Cutting: qué es y qué hacer si tu hija(o) adolescente lo hace

El cutting es una de esas modas populares entre los adolescentes, que implican algún tipo de agresión hacia sí mismos, sin que necesariamente sea un intento de suicidio y es más común entre las adolescentes.

Cuando las jóvenes lo hacen, procuran que sean visibles las evidencias para sus padres, aunque a veces las presumen entre sus amigos. Estos cortes se pueden hacer con tijeras, navaja o cualquier cosa afilada que tengan a la mano.

Quizá te estés preguntando por qué alguien haría algo así y la respuesta te sorprenderá bastante. Sí sospechas o has confirmado que tu hija practica esta manera de autolesionarse, debes leer este artículo completo.

Poniéndolo de manera sencilla, una persona se agrede a sí misma porque ha desarrollado una respuesta errónea a las situaciones de estrés o ansiedad.

Tal vez tu hija no tiene ninguna razón para sentirse estresada y ansiosa, pero recuerda que la adolescencia es una etapa de sentimientos conflictivos.

El cutting y las tendencias suicidas no necesariamente van de la mano, pero aunque no implique pensamientos de muerte, es una práctica anormal y peligrosa que debe detenerse.

Las conductas autoagresivas no tienen una sola causa y no respetan niveles sociales ni socioculturales.

En algunos casos, pueden ser una respuesta al aburrimiento, donde la persona decide cortarse para experimentar una sensación intensa.

Además del aburrimiento, existen circunstancias emocionales que pueden llevar a una adolescente a sentirse sentimentalmente anestesiada, de manera que no puede reaccionar al dolor ni a la felicidad y necesita una acción extrema para sentirse viva.

Aunque lo anterior es una de las explicaciones más comunes, la realidad es que el cutting responde a una necesidad de liberar ciertas emociones que están sobrepasando al adolescente.

Puede ser una necesidad de llamar la atención, porque se sienten olvidadas o de canalizar el enojo y la tristeza de alguna situación particular. También puede ser una manera inconsciente de castigar a sus padres o a las figuras de autoridad.

Otra teoría, de carácter fisiológico, es que cuando experimentamos dolor, nuestro cerebro libera endorfinas, las hormonas del placer y la felicidad. Paradójicamente, lastimarse a sí mismos, les provoca cierto placer físico, similar a una droga.

Por ejemplo, una adolescente de quince años que va muy bien en la escuela, practica natación, es campeona en su categoría, tiene un entorno familiar saludable y es el modelo a seguir de sus hermanos, pensaríamos que nunca se haría cutting.

Pero estaríamos muy equivocados, porque muchas de las chicas que llegan a consulta tienen situaciones similares, lo que dificulta encontrar el detonante.

Siguiendo este ejemplo, podemos ver que se trata de una adolescente físicamente saludable, que ha alcanzado el éxito y quizá siente demasiada presión de que todo sea perfecto y está luchando por expresar sus emociones negativas.

Hay un millón de preocupaciones que no puede canalizar, es probable que sean cuestiones intrascendentes para los demás, pero de verdadera importancia para ella. Así que se siente sola, sin nadie con quien hablar.

Quizá en algún momento se dio cuenta que al hacerse daño podía liberar un poco la presión. La primera vez pudo no ser intencional, pero luego recordó lo bien que se sintió al cortarse y lo hizo de nuevo.

Al final, esto desembocó en una conducta obsesivo compulsiva, donde el acto de cortarse se convirtió en una adicción, porque no conocía otra forma para manejar sus emociones.

La situación hipotética que acabamos de mostrar es la realidad de miles de adolescentes que terminan en consulta psicológica, porque han llegado a un punto grave.

Lee nuestra guía sobre la depresión: Signos de alarma, síntomas y tratamientos

Cómo Detectar Si Mi Hijo Adolescente Se Corta

En estricta teoría, debería ser evidente para los padres cuando algo no anda bien con sus hijos, pero en la práctica es muy distinto.

