Hemorragia rectal: causas, síntomas y diagnóstico

Hablamos de hemorragia rectal cuando notas la presencia de sangre en las heces, que puedes ver en el papel higiénico, o en el vaso del inodoro.

Al notarlo, puedes llegar a sentir pánico, y aunque pueda ser una señal de problemas graves como colitis, enfermedad de Chron o inclusive cáncer, generalmente suele ser un indicador de problemas más leves y fáciles de tratar, como hemorroides o fisura anal.

Signos y síntomas de la hemorragia rectal

El principal signo de una hemorragia rectal lo podrás evidenciar si vas al baño a evacuar y percibes cierta cantidad de sangre en las heces.

Es importante que te fijes bien en la coloración de dichas heces que puede estar entre el rojo brillante y el negro, e identificar distintas características, como pueden ser:

  • Un color rojo brillante puede ser síntoma de hemorragia en alguna parte del tracto gastrointestinal inferior, es decir, a nivel del colon o del recto.
  • Coloración rojo oscuro o color vino puede indicar hemorragia a nivel del intestino delgado o en la región donde comienza el colon.
  • Color negro alquitranado, puede ser síntoma de sangrado a nivel del estómago o en la parte inicial del intestino delgado. (1)

Lee también sobre las causas de porque tus heces son de color verde oscuro

Otros síntomas que se pueden asociar con las hemorragias rectales son:

  • Mareos
  • Confusión
  • Desmayos
  • Dolor a nivel del recto

Causas de hemorragia rectal

Es muy importante determinar la causa de una hemorragia rectal, para que así el médico pueda indicar el tratamiento adecuado. Muchas personas piensan que toda hemorragia del recto es producto de hemorroides, pero eso no siempre es cierto.

Son muchas las posibles causas, y sin la intención de ser alarmistas, estas pueden incluir la posibilidad de situaciones graves como cáncer rectal o intestinal.

Ahora bien, si tales causas las clasificamos en las que varían entre ligeras y de mayor gravedad, tendremos las siguientes:

Causas leves:

  • Fisuras en la región anal o pequeños desgarramientos en el revestimiento interno del ano.
  • Estreñimiento o evacuaciones secas y endurecidas
  • Hemorroides, venas dilatadas en la región del ano y recto
  • Crecimiento de tejido extra en la parte interior del recto (pólipos) o del colon, que puede sangrar después de las evacuaciones
  • Fístula (canal que comunica al recto con la piel que se encuentra alrededor del ano), en su abertura externa se puede observar un pequeño punto de pus o sangre

Causas graves:

  • Cáncer de colon
  • Cáncer anal
  • Enfermedad de Crohn
  • Colitis ulcerosa
  • Infección a nivel intestinal

Existen problemas de la coagulación de la sangre y reacciones alérgicas a determinados alimentos que también pueden producir sangrado rectal, pero no son las causas más frecuentes.

¿Cuándo visitar al médico?

Es muy importante que si presentas cualquier sangrado por el recto, aun si es leve, acudas a tu médico para una evaluación a tiempo y que te recomiende un buen tratamiento.

Debes tener presente que una pequeña cantidad de sangre de origen rectal puede transformarse rápidamente en un sangrado grande, lo cual podría ser indicativo de una hemorragia rectal severa, que puede presentarse acompañada por los siguientes síntomas:

  • Piel fría y húmeda
  • Confusión
  • Desmayos
  • Sangrado vía rectal de forma continuada
  • Dolor abdominal fuerte y calambres del abdomen
  • Respiración acelerada
  • Dolor intenso en la región del ano
  • Náuseas frecuentes

Cualquiera de estos síntomas pueden significar una emergencia médica que no puede esperar. En caso de que experimentes alguno de ellos, acude inmediatamente al servicio de emergencia más cercano.

¿Cómo se diagnostica una hemorragia rectal?

Para la realización de un adecuado diagnóstico, el médico deberá revisar tu historia clínica, la cual le suministrará algunos datos importantes, pero no será nunca la que determine una respuesta definitiva.

También te consultará sobre tus síntomas actuales, para saber cuándo sentiste que sangraste por primera vez, el color de la sangre y todos los detalles posibles.

Entre las pruebas para diagnóstico están un análisis sanguíneo para determinar si ha habido una pérdida significativa de sangre.

También procederá a realizar una inspección del área afectada por medio de un tacto rectal para tratar de localizar anormalidades como las hemorroides.

El tacto se realiza insertando un dedo debidamente protegido con guante esterilizado y lubricado, lo que le permitirá detectar además de hemorroides, fisuras, endurecimiento o tumor palpable; en el caso de los hombres también se puede realizar examen de próstata.

Otra evaluación que seguramente el médico recomendará es una colonoscopia, que no es más que un examen para revisar el colon en toda su extensión.

La colonoscopia se realiza por medio de la inserción por el ano de un aparato endoscópico llamado colonoscopio, que es un tubo flexible y largo que posee en su extremidad una micro cámara que transmite las imágenes para un monitor, lográndose así la visualización y grabación de lo que ocurre dentro del intestino grueso.

Los últimos centímetros del colonoscopio son articulados y pueden girar para facilitar la visualización de todo el interior del colon, además permite que el médico introduzca una especie de pinza que puede ser utilizada para retirar lesiones sospechosas como pólipos y para realizar biopsias.

Un examen radiológico que puede ser requerido es el enema opaco, que aunque no identifica la localización de la hemorragia, sí puede mostrar sombras de tumores que puedan estar presentes, divertículos y colitis.

Para este examen se utilizan rayos X y un contraste generalmente con sulfato de bario. Hoy en día también existe una opción al enema opaco: la denominada colonoscopia virtual, que se trata de una tomografía computadorizada específica para el estudio del colon.

¿Cómo se trata una hemorragia rectal?

Los diferentes tratamientos que existen para las hemorragias del recto van a depender de su origen y su condición. Existen los preventivos, que pueden ser llevados a cabo en el hogar, que se basan en la prevención del estreñimiento para disminuir o evitar el riesgo de sangrado por el recto, algunos de ellos consisten en:

  • Alimentación cuidadosa con productos ricos en fibra (si no se tiene cualquier otra condición para la cual no se recomienden)
  • Ejercitarse de forma regular para evitar el estreñimiento
  • Tomar mucho líquido para que el cuerpo esté hidratado y no se dificulte la evacuación
  • Mantener de la higiene del área del recto

Otra recomendación casera para el alivio del dolor que pueda ser producido por la presencia de hemorroides es la utilización de baños de asiento tibios, y el uso de cremas para la irritación que tu medico pueda indicarte o sean vendidas libremente en las farmacias para tal fin.

Ahora bien si tu condición es un poco más severa, el médico indicará tratamientos más invasivos. En el caso de hemorroides, cuando estas producen dolores muy fuertes o si son de un tamaño muy grande, podrán realizarse ligaduras con banda elástica, tratamientos con láser, crioterapia o cirugía.

Si se detectan fisuras, las mismas pueden en principio ser tratadas siguiendo las recomendaciones señaladas para prevenir el estreñimiento, además de baños de asiento y el uso de cremas cicatrizantes, en última instancia se deberá ejecutar un procedimiento quirúrgico.

Para úlceras e infecciones, estas se pueden tratar con antibioticoterapia. Cuando el problema es más grave, como en el caso del cáncer de colon, necesitará tratamiento especifico recomendado por un oncólogo, que puede incluir además de cirugía, quimioterapia y radioterapia.

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