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Lupus: qué es, causas, síntomas y tratamiento

 

El lupus es una enfermedad crónica autoinmune en la que nuestro sistema inmunológico se vuelve hiperactivo y ataca a las células y tejidos sanos del cuerpo.

Una vez que esto ocurre, aparecen síntomas sistémicos asociados a inflamación, edema, daño articular, lesión cutánea, renal, cardiovascular y respiratoria. Esto quiere decir que nuestro cuerpo no puede defenderse mediante la producción de anticuerpos, ya que el propio sistema no es capaz de diferenciar entre los antígenos (sustancias que producen una respuesta inmune) y el tejido sano.

Cualquier parte de nuestro cuerpo puede verse comprometida por el lupus (piel, articulaciones, cerebro, pulmones, riñones, vasos sanguíneos y órganos internos).

¿Qué se conoce sobre el lupus? Datos Interesantes

  • El lupus es una enfermedad autoinmune sistémica caracterizada por una variedad de manifestaciones clínicas y puede llegar a ser mortal de no diagnosticarse a tiempo.
  • No es contagiosa.
  • Este tipo de lupus se denomina lupus eritematoso sistémico o LES. Otros tipos de lupus incluyen el lupus discoide (o cutáneo), lupus inducido por fármacos y lupus neonatal.
  • El lupus tiene una predilección por el sexo femenino, sobre todo mujeres jóvenes, en una proporción 10:1 en relación al sexo masculino.
  • En Estados Unidos se ha reportado una incidencia de 1,5 casos por cada 100.000 habitantes y una prevalencia de 120 casos por 100.000 habitantes.
  • La etiología de la enfermedad es desconocida, sin embargo, es posible que intervengan diferentes agentes patógenos, lo cual explicaría la heterogeneidad de la enfermedad.
  • El lupus es común en mujeres entre los 15 y 45 años.
  • La mayoría de los médicos y especialistas creen que el lupus es el resultado de estímulos genéticos y ambientales.
  • Entre los factores que se han implicado en la etiopatogenia se encuentran: autoanticuerpos, activación de la inmunidad celular, factores genéticos, factores hormonales, apoptosis y factores ambientales.
  • Los factores de riesgo incluyen exposición a los rayos UV, algunos medicamentos, infección por virus de Epstein Bar, exposición a ciertos productos químicos.
  • El lupus no tiene cura, pero con tratamiento médico se pueden controlar los síntomas.
  • El tratamiento incluye corticosteroides, fármacos inmunosupresores y cambios en el estilo de vida.

Factores De Riesgo Para El Lupus

Los factores de riesgo para desarrollar el lupus incluyen:

Edad:

El diagnóstico y los síntomas generalmente se producen entre los 15 y 45 años. Alrededor del 15% de estas personas diagnosticadas, presentaron lupus antes de los 18 años.

Género:

Más del 90% de los pacientes con lupus son mujeres. Antes de la pubertad, los niños y niñas son igualmente propensos a desarrollar la enfermedad.

Raza:

En Estados Unidos el lupus es más común y severo en afroamericanos, hispanos, latinos, asiático americanos, hawaianos nativos e isleños del pacífico.

Antecedentes familiares:

Los familiares de primer y segundo grado de una persona con lupus tiene un riesgo del 4% al 8% de desarrollar la enfermedad. Un estudio sugiere que las hermanas de pacientes con lupus tienen una probabilidad del 10% de tener la enfermedad. En otro estudio prospectivo de 10 años, se observó una incidencia del 7% de lupus en familiares de primer grado.

El lupus no se contagia, y no puede ser transmitido sexualmente.

Niños:

En esta población la enfermedad no es frecuente (sobre todo a los 15 años). Sin embargo, los recién nacidos de madres con lupus pueden tener la enfermedad.

Embarazo:

Aunque una mujer embarazada con lupus es considerada de alto riesgo, muchas se cuidan lo suficiente para dar a luz a su bebé. Si es verdad que las mujeres con lupus tienen una tasa mayor de abortos espontáneos y partos prematuros, si siguen las recomendaciones de su médico es posible tener un bebé completamente sano. Por otro lado, las mujeres que tienen anticuerpos antifosfolípidos, están en mayor riesgo de aborto involuntario, sobre todo en el segundo trimestre, debido al riesgo de formación de coágulos a nivel de la placenta. En este sentido, es importante que la mujer tenga un buen asesoramiento y planificación del embarazo, sobre todo si tienen la enfermedad y además cursan con problemas renales (mayor riesgo de preeclampsia).

