El aumento de la temperatura corporal o fiebre, responde en la mayoría de los casos a una causa infecciosa. Por supuesto que eso no quiere decir que se trate de algo serio o grave, pero siempre debe ser el médico quien determine a que se debe, por lo que la consulta con el mismo es un paso ineludible. En el caso de los niños la fiebre ocurre con alta frecuencia, mucho mayor que en adultos, ocurriendo varios episodios al año, aún en niños normales y sanos, especialmente cuando aún son pequeños. Sin embargo, la fiebre en si misma, si bien es un mecanismo de defensa, puede causar daños propios, por lo que es importante bajarla. Existen muchos remedios caseros para la fiebre y que se pueden usar con total seguridad, siempre y cuando no omitamos el paso clave que es la consulta con el médico. Mientras esperamos la misma, o luego, ya que la fiebre suele persistir por varios días aún en las causas más banales, podemos hacer uso de ellos.
Es importante destacar que en niños menores de 3 años (hay veces que puede ocurrir en niños algo mayores de esa edad) una temperatura muy elevada, por encima de los 39.5 grados centígrados, puede desencadenar un episodio de convulsiones, simplemente por el aumento de la temperatura sin que el niño tenga ningún problema neurológico. En ese caso se debe llamar inmediatamente a emergencias, mientras podemos aplicar los remedios caseros para la fiebre ademas de poner al niño recostado de lado (esta es la posición de seguridad para las convulsiones y evita la aspiración de un posible vómito), se debe retirar la mayor cantidad de abrigo posible, mientras se lo humedece con una toalla mojada. Mantener la calma y esperar la llegada de la emergencia son las otras clave.
Ver también:
Remedios caseros para la fiebre
- Refrigerar la persona que tiene fiebre. Esto se hace con un baño de agua tibia. La temperatura no debe ser nunca demasiado fría, como hacen algunas personas. Si quien tiene fiebre no se siente como para recibir una ducha o quedarse en la bañera, se recuesta en la cama sobre una toalla gruesa (esto es para no mojar el colchón) mientras se le colocan toallas mojadas sobre la frente, nuca, axilas e ingles. Recordemos que este recurso es para bajar rápidamente una fiebre muy alta (por encima de 39 grados centígrados) algo que logra hacer, pero sabiendo que el resultado es poco duradero. Es el primero y el mejor recurso de los remedios caseros para la fiebre que debemos usar con una temperatura excesiva, mientras esperamos la llegada del médico.
- Reposo y líquidos abundantes son fundamentales, sea cual sea la causa de la fiebre. Un punto muy importante es no comer mientras no se siente ganas. Cuando la fiebre es muy elevada es normal que el apetito disminuya, y no se gana nada forzando una comida. Eso si, los líquidos hay que reponernos, por lo que aún si es necesario beber cantidades muy pequeñas, hay que hacerlo con bastante frecuencia como para mantener un buen aporte.
- Agua de pasas. Esta es una buena para mantener ese aporte de líquidos. Se prepara de la siguiente forma: en una cacerola vamos a hervir un litro y medio de agua, con 3/4 de taza de pasas. Dejamos hervir de modo que se reduzca un poco la cantidad de agua. Retiramos del fuego y dejamos que retome la temperatura ambiente. Retiramos la pasas y podemos llevar la refrigerador de modo de beberlo bien frio, pero si queremos beberlo a temperatura ambiente también es efectivo. No es necesario agregar ni azúcar ni edulcorantes.
- Papas o patatas. Las rodajas de papas o patatas que conservamos frías, las colocamos sobre la frente de la persona que tiene fiebre, si es mucha la fiebre, también sobre las plantas de los pies. Es efectiva y de uso probado. Hay que recordar renovar las papas ya que con la fiebre levantan también temperatura. En algunos lugares recomiendan remojar las papas en vino antes de usarlas. En ese caso, ya que estarán mojadas, las cubrimos luego con una tela, para que no se resbalen tanto.
- Cebolla. No muchos conocen este recurso, dentro de los remedios caseros para la fiebre, simple, efectivo y muy barato. Es similar a las papas. Lo que se hace es cortar las cebollas en rodajas y colocarlas, en este caso, sobre las plantas del piel y no sobre la frente. Para eso tenemos dos opciones. La primera es colocarlas sobre el suelo, y la persona que tiene fiebre se sienta en un sillón con los pies sobre las cebollas. La segunda opción es colocar las rodajas de cebolla sobre las plantas de los pies y luego ajustar muy bien con calcetines. En este caso se puede quedar perfectamente en la cama, lo que es mucho más cómodo.
- Té de lechuga. Es muy simple de preparar y es muy efectivo. Necesitamos hervir un litro de agua, en el que agregaremos unas 8 hojas grandes de lechuga (pueden ser más si nos gusta bien fuerte). Dejamos reposar una vez que retiramos del fuego. Cuando ya que recuperado la temperatura ambiente retiramos las hojas y lo bebemos. Es un té sumamente relajante por lo que se lo recomienda tomar de noche, especialmente si el malestar nos impide dormir bien.
- Té de manzana. Este té nos permite un doble propósito, ya que con la preparación tendremos no solo un té sino también un postre ligero. Vamos a cortar tres manzanas en 4 partes cada una, retirando el centro de las mismas, donde están las semillas o pepas. Las vamos a cocinar en 3/4 litros de agua. Una vez que están tiernas las retiramos del fuego. El agua en la que hemos cocinado nuestras manzanas, será el té. Lo ideal es beberlo frio o a temperatura ambiente. Las manzanas las vamos a servir con un poco de miel, en cuanto recuperamos el apetito.
Además de aplicar estos remedios caseros para la fiebre, en todos los casos, consultar con el médico. En el caso de los niños pequeños, monitorear bien la temperatura para evitar complicaciones.
Imagen: wikihow