La Helicobacter pylori es una bacteria que infesta el revestimiento del estómago que de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, es responsable del 80 % de las úlceras gástricas y el 90 % de las duodenales registradas en Norteamérica. (1)
Los siguientes son los problemas estomacales consecuencia de la H. pylori, como también es conocida la bacteria:
- Dolor muy ardiente en el abdomen.
- Pérdida súbita de peso.
- Hinchazón y náuseas.
- Pérdida del apetito.
- Frecuentes eructos.
La mayoría de los tratamientos médicos están basados en fuertes antibióticos que provocan náuseas, pérdida de apetito, diarrea y otros efectos secundarios en algunos pacientes.
No se descarta que haya resistencia a estos medicamentos en algunas personas, haciendo cada vez más populares los tratamientos a base de ingredientes naturales.
Tratamientos naturales para la infección de la H. pylori
En la mayoría de los tratamientos para combatir la Helicobacter pylori se redujo el número de bacterias en el estómago, pero no fueron erradicadas completamente.
Lo mejor será seguir la orientación de un médico antes de iniciar cualquier tratamiento natural. El programa recetado por el doctor para una infección este tipo nunca se sustituido con remedios naturales. Lo que sí se podrá hacer, siempre con aprobación médica, será emplear ingredientes no químicos para complementar el tratamiento médico y acelerar la sanación.
Aceite de oliva
El aceite de oliva tiene cualidades antibacterianas contra 8 diferentes cepas de la H. pylori, según un estudio emprendido en 2007 por el Departamento de Microbiología del Hospital Universitario de Valme, España. De estas, solo 3 cepas son resistentes a los antibióticos. (2)
El aceite de oliva permanece estable en el ácido gástrico.
Lee nuestra guía sobre las propiedades del aceite de oliva
Miel
Pese a que el Departamento de Bioquímica de la Universidad Nacional Autónoma de México demostró las cualidades antibacterianas de la miel contra la H. pylori, no hay investigación científica que compruebe que esta pueda eliminar la bacteria por sí sola. (3)
Los investigadores sugieren que este fluido dulce y viscoso sea empleado como complemento al tratamiento estándar para disminuir el tiempo de mejora. La miel de manuka y la cruda tienen los mejores efectos antibacterianos.
Probióticos
Un estudio emprendido en 2012 por el Departamento de Gastroenterología del Hospital de Changhai, China, demostró que los probióticos antes y después del tratamiento contra la H. pylori, mejoran las tasas de erradicación de la bacteria. Además, estos ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal. (4)
Los antibióticos empleados en el tratamiento eliminan del estómago tanto las bacterias buenas como las malas, favoreciendo a un desorden en la flora intestinal que puede provocar problemas digestivos e intestinales. Los probióticos ayudan a reponer las bacterias buenas después de un tratamiento con antibióticos.
Estos alimentos pueden ayudar además a mantener los niveles sanos de levadura en el estómago. Investigadores también encontraron que la bacteria, Lactobacillus acidophilus, tiene el mejor rendimiento de todos ellos.
Brotes de brócoli
El compuesto químico, sulforafano, elaborado a base de brotes de brócoli, ayuda en el tratamiento contra la bacteria.
Una investigación emprendida en humanos y ratones publicada por la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer, en Estado Unidos, apunta a que este químico reduce la inflamación gástrica y abrevia las colonizaciones bacterianas y sus efectos consecuentes. (5)
Un estudio en personas con diabetes tipo 2 y H emprendido por la Universidad Shahid Beheshti de Ciencias Médicas, en Irán, demostró que el brote de brócoli en polvo combate las bacterias, mejorando al mismo tiempo los factores de riesgo cardiovascular. (6)
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Té verde
Un estudio con ratones emprendido por el Departamento de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en Estados Unidos, demostró que el té verde ayuda a ralentizar y a matar la bacteria H. pylori. (7)
La investigación concluyó que ingerir la infusión antes y durante la infección previene la inflamación del estómago y reduce los síntomas severos de la gastritis, respectivamente.
Fototerapia
Estudios de la División de Ciencias y Tecnología de la Salud de Harvard-MIT, en Estados Unidos, revelaron que la H. pylori es vulnerable a la luz. La fototerapia con rayos ultravioleta favorece a eliminarla. (8)
Los investigadores afirman que este tratamiento, además de seguro, es una alternativa cuando no se puede consumir antibióticos.
Raíz de regaliz
La raíz de regaliz es un popular remedio natural para el tratamiento de úlceras gástricas y para combatir la H. pylori.
Investigaciones del Instituto de Biología Farmacéutica y Fotoquímica de la Universidad de Münster, Alemania, hallaron que la raíz evita que la bacteria se adhiera a las paredes de las células que pueden infectarse, sin atacarla directamente. (9)
Tratamientos tradicionales con medicamentos para tratar las infecciones del H. pylori
Lo habitual para el tratamiento de la H. pylori es que el médico recete dos antibióticos y un antiácido para reducir el ácido gástrico, programa conocido como, terapia triple, cuyo objetivo es eliminar como mínimo el 90 % de la bacteria.
El doctor añadirá otro medicamento para complementar el tratamiento si el paciente es resistente a los antibióticos. El mismo no dura más de dos semanas.
Emplear dos antibióticos reducirá el riesgo de crear resistencia a ellos. Los que se administran normalmente para este tratamiento son:
Los siguientes antiácidos también aportan en la sanación del revestimiento del estómago:
- Los inhibidores de la bomba de protones conocidos como Lansoprazol y Omeprazol, medicamentos que detienen la creación de ácido gástrico.
- Bloqueadores de histamina como la Ranitidina (Zantac) y la Cimetidina (Tagamet), que bloquean la histamina responsable de activar el ácido.
- Salicilato de bismuto (Pepto-Bismol) que recubre y protege el revestimiento del estómago.
Recomendaciones
Será importante un diagnóstico preciso para un tratamiento efectivo, pues una infección de la H. pylori suele confundirse con infecciones estomacales como el reflujo ácido.
Lo ideal será comenzar el tratamiento inmediatamente tras el diagnóstico del contagio. Aunque no tienen efectos secundarios, los métodos naturales para su cura no eliminan completamente la infección.
¿Cómo prevenir una infección?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades no tienen recomendaciones formales para prevenir la infección de la H. pylori, porque no ha sido precisada una fuente de contaminación.
Lo más responsable será lavar bien y frecuentemente las manos, lo alimentos y respetar las normal de una buena higiene personal.
Será necesario terminar el tratamiento para evitar un nuevo contagio.
Muchas personas tienen la bacteria durante toda su vida sin darse cuenta de ello, sin embargo, esta podría complicarse si no se atiende oportuna y adecuadamente al causar inflamación gástrica crónica. Estas complicaciones pueden ser úlceras sangrantes y cáncer de estómago.
Las tasas de erradicación del H. pylori con un tratamiento antibiótico aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos, son de entre 61 % y 94 %, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Estos porcentajes aumentan cuando al tratamiento se suman antiácidos.
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