Tipos de Lupus

Existen diferentes tipos de lupus, pero al que nos referimos se conoce como lupus eritematoso sistémico o LES. Otros tipos incluyen el lupus discoide e inducido por medicamentos.

Lupus discoide:

Estos pacientes desarrollan la forma cutánea de la enfermedad. Se caracteriza por erupciones en zonas de la cara, cuello y cuero cabelludo, sin afectar a los órganos internos. Menos del 10% de estos pacientes avanzan en la forma sistémica, pero no hay forma de predecir cuándo ocurrirá. Este tipo de erupción puede durar días o años y se puede repetir.

Lupus eritematoso cutáneo subagudo:

Se relaciona a la aparición de lesiones cutáneas en zonas expuestas al sol, que no producen cicatrices.

Lupus eritematosos sistémico (LES):

Es el tipo más grave, ya que afecta a todos los órganos del cuerpo. En estos pacientes se produce inflamación, tanto de la piel como en las articulaciones, además hay compromiso de los pulmones, riñones, corazón y sangre. La enfermedad se caracteriza por períodos de brotes y períodos de remisión.

Lupus inducido por fármacos:

Es producido por reacción a diversos medicamentos capaces de provocar síntomas similares al LES. Dichos fármacos son los que se utilizan en la hipertensión, como la hidralacina, o la procainamida (antiarrítmico). No obstante, hay muchísimos medicamentos que pueden producir la enfermedad, la cual desaparece una vez que se deja de tomarlos.

Lupus neonatal:

Es una condición rara que ocurre cuando una madre pasa autoanticuerpos (anti-Ro y anti-La) al feto. Esto hace que el recién nacido presente erupciones cutáneas y complicaciones cardíacas, así como alteraciones hepáticas y hematológicas (anemia). Se diferencia del LES en que puede desaparecer entre los 3 y 6 meses de vida sin dejar secuelas y, la manifestación más grave, es el bloqueo cardíaco congénito, que requiere marcapasos y tiene una tasa de mortalidad del 20%. Esta enfermedad suele ocurrir en recién nacidos de madres con LES, síndrome de Sjögren o sin ninguna enfermedad.

¿Qué es el Lupus?

El lupus es una enfermedad crónica autoinmune capaz de dañar cualquier parte del cuerpo (piel, órganos internos y articulaciones). Cuando una persona padece de lupus, su sistema inmunológico no funciona bien. En este sentido, en vez de proteger al cuerpo contra infecciones y enfermedades, el propio cuerpo produce anticuerpos  (denominados autoanticuerpos) contra las células y tejidos sanos, causando inflamación, dolor y lesión en el organismo. Los autoanticuerpos más comunes son los anticuerpos antinucleares (ANA), que son capaces de reaccionar a nivel del núcleo de las células y son positivos en el 95% de los casos.

Según la Fundación Americana del Lupus, alrededor del 72% de los estadounidenses, entre los 18 y 34 años, no saben más que el nombre de la enfermedad, incluso muchos no han oído hablar de ella.

¿Cuáles son las Causas del Lupus?

Aunque la causa exacta es desconocida, muchos expertos creen que se desarrolla en respuesta a varios factores, que combinados producen la enfermedad, entre ellos:

Biomarcadores:

Se han hecho estudios sobre los biomarcadores para lupus. Éstas son moléculas que reflejan la presencia de un proceso patológico específico, por lo que los médicos pueden prevenirla. Dentro de los principales biomarcadores descubiertos se encuentran:

Genética:

No se ha demostrado que la presencia de un gen o grupo de genes específicos sean la causa del lupus. Aunque se sabe que la enfermedad es más prevalente en algunas familias y se han asociado ciertos genes a su desarrollo, pero esta información no es concluyente. Se han reportado casos de lupus en gemelos, y es interesante el hecho de que solo uno de ellos puede desarrollar la enfermedad (existe un 25% de probabilidad de que un gemelo idéntico la desarrolle). El riesgo de desarrollar la enfermedad en hermanos de individuos con lupus es 20 veces mayor que el de la población general.

