Los top 5 ejercicios para mejorar tu memoria y ser más inteligente

 

Muchas personas hacen ejercicios cerebrales constantemente por medio de juegos diseñados específicamente para mejorar la memoria, la atención y la agilidad mental.

Incluso es probable que ya estés familiarizado con algunos  juegos que descargaste  en tu teléfono y que se venden como los mejores juegos para ejercitar tu memoria.

Sin embargo, deberías considerar otras formas  más integrales y efectivas de mantener agudas tus capacidades cognitivas pero, sobre todo, tu memoria de trabajo y memoria a corto plazo.

En este artículo te mencionaremos cuáles son los 5 tipo de ejercicios más funcionales para la memoria.

¿Cómo ejercitar la memoria y la mente con ejercicios aplicados?

A continuación revisaremos cinco ejercicios mentales que verdaderamente pueden ayudarte a desarrollar tus capacidades, sólo es cuestión de que te acostumbres, los realices con frecuencia y los personalices a tu gusto para que encuentres su lado divertido.

1.- El ejercicio de la observación en cuatro puntos

Si eres de las personas que tienen muchos problemas para memorizar rostros, intenta con este ejercicio que consta de memorizar cuatro detalles particulares en cada uno de los individuos a los que vas conociendo.

Por ejemplo, digamos que conoces a alguien que tiene el cabello castaño, usa lentes, tiene un lunar en la barbilla y un tono de voz chillón. El objetivo es observar estos detalles con atención, vincularlos con un nombre, para que después trates de recordarlos en su conjunto.

Algunos científicos llaman a este tipo de ejercicio “entrenamiento pasivo de la memoria”. Se consideran “pasivos” porque no estás utilizando ninguna técnica especial de memorización, simplemente le estás pidiendo a tu mente que haga lo que está diseñada para hacer: recordar.

Esto es importante porque por lo general no le exigimos a nuestra mente que practique la observación consciente.

Por esa razón, fallamos con frecuencia cuando tenemos que recordar detalles, e incluso llegamos a olvidar de inmediato cómo estaba vestida una persona que acaba de salir de la habitación.

Puedes comenzar con el ejercicio de los cuatro puntos y enfocarlo a otras personas, pero en realidad la observación consciente la puedes hacer en cualquier lugar y en cualquier momento del día con cualquier elemento de tu entorno inmediato, como edificios, autos.

2.- Ejercicios matemáticos de concentración mental

Las matemáticas y el cálculo son habilidades que no ejercitamos lo suficiente.

Pero no es que seamos “malos” en estas cuestiones, sino que simplemente tratamos de evitarlas siempre que podemos y utilizamos calculadoras y salidas fáciles, incluso ante las sumas y multiplicaciones más sencillas.

En lugar de ayudarte con un dispositivo digital, procura volver a tomar el control de los números sencillos en tu vida.

Hay miles de formas mediante las cuales puedes lograrlo. Por ejemplo, si vas de compras al supermercado, puedes realizar una suma mental progresiva de lo que cuesta todo aquello que vas metiendo en el carrito.

Si lo haces siempre cuando llegues a la caja sabrás exactamente cuánto vas a pagar. Si no tienes números con los qué lidiar a la mano, puedes inventarlos.

Por ejemplo, hacer una cuenta inversa de siete en siete empezando en el número 234, o cualquier otro ejercicio divertido que se te ocurra.

Con el tiempo te irás familiarizándote con los números y te darás cuenta de que existen muchos atajos y trucos matemáticos que te facilitarán las tareas cotidianas de la vida.

Además, jugar con números en nuestra cabeza es un ejercicio que por sí mismo fomenta la salud de la concentración y la memoria de trabajo a corto plazo porque te obligan a focalizar la atención en una serie de cifras que no puedes olvidar.

3.- Repite en tu cabeza lo que las personas dicen

Cada vez es más frecuente que las personas hablen entre ellas sin comunicarse en absoluto. No ponemos verdadera atención a lo que nos dicen los demás y los demás tampoco parecen estar genuinamente interesados en lo que decimos.

Eso es bastante triste, pero la buena noticia es que no tienes por qué ser una persona que simplemente habla como una marioneta o escucha superficialmente con la mente en otro lado cuando otro ser humano le habla.

Puedes entrenar a tu mente para concentrarse y mantener la atención en la charla de los demás, de tal forma que puedas recordar nítidamente todo lo que te dijeron.

Para crear presencia en el momento de una manera sencilla, sigue las palabras de tu interlocutor repitiéndolas en tu cabeza. Por ejemplo, imagina que alguien te está diciendo:

“Mañana quiero ir al cine a ver una película de acción que me interesa, es sobre un sujeto que no puede olvidar absolutamente nada. Es contratado por un grupo súper secreto, pero cuando el protagonista se va implicando en sus actividades encuentra cosas que le gustaría olvidar”.

Todo lo que necesitas hacer para completar este ejercicio mental es repetir todo lo que escuchaste en tu cabeza.

Si lo haces con frecuencia, comenzarás a grabarte lo que los demás te dicen de forma más natural. Sobra decir que este ejercicio es especialmente útil en clases, juntas en el trabajo así como cualquier situación en la que se supone que tenemos que prestar atención.

