 a 6 meses de edad, tal vez no requieran tratamiento con fiebres menores a los 38.9°C. No obstante, si tu bebé presenta fiebre superior a esa, y otros síntomas, debes llamar al médico.
En los niños entre 6 meses de edad y 2 años, pueden tomar medicamentos que no requieren prescripción, pero bajo la supervisión de su doctor.
Las infecciones son la causa más común en el caso de los niños, en su mayoría debido a virus, como los que provocan gripes, enfermedades respiratorias y otras afecciones comunes en la infancia como la varicela.
Algunas infecciones cuando se deben a una bacteria, como las infecciones de oído y garganta, del tracto urinario, neumonía, meningitis e infecciones de la sangre.
Por ejemplo, un dolor de garganta acompañado de fiebre puede deberse a estreptococos, que podría convertirse en fiebre reumática o incluso daño al corazón, por lo que se debe vigilar de cerca.
La mayoría de la gente ha padecido faringitis estreptocócica, que junto con las infecciones menores de la piel, es la forma más común de la enfermedad.
Los especialistas estiman que más de 10 millones de infecciones de garganta y piel ocurren cada año.
Existen otras causas poco frecuentes de fiebre:
- Reacciones alérgicas a vacunas o medicamentos.
- Inflamación de articulaciones crónica.
- Enfermedades gastrointestinales.
- Algunos tumores.
Por supuesto, es normal que los padres se preocupen, en especial si es la primera vez que el bebé padece fiebre. Con frecuencia, el simple hecho de vestir con ropa demasiado abrigadora puede causar un aumento en la temperatura del niño.
Es importante ser muy cuidadoso si tu hijo tiene fiebre. Aunque la mayoría de los bebés presentan fiebres muy altas en casos de enfermedades menores, si tiene una temperatura rectal mayor a 38°C, es momento de acudir al médico.
También es importante que tomes en cuenta que la convulsión febril puede presentarse en bebés y niños pequeños. Aunque este tipo de fiebre genera mayor temor, lo cierto es que suelen terminar pronto y no tiene ninguna relación con la epilepsia.
Fiebre En Niños Y Adolescentes
En los niños sanos, la fiebre no implica ninguna gravedad.
Los niños y adolescentes entre 2 y 17 años de edad, no requieren medicamentos para reducir la fiebre menor a los 38.9°C. Sin embargo, algunas medicinas pueden ser de utilidad, si tienen dolor muscular o irritabilidad.
Si la fiebre dura más de tres días o el niño está sufriendo muchas molestias, será conveniente acudir al médico.
Asimismo, si la temperatura supera los 38.9°C, será recomendable recurrir a medicamentos para bajarla.
Lee nuestra guía detallada de como bajar la fiebre en niños
Fiebre En Adultos
Una fiebre menor a 38.9°C no requiere medicamento, pero si supera esa temperatura, tomar medicinas para reducirla será lo indicado.
Si la fiebre empeora, supera los 39.4°C y no responde a los medicamentos, o si presentas síntomas como rigidez de cuello, dolor corporal severo o dificultad para respirar, debes acudir al doctor.
En lo que corresponde a los adultos de más de 65 años de edad, no requieren atención especial a menos que presenten síntomas como confusión y dificultad para respirar.
Si la fiebre no cede, podrás tomar medicina para bajarla, siempre y cuando lo consultes con tu médico, en especial si tomas otros medicamentos.
Fiebre Con Sistema Inmune Comprometido
En el caso de las personas que padecen enfermedades autoinmunes, VIH o cáncer, es indispensable que acudan al médico si presentan fiebre, pues con frecuencia es señal de infección y suelen ser difíciles de tratar, pues el cuerpo no cuenta con las defensas necesarias para combatir la afección.
Otros factores que pueden generar un sistema inmune débil son:
- Estrés.
- Falta de sueño.
- Mala alimentación.