Hormonas:

Como 9 de cada 10 casos de lupus afecta a las mujeres, se cree que existe una relación entre la producción de estrógenos y el lupus. Pero ¿por qué el estrógeno? Pues bien, los estrógenos son conocidos por ser hormonas inmunoharmonizantes, lo que significa que las mujeres tienen un sistema inmunológico más fuerte que los hombres. Por ello, la incidencia de las enfermedades autoinmunes es más alta en ellas. Ciertas investigaciones apuntan a que las mujeres con lupus tienen brotes de la enfermedad justo antes de sus períodos menstruales y durante el embarazo, cuando la producción de estrógenos es mayor.

PCR o proteína C-reactiva

Es una proteína hepática que se correlaciona con la actividad de la enfermedad y con factores de riesgo cardiovascular

Proteinuria (proteínas en la orina)

Es muy frecuente en pacientes con enfermedad renal por lupus y se utilizan para medir la gravedad de la enfermedad renal, así como el grado de daño hacia el parénquima renal.

Anticuerpo de ADN de doble hélice y Complemento C3a

Pueden ser biomarcadores positivos en análisis de sangre.

Medio ambiente:

Los factores ambientales, como ciertas sustancias químicas y virus, pueden contribuir al desarrollo del lupus en individuos genéticamente susceptibles. Entre estos factores encontramos:

  • Rayos UVB.
  • Rayos ultravioleta de bombillas fluorescentes.
  • Exposición al polvo de sílice (muy utilizada en zonas agrícolas e industriales).
  • Medicamentos como Sulfamidas (esto hace a la persona más sensible al sol). Entre ellos: Trimetoprim-sulfametoxazol (bactron), sulfisoxazol (gantrisina), tolbutamida, diuréticos.
  • Medicamentos sensibilizantes a la exposición del sol, como la Minoxiclina (pertenece al grupo de tetraciclinas). Otros antibióticos como las penicilinas y ampicilina también se asocian como factores desencadenantes del lupus.
  • Infecciones como el Virus de Epstein Bar.
  • Agotamiento.
  • Lesión.
  • Estrés emocional (relacionado al divorcio, enfermedad, muerte en la familia u otras complicaciones) o físico (cirugías, traumatismos, embarazo o parto).

Síntomas de Lupus

Los síntomas son muy variables, los más comunes son:

  • Dolor e inflamación articular.
  • Fiebre inexplicable.
  • Mialgias.
  • Erupción rojiza en cara (en forma de mariposa).
  • Dolor en el pecho con la respiración.
  • Dedos de los pies o manos, pálidos o morados (fenómeno de Raynaud).
  • Pérdida del cabello.
  • Anemia.
  • Mareos.
  • Edema palpebral o de miembros inferiores.
  • Úlceras bucales.
  • Cansancio.
  • Cefaleas.
  • Confusión.
  • Fotosensibilidad.
  • Vasculitis.
  • Leucopenia.
  • Miocarditis.
  • Endocarditis.

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Como vemos esta es una enfermedad que ataca diversos órganos, por lo que podemos agrupar los síntomas según los sistemas orgánicos que afecta:

Síntomas constitucionales:

La fiebre, la anorexia y la pérdida de peso son síntomas frecuentes en el LES, y aunque no están incluidos en los índices de actividad de la enfermedad, su presencia sugiere que está activa. Puede haber una infección cuando se presenta fiebre. La presencia de adenopatías es frecuente.

Síntomas relacionados con el aparato locomotor:

Puede producir artralgias migratorias o simétricas de carácter inflamatorio, que pueden ocurrir diariamente. La artritis es un síntoma común y suele ser migratoria, incluso, algunos pacientes pueden presentar fibromialgia, desconociéndose el mecanismo por el que se desarrolla.

Síntomas pulmonares:

Algunos pacientes con lupus desarrollan pleuritis, una inflamación del revestimiento de la cavidad torácica que cursa con dolor al respirar. Esta se observa en el 50% de los casos, pudiéndose acompañar con derrame pleural (unilateral o bilateral). Además, suele acompañarse del síndrome de pulmón “encogido”, una manifestación poco frecuente que cursa con dificultad respiratoria, aunque a veces es asintomático, evidenciándose en las radiografías de tórax unos campos pulmonares disminuidos de tamaño.

