El desgarro muscular es una lesione fácilmente evitables, pero sin embargo, muy frecuentes tanto en deportistas profesionales como en simples aficionados. El desgarro muscular es la ruptura del músculo, que puede ser de diversos grados. Desde una simple distensión muscular con unas pocas fibras que se han dañado, a la ruptura completa del músculo, son posibilidades que veremos luego en mayor profundidad.
El desgarro muscular, ocurre cuando el musculo sufre una exigencia que supera sus posibilidades. Cuando hace un trabajo muy superior al que puede resistir, simplemente se rompe. Es como hacer fuerza tirando de una tela desde ambos extremos. Por mejor que sea esa tela, si ejercemos mucha fuerza, la que supera sus posibilidades, vamos a romperla. Exactamente esto es lo que ocurre con el músculo, se rompe.
Un dato importante a tener en cuenta es que estas lesiones pueden prevenirse. Si hemos calentado y estirado en forma correcta, es muy difícil sufrir este tipo de lesiones. Por lo tanto, el primer consejo para tratar un desgarro muscular es no tenerlo. Es tan fácil evitarlo que no deberían ocurrir casi nunca, pero ocurren con mucha frecuencia.
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Es cierto también que muchas veces vemos deportistas de alta competencia (futbolistas, tenistas, etc.) sufrir este tipo de lesiones, y obviamente ellos estiran y calientan muy bien. El punto es que trabajan siempre sobre el límite superior de sus posibilidades. Las exigencias de los deportes de alta competición son tan elevadas, es tan importante rendir al máximo, que a veces se asumen riesgos muy altos, y las cosas no salen bien. Lo importante a tener en cuenta es que para cualquier persona un desgarro es algo que se pudo evitar.
Diagnostico de desgarro muscular
Dependiendo del grado de la lesión el diagnostico será más o menos complicado. Cuando se trata de un enorme desgarro muscular, el diagnostico no suele ofrecer complicaciones, ya que es bastante obvio lo que ocurre. En otros casos no es tan simple de diagnosticar.
Veamos los principales síntomas
1.- Dolor
El dolor es intenso y de aparición brusca. En el momento que se produce el desgarro muscular, se siente un fuerte dolor que puede ser como una quemadura o como una puñalada, pero se identifica en el momento exacto. Otro punto clave es que ese dolor brusco se produce durante el esfuerzo. En una explosión de velocidad, en un esfuerzo máximo, se produce ese dolor.
2.- Sonido
En los desgarros musculares de mucha importancia la persona suele sentir un sonido similar a cuando se quiebra una rama seca. Por supuesto que pueden haber desgarros que no producen este sonido, pero si se produce, es un síntoma de mucho valor.
3.- Impotencia funcional
Dependiendo del grado de severidad del desgarro puede ocurrir que no logremos mover el musculo, o hacerlo con mucha dificultad y en forma parcial.
4.- Edema
La zona se edematiza (se produce una hinchazón) que puede ser más o menos evidente dependiendo no solo de la severidad de la lesión sino también de la profundidad de la misma. tal vez no se pueda ver, pero se puede palpar, también puede estar acompañado con un calor local, que se produce como fenómeno inflamatorio por la lesión.
5.- Sangrado
El sangrado se produce en forma interna ya que no es una lesión abierta al exterior, y será mayor o menor dependiendo del grado de la misma. se puede evidenciar como un hematoma, muchas veces de aparición posterior y algo por debajo de la lesión, dependiendo de la profundidad.
Severidad del desgarro
- Grado uno o distensión. Solo se han roto unas pocas fibras. Se produce un dolor brusco, pero no es tan intenso. Se puede mover el musculo, si bien despierta dolor al hacerlo, perfectamente puede completar el movimiento.
- Grado dos. Se ha lesionado muchas más fibras. El dolor es más intenso y la impotencia funcional más evidente. Por lo general no se puede completar el movimiento.
- Grado tres o ruptura completa. El dolor es muy intenso y la impotencia funcional total. No se pude mover en absoluto la zona. Se palpa el musculo roto y se ve el sangrado.
Como tratar un desgarro muscular
Por supuesto que el tratamiento depende de la severidad de la lesión y seré el médico quien lo diagnostique. Solo a los efectos informativos veremos cómo se tratan los desgarros de primero y segundo grado, ya que los de tercer grado tienen tratamiento quirúrgico y debe recibir asistencia médica en forma inmediata.
1.- Interrumpir la actividad en forma inmediata.
En los desgarros muy importantes esta es una indicación innecesaria, ya que no existe forma de continuar la actividad. En los demás casos, ante el dolor brusco se debe detener el ejercicio.
2.- Elevación del miembro afectado.
La zona que ha sufrido la lesión debe colocarse en reposo a un nivel más elevado que el resto del cuerpo.
3.- Aplicar frío.
Las compresas frías son una indicación formal durante las primeras 72 horas. Sin embargo es importante dejar claro que no se debe aplicar hielo directo ni en forma continuada, ya que eso puede producir quemaduras por frio en la piel. Las compresas bien frías se dejan por 10 o 15 minutos y se van rotando todo. Luego del tercer día se alternan las compresas frías con las tibias.
4.- Contener la lesión con una venda que no se ajuste en forma exagerada.
Se debe contener pero sin interrumpir la circulación en el miembro. Esto parece innecesario decirlo, pero no lo es ya que es un error frecuente.
5.- Tomar un medicamento para el dolor y desinflamar la lesión
Se puede tomar un anti-inflamatorio y analgésico para disminuir el dolor y la inflamación. Se puede tomar ibupofreno 1 tableta cada 6 a 8 horas.
6.- Se detiene la actividad física hasta que la lesión comienza a mejorar.
Se retoma la actividad en forma paulatina.
7.- Rehabilitación en caso de lesiones de la suficiente envergadura.
En todos los casos tener en cuenta que lleva un tiempo curar la lesión, que para un desgarro de segundo grado es de aproximadamente tres semanas.
Se debe evaluar cada caso en particular, esta información es orientativa no una indicación médica. La consulta ante la suspecha de un desgarro muscular, siempre es un paso necesario.