Nuestro cuerpo está todo el día bajo constantes ataques de bacterias y otros organismos que podrían enfermarnos. Si nuestro sistema inmune es insuficiente o excesivamente activo, corremos un mayor riesgo de desarrollar infecciones y otros problemas de salud.
Por el contrario, si tu cuerpo cuenta con un sistema inmunológico sano, tus defensas estarán al máximo y ni siquiera notarás la existencia de estos organismos.
Sigue leyendo para conocer 10 suplementos antivirales, antimicrobianos, inmunoestimulantes y aceites esenciales que te ayudarán a subir tus defensas.
¿Qué Es El Sistema Inmune?
El sistema inmune es una red de órganos, proteínas y células que protegen a tu cuerpo de bacterias, virus o cualquier sustancia extraña.
Su función principal es neutralizar y eliminar patógenos como virus, bacterias, hongos o parásitos que entran a tu cuerpo, así como identificar y neutralizar sustancias nocivas del medio ambiente.
Tu sistema inmune puede eliminar las células de tu propio cuerpo, que sufren un cambio debido a una enfermedad (1).
Las células del sistema inmune se crean en tu médula ósea, luego circulan por toda tu sangre y por el sistema especializado de vasos, llamado sistema linfático, para proteger los tejidos periféricos.
Ni siquiera te darás cuenta cuando tu sistema inmunológico esté funcionando correctamente. Solo cuando empieza a fallar es que padecemos enfermedades.
La falta de actividad de tu sistema inmunológico te dejará propenso a desarrollar infecciones graves y tumores de inmunodeficiencia, mientras que un sistema inmune hiperactivo produce enfermedades autoinmunes y alergias (2).
Para que las defensas de tu organismo funcionen correctamente, tu sistema inmunológico debe ser capaz de diferenciar las células propias de tu cuerpo, de las células, sustancias y organismos invasores.
Las sustancias que no pertenecen a tu cuerpo se conocen como antígenos, que incluyen a las proteínas en la superficie de los virus, hongos y bacterias.
Cuando las células de tu sistema inmune detectan la presencia de un antígeno conocido, el sistema inmunológico utiliza las memorias almacenadas para defenderse contra estos patógenos.
Sin embargo, nuestras propias células también contienen proteínas en su superficie. Por lo tanto, es muy importante que tu sistema inmunológico no se active contra ellas.
Regularmente, nuestro sistema inmune aprende a identificar las células del cuerpo como propias, durante una etapa más temprana de nuestras vidas. Pero cuando identifica una célula del propio organismo como externa, se le denomina reacción autoinmune (3).
Lo extraordinario de nuestro sistema inmunológico, es que cada día aprende y se adapta para que tus defensas puedan eliminar los virus y bacterias que cambian constantemente.
El sistema inmune se divide en dos partes: el sistema inmunitario innato y el sistema inmunitario adaptativo, que trabajan entre sí ante cualquier reacción a una sustancia nociva o patógeno (4).
Nuestro sistema inmunitario innato actúa como una defensa general contra los patógenos y el sistema inmunitario adaptativo se encarga de patógenos muy específicos con los que el organismo ya ha tenido contacto.
Enfermedades Del Sistema Inmunológico
Antes de aprender cómo subir tus defensas, primero debemos entender que la mayoría de los desórdenes inmunes son el resultado de un ataque autoinmune o de una respuesta inmune excesiva.
A continuación, veremos los desórdenes del sistema inmunológico más comunes.
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Enfermedades Autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes hacen que tu sistema inmunológico ataque los tejidos y las células de tu propio cuerpo, en respuesta a un desencadenante desconocido.
Este tipo de enfermedades han ido en aumento en todas partes del mundo desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Registrándose un aumento en la incidencia y prevalencias de estas afecciones, así como más de 80 trastornos autoinmunes diferentes (5).
En la actualidad, más de 50 millones de personas en Estados Unidos sufren de una enfermedad autoinmune. Lo peor, es que obtener un diagnóstico preciso rápidamente es muy difícil.
De hecho, regularmente toma cinco años recibir un diagnóstico, porque los síntomas de una enfermedad autoinmune son muy vagos y dispares.
