Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, por más que las personas tengan una percepción bastante alejada de esto.
Es mucho más común que las personas tengan miedo al cáncer o a algunas enfermedades infecciosas, pero no tienen tanta conciencia de la seriedad de estas enfermedades.
A lo sumo lo asocian con sobrepeso y mucho estrés en varones de más de 50 años. En realidad los factores de riesgo son muchos, algunos de los cuales son modificables y otros no.
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No puedo modificar la genética, la fecha de nacimiento o el sexo biológico (desde el punto de vista de los cromosomas) pero si puedo modificar el peso, el consumo de sustancias peligrosas etc. Uno de los factores de riesgo más conocido para el desarrollo de este tipo de enfermedades es el colesterol.
Con el tiempo se han ido variando algunos conceptos, pero hoy se sabe que además de mantener el colesterol total debajo de determinada cifra, es clave mantener el colesterol bueno (HDL) por encima de ciertos valores, y el malo (LDL) por debajo de otros.
Existen algunos alimentos que nos ayudan a bajar el colesterol malo o LDL, por lo que nos permiten controlar al menos uno de los factores de riesgo.
Alimentos para bajar el colesterol malo o LDL
1. Alimentos ricos en fibra.
En este caso tenemos prácticamente todas las frutas (sobre todo si las consumimos con piel), muchos vegetales y legumbres. Lo importante de las fibras es que no solo logra regular los niveles de colesterol malo elevado, sino que también son excelentes para mantener los niveles de azúcar en sangre. Por otra parte, normalizan el tránsito digestivo y dan sensación de saciedad algo ideal cuando se busca bajar de peso. Por todo esto, actúan sobre muchos factores de riesgo a la vez.
2. Pescados azules.
El alto contenido de ácidos grasos Omega 3 los hace altamente recomendables para evitar el colesterol elevado. Puede ser atún, trucha, salmón, etc. Lo ideal es consumirlos al menos tres veces a la semana.
3. Alimentos con estanoles y esteroles vegetales.
Actúan bloqueando la absorción de grasas malas. Los podemos encontrar en vegetales, frutas, semillas, legumbres, algunos aceites e incluso en algunos lácteos. Deben estar presentes en la dieta diaria.
4. Frutos secos.
Dado su alto contenido de ácidos grasos polinsaturados, los frutos secos son ideales para mantener el colesterol malo bien bajo. Consumir una cantidad razonable todos los días nos va a traer muchos beneficios.
5. Aceite de oliva extra virgen.
Si es de primera prensada, mejor aún. Este aceite tiene además una alta concentración de antioxidantes, que son quienes lograr combatir los temibles radicales libres que se forman con el paso de los años. De este modo tiene una clara acción anti envejecimiento. Sin embargo hay que tener en cuenta que el aceite de oliva se debe consumir sin cocción, a temperatura ambiente, para que conserve sus capacidades intactas, algo que pierde, por ejemplo, si lo utilizamos para hacer una fritura.
Imagen: eatingwell