7 remedios caseros para el resfriado

 

Absolutamente todos hemos padecido de un resfriado alguna vez en la vida. Es difícil no resfriarse al menos una o dos veces al año, es causado por un virus común y que además en algunas épocas del año se encuentra con más agresividad en el ambiente.

Dado que el resfriado es causado por un virus y no por una bacteria, tomar antibióticos realmente no ayuda a mejorar ni cura el padecimiento.

De hecho, no existe una medicina directamente efectiva contra las causas del resfriado, pero sí existe una gran variedad de remedios para combatir y aliviar sus síntomas.

Los síntomas de un resfriado común y corriente incluyen:

  • Dolor de garganta.
  • Congestión nasal.
  • Dolor de cabeza.
  • Malestar general.

Existen muchos medicamentos contra los síntomas que puedes comprar libremente en las farmacias, pero también existen muchos remedios naturales, que a veces son igual de efectivos y que tienen la ventaja de no causar efectos secundarios.

Algunos de los remedios naturales y farmacéuticos más efectivos para tratar el resfriado son:

1. Sonarse la nariz correctamente

Sonarse la nariz es una de las acciones que más hacemos cuando tenemos un resfriado. Como es tan común, es posible que pienses que es sencillo y no tiene ninguna ciencia, pero aunque no lo creas, es importante hacerlo correctamente.

La finalidad es limpiar el canal nasal lo mejor posible. Para ello, debes bloquear una de tus fosas nasales y sonar la otra, y viceversa. Siempre debes usar un pañuelo desechable y lavarte las manos después de hacerlo.

Muchas personas tienen la mala costumbre de sorber las secreciones nasales, pero esto debes evitarlo, ya que solo logras que regrese a tu cuerpo lo que el organismo estaba justamente tratando de expulsar. Esto, además, puede causar infecciones en el canal auditivo.

2. Utilizar Vapor

Una de las molestias más comunes del resfriado es la resequedad de la garganta y de la nariz. Un ambiente seco y frío, especialmente en invierno, puede agravar bastante este síntoma.

Respirar durante una ducha caliente que genere mucho vapor ayuda temporalmente a descongestionar la nariz y alivia la presión en los senos nasales. Como alternativa a esto, puedes respirar en una olla con agua caliente para obtener ese mismo beneficio.

Para hacerlo, puedes simplemente hervir una o dos ollas de agua, disolver en ellas una cucharadita de Vick Vaporub o unas gotas de aceite de eucalipto, y dejar que vaporicen en tu habitación.

Otra estrategia es inclinarte con cuidado sobre el vapor y cubrir tu cabeza con una toalla húmeda para que no se escape mientras respiras en él.

También existe una gran gama de humidificadores comerciales, que puedes adquirir para mantener la humedad del ambiente en una habitación lo suficientemente alta como para que no se irriten más la garganta y las fosas nasales.

Lee también nuestra guía sobre los síntomas de la influenza H1N1: similares a los de la gripe común

3. Beber muchos líquidos

Mantener un alto consumo de líquidos durante el resfriado ayuda a evitar la deshidratación del organismo y puede ayudar a hacer más menos denso el moco que expulses.

Tu cuerpo pierde más fluidos de los habituales cuando estás enfermo, por eso es importante que también bebas más líquidos, así le ayudas a deshacerse más rápido de lo que está causando el problema, y evitas que un cuadro de deshidratación agrave las cosas.

4. Haz gárgaras

Hacer gárgaras es uno de los remedios más populares y más efectivos para ayudar a tu cuerpo a sanar más rápido y aliviar el dolor de garganta cuando padeces un resfriado.

Existen varias recetas que puedes hacer en casa para hacer gárgaras, pero todas tienen en común el hecho de modificar el pH de la garganta convirtiéndola en un entorno hostil para los agentes infecciosos.

Algunos ingredientes, como el propóleo o el jengibre, también tienen algunas propiedades antibióticas y calmantes.

La manera más común de hacer gárgaras es disolver una cucharadita de sal o de bicarbonato de sodio en un vaso con agua, y también pueden hacerse con una mezcla de jugo de limón y miel. Lo ideal es que hagas gárgaras con agua tibia.

Recuerda que para que las gárgaras sean efectivas, debes hacer tres o cuatro repeticiones al día, y mantener el líquido en la garganta todo lo que puedas sin que aparezca la sensación de que te ahogas.

