12 hábitos de todos los días que dañan el cerebro que nunca deberías hacer

Los hábitos son los que nos hacen lo que somos.

Si decidimos hacer un mal cambio solo por el placer instantáneo. Al principio parece insignificante.

Hasta que se hace un hábito.

Mira:

Cuando nos referimos al cuidado personal, algunos lo asocian con el cuidado de la salud en general y otros lo asocian más con el cuidado del aspecto personal.

Pero cuando pensamos en el cuidado de la salud, casi siempre pensamos en mantenernos dentro de un peso adecuado (esto está muchas veces relacionado también con el aspecto personal) o cuidar algunos factores que todos identificamos como de riesgo.

Lo que es seguro que es son muy pocos los que piensan en el cuidado nada menos que de nuestro cerebro, y mucho menos aún no sabe cuáles son los hábitos de todos los días que dañan el cerebro. En realidad es un fuerte contrasentido, porque cuando pensamos en nuestra salud sería bastante obvio pensar primero en nuestro cerebro, porque ahí radica nuestra personalidad, emociones, sensaciones, etc.

Este órgano define quienes somos. Aprendamos entonces a cuidarlo un poco más.

Los 12 hábitos que debes evitar son los siguientes:

1. Consumo de alcohol en exceso.

El alcohol es un tóxico para el cerebro, actuando de diversas formas para producir ese daño. Por una parte produce muerte neuronal pero además enlentece la trasmisión de los impulsos nerviosos. Por supuesto que un consumo leve y ocasional no es un problema pero un consumo más frecuente, aún en cantidades que la persona no aprecia como peligrosas, pueden ser muy dañinas.

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2. Sueño insuficiente.

No tener las suficientes horas de descanso diario logra dañar el cerebro. Por supuesto que no dormir una noche o dormir poco una vez no es un problema, pero si no dormimos todas las noches las horas suficientes, la salud del cerebro se reciente.

3. Exponerse a ambientes muy contaminados.

El cerebro es un órgano altamente sofisticado, razón por la cual también es muy exigente. Exponerse a ambientes contaminados en forma leve pero frecuente o exponerse brevemente a un ambiente muy contaminado puede dañar muy seriamente el cerebro.

4. No desayunar de un modo correcto.

Durante las horas de sueño por supuesto que estamos en ayunas, pero también es un hecho que si bien la actividad de nuestro organismo se mantiene, lo hace en forma limitada. Una vez finalizado el sueño las exigencias de energía son mucho mayores, y si no se reciben alimentos, se agotan sus fuentes. Para el cerebro someterse a esos ayunos forzados, o sea, no desayunar, es algo sumamente peligroso.

5. Alto consumo de azúcares y alimentos muy refinados.

El cerebro tiene poca tolerancia a ese tipo de alimentación, por lo que si queremos cuidar nuestro cerebro debemos alejarnos de la misma.

6. Hábito de fumar cigarrillos.

El cigarrillo, al igual que el alcohol daña el cerebro de muchas formas distintas. Por una parte disminuye los niveles de oxigeno óptimos para una buen desempeño, pero por otra parte, el cigarrillo aporta gran cantidad de sustancias tóxicas, varias de las cuales son cancerígenas.

7. Ingesta inadecuada y muy abundante de alimentos.

Cuando ingerimos alimentos en forma mayor a la necesaria, en general ricos en grasas, seguramente haremos que nuestro cerebro se vea en problemas, ya que las arterias que lo irrigan se verán dañadas con este tipo de dietas. Es un daño indirecto pero serio que puede incluso ser una seria amenaza para la vida de la persona.

8. Realizar un fuerte trabajo intelectual mientras se cursa una enfermedad.

Por supuesto que no decimos que no se puede mirar una película mientras se está convaleciendo de una gripe, pero intentar preparar un examen mientras tenemos temperatura elevada, no solo hará que el trabajo tenga malos resultados, sino que nuestro cerebro será sometido a un sobreesfuerzo poco saludable para su funcionamiento.

9. Falta de estímulos.

Limitar la actividad intelectual es sumamente dañino. Como se dice, la función hace al musculo. Obviamente que nuestro cerebro no es un musculo, pero si necesita entrenamiento. Siguiendo la analogía, si no tenemos actividad intelectual regular y de buena intensidad, sería como tener ese músculo flácido. Mantener nuestra tonicidad intelectual se puede hacer leyendo (en caso de no poder hacerlo bien, existen los audio libros), mirando películas, practicando juegos mentales, etc. El punto es mantenerse bien activos. El cerebro que no utiliza su potencial tiende a disminuirlo en forma marcada y sostenida.

10. Mal manejo del estrés y la ira.

No podemos pedirle a nadie que tenga una vida libre de tensiones, porque eso no es posible. Lo que sí es posible es aprender a manejarlas de un modo saludable. No ponerle tanta afectividad a cosas que no lo merecen y bajar los niveles de ansiedad, son dos herramientas excelentes para comenzar a manejar mejor el estrés. La ira tampoco es muy sana, pero también se puede aprender a manejar en forma mucho más sana las frustraciones, sin que sea necesario llegar a la ira, que tanto daño le hace a nuestro cerebro.

11. Dormir completamente cubiertos.

Hay quienes tienen el hábito de cubrirse completamente, aunque más no sea con la sabana, a la hora de dormir. La verdad es que está lejos de ser una buena idea. Si bien no es probable que alguien se asfixie así, si es un hecho que va a respirar un aire mucho más rico en niveles de dióxido de carbono y pobre en oxigeno. Como ya hemos visto, el cerebro es muy exigente en cuanto a los niveles de oxigeno que requiere, por lo que si tenemos ese habito, debemos modificarlo rápidamente.

12. Tener una dieta inadecuada.

Si no recibimos una dieta con vitaminas, buena cantidad de fibras, proteínas y grasas saludables, nuestro cerebro va a sufrir las consecuencias sin duda alguna. Debemos acostumbrarnos a los cereales integrales, las frutas y vegetales, carnes magras y aceites saludables para mantener nuestro cerebro sano.