El hígado es un órgano fundamental para nuestro organismo y cumple múltiples funciones. Desde el punto de vista digestivo es el responsable de la producción de bilis, sustancia fundamental para la digestión de las grasas. Pero tal vez lo más importante sea su función en el mantenimiento del equilibrio interno, desintoxicando (transforma sustancias nocivas en sustancias inofensivas para el organismo), sintetizando las proteínas plasmáticas y almacenando vitaminas y glucógeno. Todas estas funciones impactan de un modo clave en los demás órganos. Por ejemplo, un hígado con una falla de función, produce daño neurológico, por las sustancias tóxicas que se acumulan. Por todos estos motivos es muy importante mantenerlo saludable, por lo que consumir alimentos buenos para el hígado es la mejor forma de cuidar su buen funcionamiento.
Alimentos buenos para el hígado
- Ajo y cebolla. Los hemos puesto juntos porque los motivos para que sean saludables para el hígado son muy similares. Ambos tienen alicina y selenio, dos elementos fundamentales para proteger al hígado de las sustancias con las que trabaja. En otras palabras: el proceso de desintoxicación es peligroso, y necesita protegerse del mismo.
- Crucíferas. En este grupo se encuentran las coles (también las pequeñas coles de Bruselas), brócoli, coliflor. Son alimentos buenos para el hígado por contener glucosinolatos, los que intervienen en la producción de enzimas claves para el proceso de desintoxicación
- Zanahoria y remolacha. En ambos casos tienen flavonoides, beta caroteno y otros carotenoides, que son quienes les dan el característico color a estos vegetales, y son potentes antioxidantes. El efecto de los antioxidantes es fundamental para proteger al hígado de los dañinos radicales libres que se generan en el proceso de desintoxicación. La remolacha, a su vez, es muy importante en el manejo de metales pesados.
- Frutas. Al igual que en el caso anterior, las frutas son muy buenos antioxidantes. Por supuesto que no todas al mismo nivel, destacándose las siguientes: ciruelas, arándanos, moras, fresas, frambuesas, naranja, pomelo, melón y manzanas. Las manzanas, por otra parte, tienen pectina, la que se une a los metales pesados dentro del aparato digestivo produciendo su eliminación, lo que le ahorra trabajo al hígado. El zumo de limón, sobre todo cuando se lo ingiere tibio antes del desayuno, colabora con la producción de bilis.
- Vegetales de hoja verde. La espinaca, escarola o rúcula, cumplen una importante función colaborando en la desintoxicación del hígado.
- Cúrcuma. No solo protege el hígado, sino que colabora en su reparación cuando ha sido dañado por motivos diversos. También se ha demostrado su efecto positivo sobre pulmones y colon.
- Cereales integrales. En este caso lo fundamental es el aporte de hidratos de carbono complejos, y vitaminas del grupo B.
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Es importante tener en cuenta que tan importante como consumir alimentos buenos para el hígado, es no consumir los que son potencialmente dañinos. El alcohol es tal vez el mejor ejemplo de una sustancia que daña el hígado. Pero también debemos evitar los alimentos demasiado procesados, colorantes, conservadores y aditivos, como mejoradores de sabor. La comida rápida, el contenido graso elevado, son otras cosas a evitar.