Un truco podría ser vincular las palabras con imágenes; es decir, para poder recordar aún más, puedes crear imágenes en tu cabeza derivadas de lo que acabas de escuchar.

Por ejemplo, al repetir la explicación de la película, puedes ir construyendo en tu mente secuencias visuales relacionadas con las palabras.

Las imágenes que generes harán que tus recuerdos sean más fuertes y tengan más conexiones con el resto de la información que tienes disponible.

4.- El ejercicio del metrónomo y el aplauso

Este ejercicio realmente no ayuda a la memoria de una forma directa, pero es excelente para mejorar las habilidades de concentración y para ubicarnos en el aquí y el ahora, lo que reduce el estrés y la ansiedad; se ha comprobado que ambas condiciones mejoran nuestra capacidad de recordar.

Para realizarlo necesitas un metrónomo a velocidad baja. Si no tienes uno a la mano, puedes descargar una aplicación de metrónomo en tu teléfono inteligente.

Lo que vas a intentar hacer es compaginar un aplauso con el click del aparato de la manera lo más exacta que puedas.

Mientras más rápida sea la velocidad del metrónomo, más sencillo será el ejercicio. Pero si el intervalo entre ambos clicks es de dos segundos o más, las cosas comienzan a ponerse difíciles porque ese conteo de tiempo se debe mantener por más tiempo en nuestra cabeza.

Verás cómo probablemente comienzas a contar los segundos; o sea, a dividir el intervalo del metrónomo en pequeñas fracciones para llevar mejor control.

5.- Crea conectores

¿Te ha pasado que un aroma o la visión de un objeto en particular desencadenan series de recuerdos situacionales completas y que tienen gran lujo de detalle?

Bueno, pues el principio básico de este ejercicio es justo eso: tirar de los hilos adecuados para traer a nivel consciente todos esos recuerdos que creemos haber olvidado.

Porque en cierta forma jamás olvidamos, sino que toda la información que reciben nuestros sentidos se va a un nivel tan profundo de almacenamiento que se vuelve inaccesible para la consciencia.

Rara vez entras a un lugar nuevo con la intensión de memorizar todo lo que veas. Y aunque lo hicieras, sería difícil porque la mente funciona en buena medida descartando todo lo que no considere esencial, lo que le permite categorizar situaciones con mayor velocidad.

Para comprobar esto puedes hacer un breve ejercicio: recuerda la última vez que fuiste al supermercado. Trata de pensar en el recorrido que hiciste por cada pasillo y lo que compraste.

Es casi imposible ¿vedad? Ahora recuerda la última emoción intensa que experimentaste. Trata de traer a tu mente los detalles del entorno que te rodeaba en ese momento o de las personas con las que estabas interactuando.

Te darás cuenta de que es mucho más probable que los detalles durante un episodio emocional se hayan quedado grabados en tu memoria.

Cuando podemos conectar una situación con una emoción contamos con más elementos para traer la información inconsciente al nivel consciente de la mente como un todo.

La premisa básica es que mientras más conectores puedas vincular con un dato o situación, más fácil será reconstruirla para tu cerebro en su conjunto.

Por ejemplo, si quieres recordar la forma de un objeto, no sólo observes cómo se ve, tócalo para que puedas pensar en cómo se siente al tacto o cuánto pesa. Golpéalo suavemente con una moneda para escuchar el sonido que hace.

Cualquiera de estos datos sensoriales que logres recordar, te abrirá las puertas hacia el recuerdo completo que tienes del objeto.

¿Realmente funcionan las aplicaciones y juegos de gimnasia cerebral?

De hecho lamentamos decirte que algunos de estos juegos realmente no ejercitan tu cerebro.

O más bien ejercitan una parte tan específica y de forma tan momentánea que no tienen beneficios reales a largo plazo y no puedes utilizarlos en otras áreas de tu vida ni en la realidad.

Para ejercitar tu cerebro de verdad, lo mejor es hacerlo con actividades aplicadas y útiles, porque si te limitas a hacerlo en un nivel abstracto, pero no mediante la persecución de objetivos concretos, estás perdiendo gran parte del punto de poner a trabajar a tu mente.

Así que en lugar de pasar horas pegado a la pantalla de tu teléfono con aplicaciones que, sin duda, son divertidas pero no integrales, inviértelas en actividades que te lleven a obtener resultados tangibles como los que te mencionares a continuación.

Conclusión

Al final del día, los mejores ejercicios cerebrales y para la memoria son justamente aquellos que te ayudan a mejorar en tareas cotidianas.

Olvidar detalles importantes, ser incapaces de concentrarnos en los números o perder el hilo de las conversaciones son deficiencias que nos afectan y con frecuencia nos meten en problemas.

Tu cerebro es una herramienta poderosa. De hecho, es la estructura más compleja de todo el universo conocido. Pero también puede volverse perezoso si no lo ejercitas. Al final de cuentas es un músculo que hay que trabajar para fortalecerlo.

Dale a tu mente la importancia que se merece y mantenla activa, motivada y alerta.

¿Cuál el mejor ejercicio que conoces para la memoria? Te invitamos a que nos dejes tus comentarios y compartas este artículo con todos tus contactos.

 

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