Receta de mermelada de calabaza

La calabaza es una hortaliza que nos ofrece muchas opciones en la cocina, pero no siempre las tenemos en cuenta tanto como deberíamos.

En este momento, que se acerca Halloween y se utilizan mucho las calabazas para decorar, es una excelente idea utilizar su contenido para preparar algunas recetas.

Una de mis preferidas es la mermelada de calabaza, que además de ser muy fácil de hacer y muy saludable, nos permite algunas variantes creativas que son muy interesantes. Siempre recomiendo jugar un poco con las recetas de modo de personalizarlas con variantes interesantes.

Tal vez no siempre nos quede muy bien, pero es cuestión de intentar hasta lograr resultados positivos.

Antes de ver la receta de mermelada de calabaza veamos un poco el valor de esta hortaliza desde el punto de vista nutricional.

En primer lugar destacamos el alto contenido en fibras, dato muy relevante. Por otra parte, la calabaza tiene importantes cantidades de vitamina A. Es un antioxidante potente debido a su contenido en caroteno, licopeno y cumarinas.

Receta de mermelada de calabaza

  • Un kilo de calabaza sin piel ni semillas. Se pesa una vez que le hemos quitado todo lo anterior.
  • Medio kilo de azúcar. Si queremos que sea menos calórico se puede usar edulcorante.
  • Jugo o zumo de un limón
  • Como opcionales y de acuerdo a nuestro gusto podemos usar canela (vainilla o lo que más nos guste para agregar sabor. Las uvas pasas dan una textura muy interesante y que vale la pena probar.)
  1. Cortamos la calabaza en cubos, una vez que le hemos quitado la piel y las semillas. Hay quienes la dejan macerando con el azúcar y un poco de agua desde la noche anterior. En lo personal lo he hecho y vale la pena, pero si no tengo mucho tiempo omito el paso.
  2. Llevamos la calabaza al fuego, si puede ser en una cacerola de barro, mejor aún, pero si no tenemos tampoco hay problema. Lo importante es llevar con el agua de la maceración y el azúcar. Si no lo hemos macerado, simplemente ponemos el agua y el azúcar.
  3. Agregamos el jugo de limón. Esto es para dar un punto de acidez le queda excelente. En este momento se puede agregar también la canela o la vainilla. Si es extracto de vainilla, en lo personal lo agrego cuando ya apago el fuego.
  4. El fuego tiene que ser medio a bajo, y debemos estar atentos. Cada tanto revolvemos con cuchara de madera, ya que de lo contrario de pegará al fondo.
  5. En media hora más o menos, ya está pronta. Lo que haremos es ir comprobando la textura. Una vez alcanzada, apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos.
  6. Un dato fundamental: batir la mermelada una vez que se ha comenzado a enfriar. Eso le da a la mezcla una homogeneidad ideal. Por supuesto que si tenemos la canela en rama o la vainilla, las retiramos antes de pasar a la batidora.
  7. Solo nos resta almacenarla. Es realmente deliciosa.

Imagen: localkitchenblog

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