Los ejemplos más comunes de enfermedades autoinmunes incluyen:
- Enfermedad inflamatoria del intestino.
- Enfermedad de Hashimoto.
- Enfermedad de Graves.
- Artritis reumatoide.
- Esclerosis múltiple.
- Diabetes tipo 1.
- Vasculitis.
- Psoriasis.
- Lupus.
El tratamiento para estas enfermedades regularmente se concentra en reducir la actividad del sistema inmunológico.
Así que tu primera meta debe ser tratar el intestino permeable y eliminar los alimentos y demás factores que puedan dañar a tu intestino.
El motivo de esto es que diferentes estudios han demostrado que un aumento de la permeabilidad intestinal está asociado con varias enfermedades autoinmunes, y parece estar involucrado en la patogénesis de la enfermedad (6).
Enfermedades De Inmunodeficiencia
Una enfermedad de inmunodeficiencia es cuando a tu sistema inmune le falta una o más de sus partes, y reacciona muy lentamente ante un ataque exterior.
Las enfermedades de inmunodeficiencia pueden ser provocadas por enfermedades o medicamentos. También pueden ser causadas por un trastorno genético, conocido como inmunodeficiencia primaria (7).
Las enfermedades de inmunodeficiencia más comunes incluyen:
- Virus de inmunodeficiencia humana o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA).
- Anemia hemolítica inmunitaria inducida por medicamentos.
- Inmunodeficiencia combinada grave (IDCG).
- Inmunodeficiencia común variable (CVID).
- Enfermedad de injerto contra huésped.
Todas estas afecciones son causa de una alteración grave del sistema inmunológico, que pueden conducir a infecciones que pongan en riesgo tu vida.
Asma Y Alergias
Las alergias son una respuesta inflamatoria mediada por el sistema inmune como respuesta ante sustancias ambientales, regularmente inofensivas, conocidas como alérgenos.
Esto da como resultado una gran variedad de enfermedades alérgicas como rinitis alérgica, alergias alimenticias, asma y dermatitis atópica.
Cuando tu cuerpo reacciona de manera exagerada a un alérgeno, como el polen, polvo o moho, sucederá una reacción inmune que provocará el desarrollo de los síntomas de una alergia.
El asma y las alergias son una epidemia creciente que afecta a todas las personas, sin importar su género, raza o estado socioeconómico. Tan solo en los Estados Unidos se estima que más de 35 millones de personas, en su mayoría niños, sufren de asma (8).
La respuesta inmune ante la alergia puede ser leve, con solo escurrimiento nasal y tos, o una reacción potencialmente mortal, conocida como anafilaxis.
Te puedes volver alérgico a una sustancia, cuando tu cuerpo desarrolla antígenos contra ella o cuando está expuesto repetidamente a dicha sustancia. Esto puede pasar en cualquier momento sin importar tu edad.
Lee nuestra guía sobre los remedios caseros para el asma
10 Formas De Subir Tus Defensas
Si estás buscando maneras de subir tus defensas, prueba estos 10 suplementos, hierbas y aceites esenciales, que te ayudarán a evitar enfermedades e infecciones.
1. Bayas De Saúco
Tanto las bayas como las flores del saúco han sido utilizadas como medicina durante miles de años. Hipócrates, conocido como el padre de la medicina, sabía que esta planta podía ayudarte a estimular tu sistema inmunológico.
Hipócrates utilizó saúco en sus tratamientos por su amplia gama de beneficios para la salud, incluyendo su capacidad para tratar alergias, inflamación, resfriados y gripe.
Varios estudios verifican que las bayas de saúco estimulan el sistema inmunológico, especialmente porque ha demostrado aliviar los síntomas de la gripe y el resfriado común.
Un estudio del Journal of International Medical Research descubrió que si se utilizaba extracto de saúco los primeros dos días del inicio de los síntomas, se podía reducir la duración de la gripe, en promedio cuatro días (9).
Además, el uso de medicamentos fue mucho menor en aquellos que recibieron extracto de saúco, en comparación con los que recibieron un placebo durante la prueba.
2. Orégano
El aceite esencial de orégano tiene propiedades inmunoestimulantes y curativas. Puede combatir las infecciones naturalmente, debido a sus compuestos antivirales, antibacterianos, antifúngicos y antiparasitarios.