Síntomas neurológicos:

Son los síntomas más variados y realmente graves, debido a la sintomatología neuropsiquiátrica asociada (depresión, estados confusionales, problemas de visión, déficits cognitivos, alteraciones de la memoria, síndromes neurológicos focales como la cefalea y migraña, convulsiones,). Aquellas mujeres con anticuerpos antifosfolípidos pueden desarrollar cuadros de accidentes cerebrovasculares, síndrome de Guillain-Barré, corea, mielitis transversa y afectación del sistema nervioso periférico. En todos los pacientes como LES que presentan afectación del sistema nervioso deben descartarse otras etiologías como responsables de la clínica neurológica.

Síntomas hematológicos:

Las personas con lupus pueden desarrollar anemia, leucopenia (disminución del número de glóbulos blancos) o trombocitopenia (disminución del número de plaquetas en la sangre, que ayudan a la coagulación).

Síntomas cardíacos:

En algunas personas con lupus, la inflamación puede ocurrir en el corazón (miocarditis y endocarditis), o cuando la membrana que rodea el corazón se inflama (pericarditis). Además, la endocarditis puede dañar las válvulas del corazón, haciendo que la superficie de la válvula se espese y desarrolle crecimientos que puedan producir soplos cardíacos. Por otro lado, la cardiopatía isquémica (como el infarto agudo al miocardio) es muy frecuente en el paciente lúpico, debido a diferentes mecanismos (aterosclerosis acelerada, HTA, síndrome nefrótico asociado a hiperlipemia, vasculitis coronaria).

Síntomas gastrointestinales:

Son poco frecuentes, y en muchas ocasiones son secundarias a los tratamientos empleados. Pueden producir dolor abdominal (relacionado a peritonitis, vasculitis o pancreatitis). También puede producir afectación hepática como hepatitis crónica, cirrosis biliar, colangitis autoinmune y vaculopatía trombótica oclusiva.

Síntomas cutáneos:

Se observan en el 80% de los pacientes con LES y pueden ser cruciales a la hora de diagnosticar la enfermedad. Entre las diversas manifestaciones encontramos el lupus eritematoso agudo cutáneo, que se caracteriza por un tipo de exantema en alas de mariposa que se produce en la zona malar (respetando el surco nasolabial), que se desarrolla por exposición al sol (en zonas fotoexpuestas) y no suelen dejar cicatriz. El lupus eritematosos subagudo es otra forma cutánea, caracterizada por lesiones escamosas parecidas a psoriasis, que cuando remiten dejan un área hipopigmentada. Por último, el lupus eritematoso crónico, donde distinguimos varias lesiones: discoides, paniculitis lúpica (nódulos subcutáneos) y el lupus eritematoso subcutáneo.

Sistema circulatorio:

Los vasos sanguíneos pueden inflamarse y producir vasculitis, lo cual afecta a los elementos de la sangre.

Sistema renal:

El riñón se afecta hasta en el 45% de los pacientes con LES, el cual marca el pronóstico de la enfermedad. La biopsia renal es fundamental para plantear posteriormente una estrategia terapéutica apropiada. Algunas de las manifestaciones renales del paciente lúpico son:

  • Nefritis tubulointersticial (inflamación de los riñones y del sistema colector)
  • Microangiopatía trombótica renal: cursa con HTA, síndrome nefrótico e insuficiencia renal progresiva.

Tener Lupus Aumenta el Riesgo de:

  1. Infecciones: las personas con lupus son susceptibles a las infecciones, debido a que la enfermedad y los medicamentos que se utilizan para tratarla debilitan el sistema inmunológico. Las infecciones más comunes son las urinarias, respiratorias, por hongos, salmonella, herpes virus y herpes zóster.
  2. Muerte del tejido óseo (necrosis avascular): ocurre cuando el suministro de sangre al hueso disminuye, resultando en pequeñas roturas del hueso y, eventualmente, el colapso del mismo. La articulación de la cadera es la que más se afecta.
  3. Complicaciones en el embarazo: Las mujeres con lupus tienen mayor riesgo de aborto espontáneo, riesgo de hipertensión del embarazo (preeclampsia) y parto prematuro. Por ello, la mayoría de los especialistas recomiendan evitar el embarazo hasta que la enfermedad esté bajo control durante al menos seis meses.

