Ser una chica fitness o chia fit puede ser duro y difícil y el progreso siempre es lento, lo bueno siempre cuesta.
A veces vas a querer llorar, y vas a pensar ¿porqué estoy haciendo esto? pero recuerda el progreso es lento, pero siempre es mucho mejor pequeños avances que ninguno. A medida que vayan pasando las semanas, verás cómo va aumentando tu resistencia y cómo poco a poco y de manera saludable vas cambiando tu físico.
Anímate a iniciar y mantenerte en este camino, que a pesar de requerir sacrificios, a la larga conlleva a una gran satisfacción. Para ayudarte te dejo algunos pasos que te permitirán alcanzar tu objetivo final y convertirte en una chica fitness!
1.- Deja los malos hábitos
¡Es hora de ponerse en forma! Comienza no sólo a cambiar tu actividad física, sino también a reducir los azucares, las grasas y las comidas rápidas.
Por el contrario, aumenta el consumo de frutas, verduras, fibra y agua. Debes pensar que tu cuerpo es como un automóvil, para que funcione bien necesita el combustible adecuado; alimentos que fomenten tu energía y la ganancia de masa muscular.
Para obtener un buen físico no bastará sólo con ejercicios, ya que el 80% se debe a la alimentación y el 20% a tu actividad física.
2.- Ámate tal como eres
No veas a tu cuerpo como algo que tiene que ser cambiado, ni lo compares con el de un atleta, esto sólo generará desmotivación.
Procura hacer todo por ti y para ti, para sentirte bien y sentir que eres capaz de ser constante, de superarte día a día.
Sólo compárate contigo, supérate y mira tus progresos, no te compares con otras personas. Haz lo mejor para tu salud y no sólo por estética.
3.- Establece un plan de alimentación
Como te mencione anteriormente, el ejercicio no lo es todo.
Debes seguir un plan de alimentación que se adecue al tipo de actividad física que estas realizando. No necesariamente se trata de comer menos, más bien de comer saludablemente, esto te ayudara a ordenarte en tus comidas y a evitar ingerir alimentos compulsivamente.
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4.- Permítete unos gustos
Comer sano está bien, pero también puedes permitirte de vez en cuando algo que se te antoje.
No es la idea obsesionarse por una alimentación sana ni mucho menos llevar la cuenta de todas las calorías que ingieres. Si durante la semana has hecho las cosas bien, un trozo de torta o lo que desees, no hará ninguna diferencia.
Negarte esos antojos por semanas, sólo hará que quieras abandonar tu nuevo estilo de vida, yo te recomiendo que una vez por semana, y de manera moderada, te permitas ese chocolate que tanto anhelas.
5.- Entrena regularmente
No es necesario que comiences entrenando los 7 días a la semana, sólo lograras que sea más difícil acostumbrarte a este nuevo estilo de vida.
Inicia realizando tu rutina 2 a 3 veces por semana hasta que tu cuerpo se vaya acostumbrando a trabajar. Además, asegúrate de encontrar un deporte o ejercicio que te guste y que te animes a realizar, por ejemplo yoga, patinaje, deportes de combate, etc.
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6.- Busca un compañero/a
Hay días en los que no sentirás ganas de hacer ejercicios, pero si tienes un compañero que te motive y te acompañe, entonces todo será más fácil. Si ya te comprometiste con tu amigo no podrás abandonarlo, esto te permitirá ser más constante.
El ejercicio es mucho más divertido si se tiene con quien practicar.
7.- Establécete metas
Recuerda que tu meta principal es superarte a ti misma, proponte metas objetivas que puedas alcanzar en el corto plazo.
Enfócate en ellas siempre con el fin de tener una vida más saludable.
Fíjate metas principalmente en tu rutina de ejercicios, no sólo en lo que indique la balanza, ya que si estás realizando actividad física, lo normal es que tu masa muscular aumente (y tu cantidad de grasa se reduzca) lo que puede verse reflejado en un mantenimiento de peso, por lo tanto este no será un parámetro objetivo. Te recomiendo que vayas mejorando la frecuencia e intensidad de tu entrenamiento.
8.- Olvídate de la balanza
Este punto se relaciona con el anterior, la balanza no es lo suficientemente inteligente como para diferenciar entre masa muscular y masa grasa, ella sólo toma el peso corporal total.
Utiliza otro tipo de parámetros que te permitan ir evaluando tu progreso cada cierto tiempo; toma fotografías de tu cuerpo desde diferentes ángulos y mide tu circunferencia de cintura (y cadera), procura que siempre sea en el mismo horario y con los mismos instrumentos, para conseguir que sea una medición más objetiva.
Además, puedes recurrir a un especialista para que realice una medición de composición corporal.
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