Todos sabemos que lavar nuestros dientes tres veces al día y usar hilo dental con frecuencia es lo más importante para una buena higiene dental.
Pero, entonces ¿porqué miles de personas que siguen las instrucciones de limpieza bucal siguen teniendo problemas de caries?
De hecho, la inmensa mayoría de las personas padecerán caries al menos una vez en la vida, sin importar que siempre se laven los dientes de forma adecuada. Claro que, si no existe una buena higiene, el problema será mucho peor.
Mientras que uno de cada cuatro adultos tiene caries, casi la mitad de los adolescentes y los niños las padecen, y esto bien puede deberse a sus hábitos alimenticios, que tienden a incluir más dulces y comida chatarra.
A continuación te vamos a dar otras formas simples de prevenir las caries, de las cuales probablemente hay algunas que no estés tomando en cuenta.
1. Identifica tu nivel de riesgo de padecer caries
El primer paso para tomar el control de tu salud bucal es conocer qué tanto estás en riesgo de tener caries y picaduras. La mejor forma de saberlo es a través de un examen dental meticuloso por parte de tu dentista.
Él evaluará el estado general de tu dentadura, el nivel de desgaste del esmalte, si hay pequeños puntos negros, o zonas con mayor propensión a picarse por la acumulación de alimento entre los dientes.
Todos estos factores le permitirán indicarte qué cambios debes hacer en tu técnica de cepillado y en tu dieta para evitar que pequeñas picaduras avancen hasta convertirse en caries.
Otra ventaja de monitorear tu salud oral de cerca es que te permitirá determinar con más confianza cada cuántos meses necesitas realizar una cita de limpieza con tu profesional.
Normalmente las personas sin problemas evidentes deben hacerlo con una frecuencia no menor a seis meses, aunque si tu dentista ha detectado algunos inicios de caries, placa o inflamación en las encías, podrías tener que visitarlo por un tiempo cada tres meses o incluso cada mes.
2. Lava tus dientes con la técnica, la frecuencia y el cepillo adecuados
Éste es uno de los consejos más obvios, y seguramente has escuchado miles de veces aquello de lavarse los dientes tres veces al día.
Pero una cepillada exprés de 15 segundos con una técnica poco meticulosa y con el mismo cepillo que usas hace un año, realmente no sirve de gran cosa. Incluso, podría provocarte desgaste de esmalte y problemas en las encías, como sangrado e inflamación.
Para limpiar todos los dientes y el espacio entre ellos, y dejar que los activos de la pasta dental funcionen, necesitas usar un cepillo reciente de cerdas suaves, cepillar los molares con movimientos circulares, los frontales superiores hacia abajo, y los inferiores hacia arriba, y todo esto por espacio de al menos tres minutos.
Además, es buena idea que te acostumbres a usar un enjuague bucal antibacterial, pues son las bacterias las que causan la mayor parte de los problemas en los dientes y en las encías, incluido el mal aliento.
Debes seguir tu rutina de limpieza oral después de cada comida, pero es especialmente importante que lo hagas antes de ir a dormir, pues dejar todos esos residuos alimentando a las bacterias durante la noche entera puede potenciar el daño por ácido en los dientes.
Finalmente, no olvides que la limpieza de la boca también debe incluir la lengua y la parte interior de las mejillas.
La mayoría de los cepillos dentales de calidad tienen un aditamento especial para cepillar la lengua en la parte de atrás. No dejes de usarlo, y recuerda cambiar el cepillo cada tres o cuatro meses, como máximo.
3. Reemplaza las bebidas azucaradas, ácidas y carbonatadas por agua simple
La exposición prolongada de los dientes a las bebidas azucaradas incrementa sustancialmente el riesgo de padecer caries.
Puedes disfrutar sin problemas de tu café o tu té de la mañana, pero muchas personas pasan hasta cuatro horas dando sorbos a la misma bebida y eso se traduce en que los dientes están expuestos al azúcar por demasiado tiempo.
Así que procura terminar tu café en 20 minutos y enjuagarte o lavarte la boca inmediatamente. Otra buena estrategia es tener siempre a la mano una botella de agua simple con la cual enjuagarte la boca siempre que bebas algo dulce, o consumas cualquier alimento.