Diagnóstico del Lupus

Obtener un diagnóstico de lupus es realmente difícil, por lo que se requiere de un médico con experiencia y conocimientos en el área para dar con la enfermedad. Para llegar al diagnóstico hay que tomar en cuenta varias cosas:

  • Una historia clínica exhaustiva, examen físico y pruebas de laboratorio pueden ayudar al médico a considerar otras enfermedades que imitan el lupus o determinar si una persona realmente tiene la enfermedad.
  • Las pruebas más útiles incluyen la determinación de autoanticuerpos. Dentro de ellas la prueba de anticuerpos antinucleares (ANA), que son los autoanticuerpos que reaccionan contra los componentes del núcleo de las células. Alrededor del 98% de las personas con lupus tienen ANA positivos. Sin embargo, hay una variedad de infecciones y enfermedades autoinmunes capaces que producir este tipo de anticuerpos.
  • Todas las pruebas de laboratorio incluyen el recuento sanguíneo completo (CBC), velocidad de sedimentación globular (VSG), análisis de orina, química sanguínea, niveles de complemento, ANA y otras pruebas de autoanticuerpos como anti-ADN nativo, anti-Sm y anti-Ro/SSA, anti-La, antifosfolípido, anti-U1RNP.
  • Biopsia de piel y de tejido renal (vistos bajo el microscopio).

A continuación presentamos en detalle de qué trata cada prueba:

Pruebas de Orina para Lupus

Estas pruebas se piden con el fin de diagnosticar y controlar los efectos del lupus en los riñones. Entre ellas se incluyen las siguientes pruebas:

Medición de la tasa de filtración glomerular y proteinuria: Mide la eficacia de los riñones para filtrar la sangre y eliminar los productos de desecho. Se realiza recogiendo una muestra de orina de 24 horas.

Relación proteína-creatinina: La prueba se realiza tomando una muestra de orina. Con ella se mide si hay pérdida de proteínas en la orina, lo cual es un fiel indicador de la función renal.

Análisis de orina: Se utiliza para detectar lupus renal. La presencia de proteínas, glóbulos rojos, glóbulos blancos y formas celulares pueden indicar enfermedad renal.

Otras pruebas que se utilizan para monitorizar el progreso de la enfermedad, después del diagnóstico y efectividad del tratamiento incluyen:

  • Tasa de sedimentación de eritrocitos: Mide la cantidad de inflamación en el cuerpo.
  • Tasa de sedimentación para la proteína C- reactiva (PCR): Al igual que la anterior, mide la presencia de inflamación e infección.
  • Creatinina fosfoquinasa (CPK): Es una enzima que se encuentra en el corazón, cerebro y sistema musculoesquelético que se eleva en casos de daño del tejido muscular. Un alto nivel indica estrés o lesión del corazón y otros músculos.
  • Prueba de Coombs: Se utiliza para detectar anticuerpos que actúan contra la superficie de los glóbulos rojos. Su presencia indica que puede haber enfermedad hemolítica (como la anemia hemolítica), donde la sangre no contiene los suficientes glóbulos rojos ya que son destruidos prematuramente. Existe una forma adquirida, llamada anemia hemolítica autoinmune (AIHA), la cual se presenta en el 10% de los pacientes con lupus y resulta de un ataque del sistema inmune a los propios glóbulos rojos.
  • Radiografías: Pueden servir para ver los órganos afectados por el lupus.

Prueba del Complemento en Suero

Esta prueba mide los niveles de proteína consumidas durante el proceso inflamatorio del LES. Los bajos niveles reflejan que el cuerpo está bajo un proceso inflamatorio-infeccioso.