5. Solución salina

En la mayoría de los casos, la congestión nasal es consecuencia de la inflamación de las mucosas y de los senos paranasales, por el trabajo de tu sistema inmunológico contra el patógeno responsable de la infección en tu cuerpo.

Existen muchas opciones de sprays vasoconstrictores tópicos que desinflaman la mucosa nasal y disminuyen la sensación de congestión, pero debes recordar que el abuso de estas sustancias puede dañar tu nariz y en algunos casos pueden llegar a generar adicción.

Una alternativa más segura y que también puede utilizarse en niños, son las gotas de solución salina. Éstas ayudan a limpiar la cavidad nasal, drenar los mocos y desinflamar las mucosas de la nariz de una manera más natural y menos agresiva.

6. Miel

La miel es un remedio muy popular para aliviar algunos de los síntomas del resfriado, principalmente el dolor de garganta y los ataques de tos.

Además de tener comprobadas propiedades antibióticas, a miel ayuda a lubricar la garganta. Un estudio publicado en la publicación Pediatrics determinó que dar miel a los niños con resfriado antes de dormir ayuda a reducir la tos.

Puedes consumirla sola, pero si la combinas con jugo de limón y una raíz machacada de jengibre se vuelve mucho más efectiva. Sin embargo, no debes dar miel a niños menores a un año, porque contiene esporas botulínicas que pueden afectar su tracto digestivo.

Lee nuestra guía sobre los 7 beneficios de la miel

7. Paracetamol o acetaminofén

El paracetamol es uno de los medicamentos más recetados para el resfriado porque además de ayudar a combatir síntomas como el dolor de cabeza, garganta y malestar general, es un efectivo antipirético que ayuda a controlar la fiebre.

Otra de las ventajas del paracetamol es que se puede administrar de forma segura a niños, siempre con supervisión médica.

El paracetamol es más efectivo para tratar los síntomas del resfriado que otros analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, y al mismo tiempo es menos agresivo con el sistema digestivo.

Si no tienes paracetamol a la mano, también puedes probar con aspirina, siempre que no sufras de gastritis o úlcera intestino. En el caso de los niños, no administres aspirina porque puede causar Síndrome de Reye.

¿Cuánto dura normalmente un resfriado?

Los remedios caseros y farmacéuticos no necesariamente aceleran la recuperación de las personas que padecen un resfriado, pero sí pueden ayudarlas a aliviar los síntomas mientras el cuerpo se deshace del virus de forma natural.

Según el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), los síntomas de un resfriado pueden durar de entre 7 a 10 días, algunos síntomas como la tos pueden tomar más tiempo.

Si el malestar se mantiene por más de dos semanas, debes visitar a tu médico.

Las complicaciones de un resfriado pueden incluir infecciones de oído o en los senos paranasales.

¿Cómo prevenir un resfriado?

Aunque es difícil evitar que nos resfriemos al menos un par de veces en la vida, sí existen algunas estrategias que podemos aplicar para minimizar lo más posible el riesgo de enfermarnos.

Los virus que causan  el resfriado pueden vivir en el ambiente, en superficies y hasta en las manos, por lo cual mantener limpias las superficies y lavarnos las manos con frecuencia es una de las maneras más efectivas de evitarlos.

Cargar con un pequeño envase de gel antibacterial es una buena forma de mantener tus manos sanitizadas de manera frecuente.

Si ya estás enfermo, es importante que evites esparcir aún más el virus. Por eso es de vital importancia que en la medida de lo posible no salgas de casa y siempre te tapes la nariz y la boca al estornudar con un pañuelo desechable que luego tires a la basura.

Mantén fuerte tu sistema inmunológico

A menos de que vivas en una burbuja estéril, es imposible que te mantengas alejado de virus y gérmenes del ambiente. Por esta razón es importante mantener fuerte el sistema inmunológico para que pueda combatir los patógenos que ataquen al organismo.

La mejor manera de mantener fuerte nuestro sistema inmune es alimentarnos correctamente, consumir muchas vitaminas y cuidar nuestra condición física. Evitar el cigarro y el alcohol, y mantener los niveles de estrés bajos, que también se ha demostrado que es efectivo para potenciar las defensas del cuerpo.

 

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