El dolor en la planta de los pies es algo que ocurre con cierta frecuencia, pero que es importante solucionar ya que es un problema que nos puede limitar en la vida diaria.
Las causas son diversas y algunas pueden requerir tratamiento médico muy específico, como pueden ser las rupturas de ligamentos o las fracturas, en general el dolor en la planta de los pies es algo que se puede solucionar en casa, pero que sobretodo se puede prevenir, lo que es mucho más importante.
Causas de dolor en la planta de los pies
1. Fascitis plantar
La fascia plantar es un tejido grueso de sostén, que va del talón al origen de los dedos de los pies. Este tejido es el que permite que el pie tenga su curvatura normal. La fascitis plantar es la inflamación de ese tejido, y es la causa más frecuente de dolor en el pie. Por lo general el dolor comienza en la zona del talón y luego se irradia a toda la planta del pie. Vamos a ver más adelante con más profundidad cuales son las causas de su desarrollo y como se puede solucionar.
2.Esguince
Un esguince en la articulación del tobillo o en cualquiera de las articulaciones del pie puede dar un fuerte dolor en el mismo. Se caracteriza además por la aparición brusca del dolor y los fenómenos inflamatorios acompañantes (calor y rubor y edema).
3. Fracturas
Las fracturas en los huesos del pie pueden ocasionar un fuerte dolor. En estos casos, además de las brusquedad de inicio y la clara noción del traumatismo, incluso se puede sentir en el momento un sonido característico, similar a cuando se quiebra una rama. Puede haber también impotencia funcional (imposibilidad de hacer algunos movimientos con el pie) o no. Existe también calor, rubro y edema.
4. Verrugas plantares
Estas lesiones pueden ser muy dolorosas y suelen crecer hacia adentro, por lo que no se ven como las clásicas verrugas.
5. Diabéticos
En los diabéticos existen muchos motivos de dolor en el pie, pero es clave hacer una consulta médica inmediata sin intentar tratamientos caseros.
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La fascitis plantar puede verse ocasionada y / o agravada por:
1. Exceso de peso
2. Calzado inadecuado. En este caso puede ser por utilizar un calzado demasiado grande o demasiado pequeño, pero también por una suela que no ofrezca bastante contención
3. Demasiadas horas de pie
4. Arco plantar vencido o pie plano. Esto puede ser una condición de nacimiento o se puede adquirir con el tiempo. También puede ocurrir que una persona tenga el arco plantar demasiado marcado, lo que también puede llevar a padecer dolor en la zona, sobre todo a final de la jornada.
5. Cambio de actividad brusco, que implique un aumento de las exigencias sobre el pie, que recordemos soporta el peso de todo el cuerpo.
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Tratamiento y remdios caseros para el dolor en la planta del pie
1.- Descansar con los pies elevados.
Al final de la jornada cuando más se siente el dolor, es muy buena idea elevar los pies. Podemos sostenerlos con comodidad en almohadones o cojines, pero lo importante es que se pueda mantener un reposo en elevación. Esto lleva a disminuir la inflamación.
2.- Hielo.
Si el dolor es intenso, se deben combinar ambos tratamientos. Mantenemos la elevación de los pies pero a su vez agregamos el hielo. Siempre que se va a aplicar hielo hay que tener la precaución de no producir una quemadura por frío. En ese sentido es clave respetar lo siguiente: proteger la piel con una fina toalla, y rotar cada cinco minutos el hielo, de modo de evitar lesionar la piel.
3.- Antiinflamatorios de venta libre, como el ibuprofeno.
Sin embargo, antes de recibir cualquier clase de medicación por primera vez, por más que se trate de venta libre, hay que consultar al médico. Esta mediación se debe indicar luego de haber tomado las medidas físicas indicadas previamente (reposo en elevación y refrigerar la zona).
4.- Caminar descalzo.
Si tenemos la posibilidad de hacerlo sobre el césped o sobre arena, es una excelente forma de tratar la fascitis plantar. Por supuesto que esto debemos hacerlo en zonas donde tenemos la certeza que no podemos lesionarnos, pero en caso de poder hacerlo, es ideal hacer frecuentes caminatas, las cuales iremos extendiendo en duración y distancia. De este modo el pie comienza a adecuarse mejor a su función.
5.- Bajar de peso.
Cuando estamos recargando las articulaciones con un exceso de peso, a la larga las vamos a lesionar. La rodilla es una de las que más sufren, pero sin duda los pies son quienes tienen el efecto directo de esa sobrecarga de trabajo.
6.- Utilizar calzado adecuado.
Esto quiere decir que se debe utilizar el calzado que corresponde en tamaño, pero también con la suficiente calidad como para que no sea demasiado rígido y lastime por ese motivo, ni demasiado blando que no sostenga la planta del pie y deje vencer el arco. Si vamos a hacer un esfuerzo fuera de lo habitual, como una gran caminata o incluso una maratón, es clave conseguir el calzado indicado para esa actividad en particular.
7.- Usar dispositivos ortopédicos adecuados cuando el problema es el arco.
En estos casos simplemente se agrega dentro del calzado un dispositivo diseñado para dar mayor contención a la planta del pie.
En casos de esguinces, fracturas o rupturas de ligamentos, el tratamiento es el específico para ese tipo de lesiones, nunca es un tratamiento casero y siempre en todos los casos hay que sabe que la recuperación lleva un tiempo.
8.- Verrugas plantares.
Las verrugas plantares son muy dolorosas y llevan un tratamiento específico. Si bien no son graves, pueden ser muy invalidantes por el dolor que producen.
Siempre y en todos los casos se debe consultar el médico cuando hay fenómenos acompañantes, cuando no hay mejoría con el tratamiento en casa y en todos los casos de pacientes diabéticos.