Un estudio en el 2016 encontró que los principales compuestos del orégano, con el nombre de timol y carvacrol, son los responsables de su efectividad antimicrobiana (10).
Otras investigaciones científicas han demostrado que el aceite de orégano tiene propiedades antibacterianas en contra de varios aislados y especies bacterianas, como la S. saprophyticus y la B. laterosporus (11).
3. Ginseng
La planta de ginseng puede aumentar tus defensas y ayudarte a combatir infecciones.
Tanto las hojas como los tallos y las raíces de la planta de ginseng, se han usado para mejorar la resistencia a enfermedades o infecciones y para mantener la homeostasis inmune.
El ginseng regula cada tipo de célula inmunitaria, incluyendo las células dendríticas, las células B, las células T, los macrófagos y las células asesinas naturales. Esto mejora el rendimiento de tu sistema inmunitario.
También tiene compuestos antimicrobianos que actúan como una barrera contra infecciones virales y bacterianas (12).
En un estudio se descubrió que el extracto de ginseng inducía con éxito respuestas de anticuerpos, cuando se administraba por vía oral. Los anticuerpos se unen a antígenos, como virus o toxinas, y evitan que entren en contacto y dañen a tus células.
Gracias a su capacidad para producir anticuerpos, el ginseng ayuda a tu cuerpo a combatir los antígenos patógenos o los microorganismos invasores eficazmente (13).
4. Raíz De Astrágalo
La planta de astrágalo pertenece a la familia de los frijoles y las leguminosas. Cuenta con una larga historia para combatir enfermedades y puede aumentar tus defensas. Su raíz se ha utilizado como un adaptógeno en la medicina tradicional china durante miles de años.
Aunque el astrágalo es de las hierbas que menos aumentan tus defensas en esta lista, existen algunos análisis clínicos que muestran una actividad inmune bastante singular (14).
En una reseña reciente se encontró que los tratamientos a base de astrágalo han demostrado una mejora significativa de la toxicidad inducida por medicamentos como los quimioterapéuticos contra el cáncer y los inmunosupresores.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el extracto de astrágalo tiene un efecto positivo sobre el sistema inmune y protege a tu cuerpo contra el cáncer y la inflamación gastrointestinal (15).
5. Probióticos
Los probióticos son bacterias buenas que ayudan a digerir los nutrientes que estimulan la desintoxicación de tu colon y mejoran tu sistema inmunológico.
Es muy importante consumir probióticos, ya que el intestino permeable es una de las principales causas de desequilibrio inmunológico, de la sensibilidad a los alimentos, a un sistema inmune debilitado y a las enfermedades autoinmunes.
Una investigación publicada en Critical Reviews in Food Science and Nutrition sugiere que los probióticos pueden inducir diferentes respuestas de citocina (16).
Suplementar probióticos durante la infancia, ayudará a prevenir enfermedades inmunitarias, ya que mejoran el sistema inmune de la mucosidad intestinal, al aumentar las células productoras de citocinas en los intestinos y las células de inmunoglobulina.
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6. Jengibre
La medicina tradicional ayurvédica ha aprovechado la capacidad del jengibre para estimular tu sistema inmunológico desde tiempos remotos. Se cree que el jengibre puede participar en la descomposición de las toxinas dentro de nuestros órganos.
También puede limpiar el sistema linfático, que es la red de órganos y tejidos que ayudan a liberar nuestro cuerpo de desechos, toxinas y otras sustancias no deseadas.
La raíz de jengibre y el aceite esencial de jengibre pueden ayudarte a tratar una gran variedad de enfermedades a través de sus funciones antinflamatorias y nutrientes.
Investigaciones demuestran que el jengibre posee potencial antimicrobiano, lo que ayuda a tratar enfermedades infecciosas.
También es popular gracias a su capacidad para tratar trastornos inflamatorios que son causados por agentes infecciosos como parásitos, bacterias y virus, así como por agentes químicos y físicos como el humo del cigarrillo, el ácido y el calor (17).
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7. Vitamina D
Una deficiencia de vitamina D está asociada a una mayor autoinmunidad y mayor susceptibilidad a las infecciones. Múltiples estudios han asociado niveles muy bajos de vitamina D con un mayor riesgo de infección (18).