De qué se Tratan estos Anticuerpos

  1. Anticuerpos antifosfolípidos (APL): Son un tipo de anticuerpos dirigidos contra los fosfolípidos, presentes en el 60% de los pacientes con lupus.
  2. Anticuerpos de ADN: Es un tipo específico de anticuerpo ANA que se encuentra en el 30% de las personas con lupus. La presencia de anticuerpo anti-ADN, sugieren una forma más grave de lupus, como la nefritis lúpica (lupus renal).
  3. Anticuerpos anti-Smith: Es una ribonucleoproteína que se encuentra en el núcleo de la célula, se encuentra en el 20% de las personas con lupus. A diferencia de anti-ADN, los anticuerpos anti-Smith no se correlacionan con la presencia de lupus renal.
  4. Anticuerpos anti-U1RNP: Generalmente se encuentran junto con los anticuerpos anti-Sm en las personas con lupus. La incidencia es de aproximadamente un 25%. Se ha demostrado que los anti-U1RNP se asocian con las características de la esclerodermia, incluyendo el fenómeno de Raynaud. También se ha relacionado a otras patologías como la artropatía de Jaccoud (una deformidad de la mano causada por la artritis).
  5. Anticuerpos anti-Ro /SSA y anti-La / SSB: Estos anticuerpos se encuentran en el 30%-40% de las personas con lupus y Síndrome de Sjögren primaria. También se encuentran en personas con lupus que han resultado negativos para anticuerpos ANA. Los recién nacidos de madres con anticuerpos anti-Ro y anti-La tienen mayor riesgo de lupus neonatal, una condición poco común, que puede conducir a bloqueo cardíaco congénito. Por lo que las mujeres con lupus que deseen embarazarse tienen que someterse a pruebas para estos anticuerpos.
  6. Anticuerpos anti-histonas: Estas son proteínas que ayudan a dar estructura al ADN y generalmente se encuentran en personas con lupus inducido por medicamentos, pero también se pueden encontrar en personas con LES. Aunque no son lo suficientemente específicos como para establecer un diagnóstico concreto del lupus.

Los criterios de la Asociación Americana de Reumatología son el estándar de oro para el diagnóstico clínico del LES (utilizando la clasificación estándar que requiere cuatro de once criterios para la definición de lupus). Los once criterios para el diagnóstico incluyen:

  • Exantema malar: Erupción en forma de mariposa en las mejillas y nariz. Puede ser fijo, liso o elevado (suele respetar el surco nasogeniano).
  • Erupción cutánea: Manchas rojas elevadas (conocida como lupus discoide).
  • Fotosensibilidad: Exantema cutáneo que aparece como reacción inusual a la luz solar.
  • Úlceras bucales o nasofaríngeas, generalmente indoloras.
  • Artritis no erosiva: Involucra dos o más articulaciones periféricas, caracterizado por sensibilidad, edema y derrame.
  • Serositis: Bien sea pleuritis (inflamación de la capa que recubre los pulmones) o pericarditis (inflamación alrededor del corazón).
  • Afección renal: Caracterizada por proteinuria persistente (exceso de proteínas en la orina).
  • Afección neurológica: Se manifiesta con convulsiones o psicosis, disfunción cognitiva.
  • Trastornos hematológicos: Como anemia hemolítica, bajo recuento de leucocitos o bajo recuento plaquetario.
  • Trastornos inmunológicos: La presencia de anticuerpos anti-ADN, anti-Sm positivos, anticuerpos antifosfolípidos positivos.
  • Anticuerpos Antinucleares positivos (ANA) por inmunofluorescencia.

Tratamientos y Prevención del Lupus

Para abordar la enfermedad hace falta un equipo multidisciplinario conformado por:

  • Un médico de cabecera.
  • Reumatólogo – trata la artritis y otras enfermedades que causan hinchazón en las articulaciones.
  • Un inmunólogo clínico – trata los trastornos del sistema inmunológico.
  • Nefrólogo – trata la enfermedad renal.
  • Hematólogo – trata los trastornos de la sangre.
  • Dermatólogo – trata enfermedades de la piel.
  • Neurólogo – trata problemas con el sistema nervioso.
  • Cardiólogo – trata problemas de corazón y vasos sanguíneos.
  • Endocrinólogo – trata problemas relacionados con las glándulas y hormonas.
  • Dietistas.
  • Terapeutas ocupacionales.
  • Enfermeras.
  • Psicólogos.
  • Trabajadores sociales.
  • Seguir una dieta para lupus

El tratamiento del lupus debe estar orientado a:

-Reducir los síntomas como la inflamación y dolor.
-Prevenir y tratar los brotes.
-Ayudar al sistema inmune.
-Prevenir y reducir el daño a las articulaciones.
-Reducir y prevenir daños a órganos.
-Equilibrar las hormonas.

