Las buenas cosas vienen en pequeños paquetes con la comida no es la expeción.
Estas cenas son perfectas para satisfacer pequeñas bocas y ser levantadas por pequeñas manos. Cada cena es baja en calorías, y son tan deliciosas que los niños grandes (los papas) les van a gustar.
La cena es una de las comidas principales del día, pero eso no quiere decir que tenga que ser abundante y pesada, sino todo lo contrario, debe ser ligera y balanceada.
La cena suele ser la comida que se hace en familia, es el momento de conversar todos juntos y comentar lo que se ha hecho en el día, por lo que siempre hay que tener en cuenta que no solo importa lo que estamos comiendo (que importa y mucho) pero también lo que generamos con un clima de conversación y calma. Acostumbrarlos a que sea un momento de familia y que la comida une es muy importante, no se trata solamente de nutrir el cuerpo.
A los niños hay que educarlos en cuanto a la forma de comer y eso empieza por nuestro ejemplo. Si nosotros no comemos variado y no nos acercamos a un vegetal o una legumbre, no podemos pretender que los niños lo hagan. La comida para un niño, por otra parte, debe ser atractiva a la vista.
Un modo interesante de educar a los niños en como comer sano, es acostumbrarlos a los colores variados de la comida. Obviamente que hablamos de colores naturales y no de colorantes, pero si en el mismo plato hay 4 o más colores, es seguro que la comida en este caso la cena, está bien completa y balanceada.
Otro punto es aprovechar la forma de los alimentos. Por ejemplo, los brócolis son arbolitos, con los tomates podemos hacer muñecos, etc. Presentar el plato en forma divertida tal vez nos lleve uno o dos minutos más de trabajo, pero vale la pena, solo es cuestión de imaginación. Se pueden hacer dibujos en un puré, e incluso una pequeña escultura.
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Presentar un plato de esta forma también es mostrarles amor y dedicación de un modo sumamente simple. No hay que ser exigentes con las cantidades, pero hay que estimular a que prueben todos los alimentos sin forzarlos.
Si un niño ha probado en tres ocasione diferentes un alimento y no le ha gustado nunca, ahí si podemos asumir que no le gusta. No quiere decir que no se lo presentemos más, pero no vamos hacer énfasis en el mismo. Todos tenemos un gusto y hay que respetarlo. Veamos algunas ideas para la cena.
Las mejores 10 cenas saludables para niños:
1. Sopa de calabaza, tortilla de patatas con ensalada de hojas verdes y fruta
La sopa la preparamos simplemente hirviendo la calabaza, y luego la procesamos. Al momento se servir le agregamos un poco de queso, lo que aporta una buena cantidad extra de Calcio y de proteínas. La tortilla de patatas las vamos a decorar con unas aceitunas para hacer unos bonitos ojos, y con tomates le hacemos una boca. Con las hojas verdes le hacemos un divertido cabello.
2. Arroz con atún, tomate y aceitunas, de postre fruta
Como en la cena anterior, con las aceitunas y los tomates vamos a dibujar algo divertido. En este caso, una casita con un techo rojo, y unas ventanas verdes y un piso blanco. Siempre es importante presentar una fruta al final, pero no necesariamente debe ser una cantidad importante. Con unas pocas fresas es suficiente, para dar un ejemplo.
3. Sopa de letritas, tortilla de espinaca, zanahoria rallada con manzana y lechuga
La combinación de la zanahoria rallada con manzana rallada siempre funciona, y nos ayuda a ampliar su paladar y evitar prejuicios en cuanto a los sabores. La tortilla de espinaca es muy sabrosa si le agregamos un poco de ajo picado muy pequeño. De postre fruta. Aquí podemos jugar con los colores del plato principal, pero en el postre, se puede jugar también combinando frutas de colores contrastantes.
4. Sopa de arvejas, una pechuga de pollo a la plancha con una ensalada de brócoli, tomate y huevo
La sopa la preparamos similar a la de calabaza, procesando el vegetal una vez cocido. Con los arbolitos de brócoli se hace un divertido cuento, donde también vamos a aprovechar los colores del tomate y el huevo. Para aderezar siempre el aceite de oliva extra virgen es ideal, pero también podemos jugar con la acidez del limón para abrir un poco más el panorama de sabores.
5. Ensalada de judías verdes, tomate, zanahoria, aceitunas, queso y atún. De postre fruta
La ensalada colorida permite todo tipo de dibujos en el plato. Es importante destacar como estamos incluyendo lácteos, proteínas y vegetales en un solo plato, de forma deliciosa y atractiva a la vista.
6. Sopa de verduras cortadas pequeñas, patatas al horno con una pechuga a la plancha sin piel
Las patatas las vamos a cortar onduladas, o en pequeñas esferas. Lo interesante es darle una forma que resulte divertida a la vista. De postre fruta.
7. Pastel de calabaza, jamón, choclo (maíz) y queso
La preparación es muy simple, ya que la calabaza la preparamos en el horno, y antes de finalizar la cocción le agregamos el choclo, el jamón y el queso. Es importante utilizar un queso que se funda bien. Se sirve con unos tomatitos cherry. Nuevamente, fruta.
8. Sopa de espinaca, ensalada de arvejas, choclo, zanahoria y lechuga con una pechuga de pollo sin piel a la plancha o en el horno. De postre fruta
Igual que los casos anteriores, usemos nuestra imaginación para decorar el plato de los niños que llevemos a la cena y así lograr que tengan una cena nutritiva.
9. Sopa de estrellitas, filete de merluza o similar, con puré de calabaza y ensalada verde
El colorido del plato y la consistencia del puré nos permiten todo tipo de creaciones atractivas dentro del plato.
10. Pizza casera con tomate, queso mozzarella de buena calidad, aceitunas, unas rodajas de berenjenas, y un colchón de albahaca y rúcala con oliva en el sector superior
Como vemos, esta pizza que podemos dejarla para la cena de un viernes o un sábado, se aleja mucho de la comida con mucha grasa y calorías. Al prepararla en casa podemos jugar mucho con los ingredientes, permitiendo de hecho que cada niño aporte su creatividad a la misma. Una pizza admite todo tipo de ingredientes: vegetales, hongos, atún, huevo duro, etc. La fruta de postre siempre es importante.