La vitamina D puede modular tu respuesta inmune adaptativa e innata. Investigaciones muestran que la vitamina D puede subir tus defensas y mantener tu sistema inmune saludable.
Por ejemplo, en un estudio con 19,000 participantes se encontró que las personas con los niveles más bajos de vitamina D eran más propensas de padecer una infección reciente del tracto respiratorio superior, que aquellos con niveles más normales (19).
Esto sin importar su edad, sexo o masa corporal. En la mayoría de los casos, tratar una deficiencia nutricional puede ayudar a subir tus defensas.
8. Plata Coloidal
La plata coloidal ha sido un remedio popular desde la antigüedad por su habilidad para detener la propagación de enfermedades. Se ha usado principalmente como un agente antimicrobiano de amplio espectro.
Una investigación publicada en el Journal of Alternative and Complementary Medicine señala que la plata coloidal es capaz de inhibir efectivamente el crecimiento de las bacterias cultivadas en condiciones anaeróbicas y aeróbicas (20).
Existen varias formas para obtener los beneficios de la plata coloidal, siendo la más sencilla tomar una gota de plata coloidal.
También se puede aplicar directamente en la piel para sanar infecciones, llagas o heridas. Ten en cuenta que para obtener resultados deberás usarla por más de dos semanas seguidas.
Es posible que encuentres advertencias sobre una condición irreversible provocada por la plata coloidal llamada Síndrome de Argiria, en la cual la piel se torna azul.
Esto debido a un mal uso de productos que no contienen plata coloidal verdadera, como la proteína de plata o proteína iónica (21).
9. Equinácea
Muchos componentes químicos de la equinácea son poderosos estimulantes del sistema inmune que pueden proporcionar un valor terapéutico significativo.
Investigaciones han demostrado que uno de los mejores beneficios de la equinácea es su efectividad para el tratamiento de infecciones recurrentes.
En un estudio en el 2012 se encontró que la equinácea tiene sus mejores efectos contra infecciones recurrentes, y que sus efectos preventivos aumentaron, cuando los participantes usaron la equinácea para prevenir el resfriado común (22).
Otro estudio en el 2003, hecho por la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin, descubrió que la equinácea tiene actividades inmunomoduladoras significativas (23).
Después de analizar varios experimentos en humanos, los investigadores concluyeron que la equinácea posee varios beneficios, incluyendo la de inmunoestimulante, sobre todo en el tratamiento de la infección aguda de las vías respiratorias superiores.
10. Mirra
La mirra es una resina con una consistencia similar a la savia y es uno de los aceites esenciales más usados en el mundo. Desde la antigüedad se ha utilizado para limpiar y curar heridas, tratar la fiebre del heno y detener el sangrado.
La mirra puede subir tus defensas, gracias a sus propiedades antibacterianas, antisépticas y antifúngicas (24).
Un estudio realizado en el 2012 validó la efectividad antimicrobiana de la mirra cuando se usó en combinación con el aceite de incienso para combatir una selección de patógenos.
Los investigadores concluyeron que el aceite de mirra puede subir tus defensas gracias a sus propiedades antinfecciosas (25).
Cambios En Tu Estilo De Vida Para Subir Tus Defensas
Para subir tus defensas y mantenerte saludable por más tiempo, es muy importante que realices algunos cambios en tu estilo de vida.
Un estudio del 2018 reveló que los altos niveles de actividad física y el ejercicio pueden subir tus defensas y evitar el deterioro gradual del sistema inmune entre los 55 a 79 años, en comparación con aquellos de la misma edad que eran físicamente inactivos.
Precauciones
Si decides subir tus defensas con los aceites esenciales y hierbas de esta lista, recuerda que son productos potentes. Por lo tanto, no deben tomarse al mismo tiempo ni por más de dos semanas. Es importante que tomes descansos entre dosis largas.
Procura hablar con tu médico antes de tomar cualquier ingrediente, especialmente si padeces de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 o si estás embarazada. Tu médico sabrá si son seguros al evaluar tu historial médico y condición actual de salud.
Esperamos tus dudas y comentarios.
Que estés muy bien.
Ver También:
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