- El abuso en el consumo de antibióticos.
Fiebre En El Embarazo
La fiebre durante el embarazo suele causar mucha preocupación, debido a que la madre teme que la temperatura alta dañe al bebé.
Es muy probable que los cambios hormonales durante el período de gestación o una debilidad de las defensas causen gripes o resfriados. Este malestar puede ir acompañado de fiebre.
Si la fiebre no supera los 39°C, no existe peligro para el bebé.
Las investigaciones han descartado que incluso en los primeros 3 meses de embarazo, existan riesgos de malformaciones o aborto espontáneo.
No obstante, aunque la fiebre por sí sola no puede perjudicar el desarrollo del feto, sí puede dañarlo el problema de salud, por lo cual es importante estar al pendiente de los síntomas para descartar alguna complicación.
Algunas señales de alerta son:
- Diarrea.
- Fiebre superior a los 39°C.
- Hemorragia vaginal.
- Pérdida de líquido amniótico.
- Pérdida de líquido vaginal.
- Dolor abdominal.
- Contracciones en el útero.
- Dolores de cabeza muy intensos.
Si la embarazada presenta algunos de estos síntomas, es necesario que acuda al médico, pues podría tratarse de alguna enfermedad grave como la preeclampsia.
En lo que se refiere al tratamiento, debido a que durante la gestación lo más conveniente es evitar los medicamentos que puedan dañar al feto, el paracetamol es la opción más segura, siempre bajo vigilancia médica.
Algunas alternativas para bajar la temperatura en el embarazo son:
- Descansar lo más posible.
- Ingerir alimentos ricos en vitamina C.
- Evitar el exceso de ropa y cobertores.
- Tomar una ducha tibia, un grado inferior a la temperatura normal del cuerpo.
Si después de aplicar estos remedios, la fiebre no desaparece, es necesario acudir al doctor.
En la mayoría de los casos no hay motivos para preocuparse, debido a que suele tratarse de un resfriado o un desbalance del sistema inmune.
Fiebre Durante La Lactancia
En este período en particular, existen factores que pueden desencadenar un episodio de fiebre:
- Aumento de leche, al incrementarse la vascularización de las mamas, aumenta también su temperatura durante algunos días y genera fiebre de menos de 38°C.
- Mastitis, es cuando un área del seno está enrojecida, dura y caliente, además de presentar dolor y debilidad extrema.
- Obstrucción, este problema suele presentarse en la zona cercana a la axila con fiebre ligeramente inferior a los 37.8°C.
- Infección urinaria, es una afección muy común en el postparto, que es causada por la deshidratación y la manipulación de la uretra debido al trabajo de parto.
Cuándo Es Una Emergencia
Si el enfermo presenta alguno de estos síntomas, es momento de acudir a la sala de urgencias:
- Confusión.
- No puede caminar.
- No despierta con facilidad o en absoluto.
- Tiene lengua, uñas o labios azulados.
- Sufre un intenso dolor de cabeza.
- Si es un niño, llora pero no le salen lágrimas.
- Presenta convulsiones.
- Tiene el cuello rígido.
- Aparecen nuevas erupciones o hematomas.
- No puede mover alguna extremidad.
Qué Es Una Fiebre
La fiebre en sí misma no es una enfermedad, sino una reacción. Es un mecanismo de defensa de nuestro organismo para afrontar las infecciones o enfermedades.
La mayoría de las bacterias y virus necesitan la temperatura normal del cuerpo para sobrevivir y cuando ésta se eleva, mueren.
La fiebre activa el sistema inmune. Por lo tanto, tener fiebre no es lo peor del mundo, es una buena señal, pues significa que el sistema inmune está haciendo su trabajo correctamente, al buscar la autocuración del cuerpo.
Causas Y Efectos De La Fiebre
Aunque existen numerosas causas, en la mayoría de los casos, la fiebre se presenta como una respuesta del cuerpo hacia una infección viral o bacteriana, casi siempre, de corta duración.
