Las mandarinas son frutas que tienen un aporte nutricional sumamente relevante por lo que es importante no solo consumirlas como postre por ejemplo la mermelada de mandarina o como colación, sino que es muy buena idea elaborar con ellas otras preparaciones, especialmente durante su temporada, cuando la calidad y los precios son ideales.
Los beneficios de la mermelada de mandarina casera, igualmente, van más lejos del valor nutricional de la misma. Cuando elaboramos nuestros propios productos, no solo lo elemental sino que dulces y salsas de todo tipo, estamos haciendo una dieta mucho más variada, estamos ahorrando dinero, y porque no, si incluimos a los niños en la elaboración, estamos educando.
De este modo evitamos los aditivos, conservantes, mejoradores de sabor, colorantes, y todo lo que se agrega a los productos procesados que compramos con frecuencia. Para quienes digan que es muy complicado o que no tienen tiempo, en realidad tanto esta receta de mermelada de mandarina que veremos como otras, son simples y muy rápidas de hacer, solo se trata de generar un hábito.
Por último, nos permite desarrollar nuestra creatividad, ya que siempre podemos agregar algo que nos parece que puede quedar bien. Tal vez no siempre el resultado sea bueno, pero seguramente más de una vez vamos a lograr algo diferente y personal.
La mandarina es originaria del Asia, pero los conquistadores fueron difundiéndola a gran velocidad, ya que el sabor es realmente delicioso. De los cítricos suele ser el más dulce, con una suave pulpa y un precio que suele ser muy accesible.
Aporte nutricional y beneficios de las mandarinas
1. Agua.
Las mandarinas tienen casi un 90 % de agua
2. Fibras.
La cantidad de fibras es realmente importante, con todas las ventajas que esto trae, Por una parte, dan mayor saciedad, algo que siempre viene muy bien en una dieta de adelgazamiento. Normalizan el tránsito digestivo, ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre y mejoran los niveles de colesterol.
3. Vitamina C.
Con la importancia que esta vitamina tiene no solo para las defensas, sino por ser un fuerte antioxidante. Los antioxidantes son sustancias que combaten los temibles radicales libres, los cuales se van formando con el paso del tiempo y son los responsables de varias enfermedades degenerativas, como las cardiovasculares y el cáncer. Cuando pretendemos tener una dieta anti envejecimiento, debemos pensar especialmente en mantener una buena cantidad de antioxidantes. En este caso, el contenido es relevante.
4. Provitamina A y vitaminas del grupo B.
La mandarina aporta vitamina A y del grupo B las cuales nos ayudan a la vista y al metabolismo.
5. Minerales como el Potasio, Calcio y Magnesio.
Recordemos que el potasio es muy importante para mantener normales las cifras de presión arterial y para evitar la retención de líquidos.
6. Ácido fólico
Que no solo evita las anemias, sino que evita malformaciones fetales, por lo que se recomienda su consumo cuando se planifica un embarazo.
Ver también:
- Receta de la mermelada de arándanos
- Receta y beneficios de la mermelada de cebolla
- Receta de la mermelada de calabaza
Como preparar la mermelada de mandarina casera
Por todos los motivos que hemos visto, los beneficios de la mandarina son muchos y variados, de modo que incorporarla a la dieta es muy importante. La mermelada de mandarian, es de simple elaboración, como veremos.
Ingredientes:
1. Medio kilogramo de mandarinas sin piel. Aparte debemos conservar la piel o cáscara de una de ellas. Podemos utilizarla rallada, o mejor aún, cortada en finas tiras. Lo importante es lavarla muy bien antes, por supuesto.
2. Jugo de un limón mediano o medio limón grande. Esto es un poco a gusto, pero es importante que contenga limón. La cantidad varía un poco con el gusto personal.
3. 250 gramos de azúcar.
Elaboración:
1. Vamos a pelar muy bien las mandarinas, lo que implica quitar la piel interior que tiene cada gajo. Si estamos utilizando mandarinas que tienen pepas o semillas, es importante retirarlas todas, dejando claro que no puede quedar ninguna ya que afecta el sabor seriamente.
2. Una vez con todos los gajos pelados, podemos o cortarlos pequeños con cuchillo o podemos procesarlos en la licuadora. Esto depende el gusto personal, si queremos que se vean trozos más grandes o no.
3. Llevamos a hervir, junto con el jugo de limón y las cáscaras o pieles ralladas o cortadas finas. Debemos tener en cuenta que las cáscaras o pieles le darán un gusto algo amargo, por lo que se pueden evitar. En lo personal me gusta mucho como quedan, por lo que los conservo, pero es por ese motivo que lleva tanta azúcar (mitad y mitad).
4. Ponemos el fuego a temperatura media o suave, y vamos removiendo siempre con cuchara de madera. Este detalle es muy importante, ya que no queda igual si se usa un instrumento mecánico.
5. Poco a poco se va haciendo la mermelada. Vamos a suspender la cocción cuando vemos que ha tomado la consistencia que más nos gusta.
6. Antes de envasar la mermelada de mandarina, hay que dejar en reposo la preparación. Los recipientes de vidrio previamente esterilizados, son ideales para conservar nuestra mermelada.
7. Un detalle nada menor, es que se puede aumentar o variar en sentido positivo la consistencia, si utilizamos gelatina sin sabor. Esto le da otra textura. En lo personal la prefiero más simple, sin gelatina, pero es un recurso que debemos saber que se puede utilizar y que funciona muy bien.
8. Otro detalle es que se puede utilizar menos azúcar y al final agregar un poco de miel natural. Esto va en los gustos y solo se trata de experimentar ya que son sabores que pueden o no gustarnos como quedan juntos.
9. Si bien esta receta es para mandarinas, se puede hacer lo mismo con naranjas. Lo importante es aprovechar la estación de cada fruta, de modo de obtener las mejores calidades y precios. En ese momento es que debemos preparar las mermeladas que iremos variando, de este modo, todo el año, siempre hecho en casa.