Qué Tipos De Medicamentos Se Utilizan Para Tratar El Lupus

Los medicamentos específicos incluyen:

  • Esteroides, como la prednisona y los derivados de la cortisona que representan la línea básica de tratamiento. Las cremas con esteroides pueden mitigar los síntomas cutáneos.
  • AINEs (antinflamatorios no esteroideos), utilizados para tratar los síntomas leves de la enfermedad.
  • Hidroxicloroquina (antimalárico), se utiliza en el tratamiento de los síntomas cutáneos y osteoarticulares.
  • Ciclofosfamida (Cytoxan), es un quimioterápico con efectos potentes sobre la actividad del sistema inmune. Se utiliza en el tratamiento de las formas graves de lupus.
  • Metrotexate (Rheumatrex), otro quimioterápico que está siendo utilizado en el tratamiento del lupus y en otras formas de la enfermedad que no suponen una amenaza para la vida, y en caso de que la persona no haya respondido a medicamentos como esteroides y antimaláricos.
  • Belimumab (Benlysta), es un anticuerpo monoclonal que reduce la actividad de los glóbulos blancos (linfocitos) que forma autoanticuerpos.

Actualmente no existe ninguna investigación que demuestre que las terapias alternativas afecten la evolución de la enfermedad, o que en su defecto, prevengan el daño hacia los órganos vitales. No obstante, existen enfoques alternativos y complementarios, que ayudan al paciente a hacer frente a la enfermedad y a canalizar el estrés que sienten al vivir con esta enfermedad crónica. Algunos enfoques actuales se centran en practicar ejercicios de relajación y meditación.

Cómo Vivir Con Lupus

Sabemos lo difícil que  es vivir con una enfermedad como el lupus, debido al gran impacto emocional que produce.  Por lo general, las personas con lupus tienen poca energía, están desmotivados y se sienten incomprendidos, por ello la importancia de tener una comunicación abierta con su equipo de especialistas para atender con mayor precisión las demandas del enfermo.

Es importante encontrar un equilibrio entre el trabajo, la familia y actividades personales. Se debe prestar atención a los síntomas que presenten, y si hay debilidad o cansancio asociados, tratar de reducir el ritmo de las actividades diarias.

Distribuir el tiempo entre las actividades laborales y familiares pueden contribuir a disminuir la fatiga crónica.

Los grupos de apoyo son una herramienta bastante útil en la comprensión de la enfermedad, ya que su finalidad es ayudarse mutuamente durante el proceso. Por otro lado, el apoyo familiar es vital, tanto para que la persona no se sienta sola, como para que el núcleo familiar aprenda sobre la enfermedad y sepa ayudar y comprender la situación por la que pasa el afectado. Aunque mantenerse saludable suele ser una tarea difícil en los pacientes con lupus, no es imposible, y con el apoyo de los demás, es posible llevar una vida normal.

Prevención del lupus

Existen medidas preventivas que los pacientes pueden seguir para sobrellevar la enfermedad:

  • Cuidarse del sol: Es importante usar un protector solar factor 30 para bloquear los rayos UVA y UVB.
  • Alimentarse bien (dieta nutritiva balanceada) ayuda contra los síntomas. Investigaciones sugieren que consumir pescado puede prevenir los síntomas, debido a su poder antinflamatorio.
  • Aplicar compresas de calor en las zonas articulares dolorosas.
  • La hidroterapia puede ser beneficiosa.
  • Realizar ejercicio físico de bajo impacto como el nado, aeróbics y ciclismo previenen la atrofia muscular y reducen el riesgo de desarrollar osteoporosis.
  • No fumar.
  • Las terapias de rehabilitación física y ocupacional puede ayudar al fortalecimiento de los músculos y disminución del estrés.
  • Descansar lo suficiente para controlar la fatiga.
  • Cultivar buenas relaciones con los médicos y la familia, ayuda en el manejo de la enfermedad.
  • Si está embarazada, es importante que consulte con su médico sobre los riesgos asociados con la enfermedad.
  • Debido a que el lupus produce deterioro cognitivo y alteraciones de la memoria, consultar con un terapeuta puede ser útil.
  • El buen pronóstico de la enfermedad depende de la gravedad y efectos sobre los órganos vitales.

 

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