Casi cualquier infección puede causar fiebre, por mencionar algunas:
- Infecciones de oídos, de huesos, de las vías respiratorias, del tracto urinario.
- Mononucleosis.
- Neumonía.
- Bronquitis.
- Sinusitis.
- Tuberculosis.
- Gastroenteritis viral y bacteriana.
En el caso de los niños, es común que presenten fiebre durante 1 o 2 días después de haber sido vacunados. Asimismo, la dentición puede causar un aumento en la temperatura.
Otros factores que pueden causar un incremento en la temperatura corporal son:
- El ciclo menstrual.
- Quemaduras solares.
- Actividad física intensa.
- Medicamentos como los antibióticos, antihistamínicos y medicinas para controlar las convulsiones.
- El abuso de anfetaminas.
- La abstinencia de sustancias psicotrópicas en personas adictas.
- Alta temperatura en la habitación.
- Mucha humedad en el ambiente.
- Por comida.
Las personas con el sistema inmune comprometido suelen padecer fiebres con cierta frecuencia.
Por otro lado, el primer síntoma de la presencia de cáncer suele ser la fiebre. Esto se presenta especialmente en la enfermedad de Hodgkin, otros linfomas y leucemia.
Los coágulos sanguíneos con frecuencia causan altas temperaturas.
Enfermedades autoinmunes o desórdenes inflamatorios también causan fiebre. En esta lista se encuentran:
- Artritis.
- Lupus.
- Artritis reumatoide.
- Enfermedad de Crohn.
- Vasculitis.
Aunque puede causar preocupación, en la mayoría de los casos, la fiebre termina un par de días, una vez que ha cumplido su misión.
Lo importante es seguir de cerca los síntomas y el desarrollo de la fiebre, por si se presenta alguna señal de un problema de salud más grave.
Si bien es cierto que en casos extremos puede provocar daño cerebral y convulsiones, podría ser un indicador de otras afecciones.
El riesgo de daño cerebral se presenta cuando la temperatura corporal supera los 42°C.
Las fiebres que no reciben tratamiento, rara vez sobrepasan los 40°C, a menos que el enfermo esté cubierto en exceso con mantas o ropa, o en un ambiente muy caluroso.
Otro tipo de fiebre son las llamadas fiebres de origen indeterminado, donde el paciente sufre alta temperatura durante varios días e incluso semanas, sin que el médico pueda definir la razón.
Síntomas De La Fiebre
Los síntomas de la fiebre puede ser muy diversos, y de ellos dependerá cómo tratarla.
Los síntomas más comunes son:
- Debilidad o aturdimiento.
- Escalofríos.
- Náuseas.
- Vómito.
- Erupciones.
- Dolor de cabeza.
- Dolor muscular.
- Sudor.
Si padeces erupciones con la fiebre, consulta a tu médico para que determine el origen de tu malestar.
En el caso de presentar náuseas y vómitos, un tratamiento médico ayudará a combatirlos más rápidamente.
Si presentas fiebre demasiado alta (39.4°C) debes buscar atención especializada de inmediato, particularmente si experimentas convulsiones, alucinaciones o confusión.
Conclusiones
Aunque padecer fiebre siempre es un signo de alarma, es importante que recuerdes que es una reacción del cuerpo y parte del trabajo de tu sistema inmune.
El objetivo de los tratamientos es reducir parcialmente la temperatura, pero no eliminar la fiebre total y bruscamente.
Ante cualquier síntoma inusual, debes acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Evita el abuso de medicamentos de venta libre, particularmente en el caso de los niños, pues su administración podría derivar en complicaciones de salud.
Aunque curar o controlar una fiebre no debe complicado, es importante seguir las recomendaciones, dependiendo de la edad del enfermo y de su estado de salud.
Sigue con nosotros.
Buen día.
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