Por su parte, el consumo de agua simple ayuda de varias formas a evitar las caries. En primer lugar, arrastra gran parte de los residuos de azúcar que la comida ha dejado en tu boca, pero mantenerte hidratado también estimula una salivación adecuada, que impide que las bacterias se reproduzcan demasiado.
¿Cómo afecta el azúcar a la salud de la boca?
Como la boca de cada ser humano es el hogar de cerca de un billón de microbios que constantemente están reciclando los restos de lo que comes y bebes, las partículas de azúcar que, al ser metabolizadas por las bacterias, producen ácido y biofilm.
El biofilm es un residuo que funciona como una especie de fortaleza para las bacterias y las protege de los agentes de limpieza.
Ese biofilm rígido que se acumula en los dientes es conocido como placa dentobacteriana, que se adhiere al esmalte, mismo que al estar en permanente contacto con las bacterias termina siendo degradado por el ambiente ácido que producen.
Cuando el esmalte deja de proteger al diente, las bacterias pueden ingresar en el tejido poroso y comenzar a destruirlo con mucha rapidez.
La buena noticia es que además del cepillado y el hilo dental, hay varias cosas simples que tú y tu familia pueden hacer para evitar las caries, como los consejos que te hemos puesto en este artículo.
4. Acostúmbrate a usar hilo dental
No todas las personas son fanáticas de usar hilo dental porque una mala técnica puede lastimar las encías, y además lo consideran tedioso e innecesario. Pero el hilo dental es el mejor amigo de tus dientes, de vedad.
Aunque los cepilles con una técnica perfecta tres veces al día, siempre habrá puntos que el hilo dental puede alcanzar y el cepillo no. Es justo en esas ranuras donde más comida suele atascarse, y la consecuencia natural de eso son más bacterias y más ácido.
Por esa razón, los lugares donde se acumulan más restos alimenticios son los que desarrollan más caries. El hilo dental te permite hacer una remoción manual de estos residuos antes de que comiencen a provocar problemas.
Una caries alojada en la cara visible del diente es mucho más fácil de tratar que una que se encuentra entre las uniones de dos piezas, y muchas veces estas últimas requieren romper tejido sano para poder eliminarse.
Si identificas que hay alguna zona en tu dentadura que acumula mucha comida, pero a la que no puedes acceder con hilo dental, es importante que consultes con tu dentista qué soluciones preventivas puedes aplicar.
5. Deja de fumar
Es ampliamente reconocido que el hábito de fumar puede causar muchos problemas a la salud. De hecho, fumar amenaza o daña de alguna manera virtualmente cada uno de los órganos de tu cuerpo, y miles de personas mueren cada mes como consecuencia del tabaquismo.
Sin embargo, muchas personas no se dan cuenta del enorme daño que fumar le causa ala salud de su boca, dientes y encías.
Fumar puede hacer mucho más daño que sólo manchar tus dientes. Puede hacer que tus encías retrocedan, que pierdas los dientes e incluso que desarrolles cáncer oral. Además, propicia un ambiente más seco en la boca, lo que ayuda a las bacterias a reproducirse.
Dejar de fumar, al igual que dejar el azúcar, es algo de lo que tus dientes y todo tu cuerpo se van a beneficiar. No lo dudes más y empieza hoy mismo.
Lee nuestra guía sobre los 15 increíbles beneficios de dejar de fumar
Consideraciones finales
Algunos estudios han encontrado un vínculo importante entre el ácido fítico y la desmineralización de cuerpo. Cuando el sistema óseo no cuenta con los minerales que necesita, los huesos se descalcifican y es más fácil que aparezcan caries.
El ácido fítico se encuentra principalmente en los cereales procesados industrialmente, como las harinas refinadas y los cereales para el desayuno, por lo que debes evitar estos últimos especialmente si quieres mantener una dentadura libre de caries.
Siempre es mucho más recomendable prevenir que lamentar. Así que considera estos consejos en tu día a día y te mantendrás lejos a la molesta fresadora eléctrica del dentista y a las amalgamas.
No dejes de comentarnos tus opiniones o sugerencias, además de compartir este artículo con todos tus contactos. Pues podrías ayudar a que mucha gente evite este mal que son las caries.
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