Cómo limpiar tu ombligo de forma correcta

El ombligo es una parte de tu cuerpo que apenas exige atención, a menos que tengas algún piercing (perforación con algún arete o pieza de joyería como adorno). Las investigaciones muestran que dentro del ombligo pueden vivir hasta un total de 2,368 especies diferentes de bacterias. En promedio, una persona puede llegar a tener hasta 67 especies de microorganismos habitando normalmente en el ombligo (1).

A continuación te decimos qué solución utilizar para limpiar tu ombligo dependiendo de tus necesidades:

  • Para una limpieza de rutina, utiliza aceite para bebés o peróxido de hidrógeno (agua oxigenada).
  • Para una suciedad tenaz, aplica aceite de coco caliente.
  • Para una limpieza antiséptica, usa agua salada.

No es necesario darle a tu ombligo una limpieza profunda todos los días. El baño regular es suficiente para cuidarlo, especialmente por el hecho de que muchas de las bacterias que habitan en esa zona son útiles. Sin embargo, de vez en cuando sí puedes limpiarlo completamente, para lo cual te daremos las siguientes indicaciones.

Higiene de rutina

Cosas que necesitas:

• Hisopos de algodón

• Solución de limpieza (ya sea aceite para bebés, peróxido de hidrógeno o alcohol para frotar).

Procedimiento:

Sumerge el hisopo de algodón en la solución de limpieza de tu elección. Frota suavemente el hisopo alrededor de tu ombligo, teniendo cuidado de no lastimarlo. Cuando hayas terminado (un par de veces debe ser más que suficiente), limpia el área con un hisopo seco, asegurándote de eliminar todo residuo de la solución de limpieza. Para ayudar a prevenir algún tipo de infección, enjuaga con agua salada tibia y seca el área con una toalla limpia y suave.

Si tienes un piercing

No retires el piercing hasta que la perforación esté completamente curada, o si hay pus o sangre producto de la misma. Tampoco debe haber formación de costras en la pieza de joyería. Finalmente, para limpiar tu ombligo y tu piercing, sigue los pasos siguientes:

• Mueve el piercing hacia arriba lo máximo que puedas.

• Empápalo en la solución de limpieza.

• Luego muévelo hacia abajo, lo máximo posible.

• Limpia bien el piercing con un pañuelo sumergido en solución salina, eliminando cualquier tipo de costra de la pieza.

• Limpia y seca el ombligo usando hisopos de algodón.

Asegúrate de no dejar restos de humedad. Para quienes tienen un piercing nuevo, sería beneficioso utilizar también un antimicrobiano al limpiar el ombligo.

Combate la suciedad persistente

A veces, la suciedad se puede acumular dentro de tu ombligo y negarse a salir únicamente con hisopos de algodón y soluciones de limpieza. En este caso un masaje con aceite caliente puede resultar muy útil. El aceite ayudará a engrasar bien el área del ombligo, facilitando así la eliminación de la suciedad acumulada. El procedimiento a seguir es:

• Aplica en tu ombligo aceite de coco caliente.

• Masajea suavemente en sentido horario y antihorario.

• Sostén la piel alrededor del ombligo y raspa la suciedad con un hisopo de algodón.

Desinfecta con agua salada

Una solución de agua salada actúa como antiséptico y a la vez como agente limpiador. Se cree que usar una solución de agua salada caliente es mucho más beneficiosa que a temperatura ambiente.

• Prepara una solución de agua salada utilizando sal marina y agua tibia.

• Raspa la suciedad del ombligo usando un hisopo de algodón.

• Enjuaga con la solución de agua salada caliente.

• Seca con una toalla o un pañuelo de papel.

• Repite el proceso hasta que estés satisfecho con los resultados.

Siempre hidrata después de limpiar

Es muy importante que mantengas hidratado tu ombligo y su área circundante. Esto asegurará que la zona permanezca suave, libre de infecciones y sin olor fétido. Un ombligo seco, así como la región que lo rodea, puede producir sensación de picazón y, si te rascas, se pueden formar moretones e incluso infecciones.

Guías para Limpieza 

 

 

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