Durante la adolescencia, las jóvenes comienzan a desarrollar un sentido de privacidad que debemos respetar y por eso, muchas veces, no podemos ver las marcas que se hacen en el cuerpo.

El primer paso para detectar si tu hija se corta, es admitir que es una posibilidad real, te guste o no.

No te limites a explicar algunas conductas extrañas o un exceso de irritabilidad pensando que así son los adolescentes, debes llegar al fondo del problema para asegurarte de que tu hija no se esté agrediendo a sí misma.

Las adolescentes que hacen cutting, por lo general, se cortan en las muñecas y en los muslos. El signo de alarma más evidente es el uso de muñequeras o brazaletes que impidan ver la piel, así como las mangas y pantalones largos.

Si llegas a ver estas señales, es muy probable que la adolescente ponga un pretexto rápido, como que lo arañó el gato del vecino.

Sí sospechas que tu hija se corta, evita forzarla para que te enseñe las marcas. En lugar de eso, siéntate a platicar con ella y exprésale tus preocupaciones de manera calmada y afectuosa.

La idea no es que la obligues a confesar, sino que se sienta con la suficiente confianza para decirte lo que siente y el motivo que la está llevando a lastimarse.

 

Qué Debo Hacer Si Descubro Que Mi Hija Adolescente Se Está Cortando

No Pierdas El Control

Tus hijos son lo que más amas en el mundo, y si de pronto descubres que tienen la piel llena de cortes autoinfligidos, es perfectamente natural que tu primer impulso sea perder el control, gritar, amenazar o castigar.

Pero este no es el camino para que detenga esa conducta. Por muy difícil que suene, tómate un momento para recuperar el control y habla con tu hija hasta que te sientas más tranquilo.

Analiza Cómo Manejas La Ansiedad

El cutting puede ser una variación de una respuesta imitativa de cómo manejan la ansiedad los padres.

Si tu hija te ve estresado o preocupado, y observa que  tienes formas autodestructivas para manejar tu ansiedad, como fumar, beber, comer o trabajar en exceso; probablemente pensará que no hay una manera saludable de hacerlo.

Lee nuestra guía sobre las 14 formas sencillas de vencer la ansiedad

Fomenta El Diálogo

El cutting no es algo que vayas a detener con gritos ni castigos. Suena un poco insensato castigar a nuestros hijos porque no saben manejar la ansiedad. Forzarlos a darnos una respuesta o solución en ese momento, es una ruta hacia el desastre.

Debes ser paciente y crear las oportunidades para dialogar afectuosamente con tus hijos, enfocándote en el problema que los está llevando a cortarse la piel.

No Los Amenaces

Las amenazas no funcionan. Sabemos que estás desesperado y harías cualquier cosa para que tu hijo deje de lastimarse.

Pero amenazar a un adolescente castigándolo, decirle a sus amigos, internarlo en una institución o cualquier intento de coerción, solo generará más problemas.

Busca Ayuda

El cutting es una situación grave. Algunas veces esta situación nos excede y lo mejor es buscar ayuda profesional.

No se trata de dejar al adolescente una o dos veces por semana con el psicólogo, sino de una terapia que integré a toda la familia.

Buscar ayuda no te quita la responsabilidad, pero será útil para manejar la situación de manera más asertiva.

Encuentren Maneras De Canalizar La Ansiedad

Ahora que ya detectaron las fuentes de las emociones negativas y cómo se están expresando, hay que canalizarlas en actividades deportivas, pasatiempos y objetivos a corto plazo, que ayuden al adolescente a sustituir estas conductas autodestructivas por otras saludables.

Pasa Más Tiempo Con Tu Hija

No nos referimos a que la vigiles más de cerca. La idea no es que te conviertas en un celador para que no se corte, sino que cuente con el apoyo de sus padres, en lugar de recurrir a conductas como el cutting.

Fomentar la confianza incondicional con nuestros hijos adolescentes, de la misma forma en que lo hacíamos cuando eran pequeños, es importante para que atraviesen el proceso de la independencia hacia la adultez, sin sentirse desamparados en el proceso.

Comparte esta información, ya que puede ser de gran ayuda para otros.

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