Mejores pastillas y medicamentos para la ansiedad

 

Todos experimentamos ansiedad, en mayor o menor medida, en algún momento de nuestras vidas. La mayoría de las veces es manejable y desaparece por sí misma, pero en algunos casos, puede ser tan intensa o crónica que interfiere en nuestra calidad de vida.

En estos casos, lo que se padece es un desorden de ansiedad, que requiere de una combinación de sicoterapia y medicación para curarse.

Los medicamentos contra la ansiedad no solucionan el problema de raíz, pero ayudan a controlar los síntomas más graves, para que el individuo sea funcional y se sienta con mejor disposición para el tratamiento psicológico.

Existen muchos ansiolíticos en el mercado, pero jamás debes autorecetarte. Además, solo tu médico puede determinar si los necesitas y cuál es la mejor opción para ti.

En este artículo revisaremos los medicamentos más comunes para la ansiedad, que se recetan actualmente:

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Benzodiacepinas

Las benzodiacepinas son sedantes que ayudan a relajar tus músculos y emociones. Su mecanismo de acción incrementa los efectos de ciertos neurotransmisores del bienestar.

Generalmente, se recetan para tratamientos a corto plazo, ya que pueden causar adicción sicológica y problemas de memoria, concentración y balance, así como somnolencia.

En casos severos de desorden de pánico, el uso de benzodiacepinas puede extenderse hasta por un año, pero es muy importante combinar el tratamiento con atención sicológica adecuada.

Tienen un efecto positivo en muchos desórdenes por ansiedad, incluyendo ataques de pánico, trastorno de ansiedad generalizada y desorden de ansiedad social.

Algunos tipos de benzodiacepinas y sus nombres comerciales son:

  • Clonazepam (Klonopin).
  • Alprazolam (Xanax).
  • Diazepam (Valium).
  • Lorazepam (Ativan).

Buspirona

La buspirona es un fármaco para tratar desórdenes agudos y crónicos de ansiedad. En realidad, aun no se comprende cómo funciona en el organismo, pero se cree que afecta los químicos en el cerebro que regulan el estado de ánimo.

Una de las desventajas de la buspirona es que puede tardar varias semanas en hacer efecto, y tiene efectos secundarios como mareos, dolores de cabeza y náuseas.

Antidepresivos

Los antidepresivos son drogas que afectan la química de los neurotransmisores y pueden utilizarse para tratar algunos desórdenes de ansiedad, aunque normalmente necesitan tomarse más de un mes para ver sus efectos.

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Los antidepresivos más comunes son:

Inhibidores Selectivos De Recaptación De Serotonina

Su mecanismo de acción incrementa los niveles de serotonina en el cerebro, un químico que regula el estado de ánimo, el deseo sexual, el sueño, el apetito y la memoria.

Los inhibidores de recaptación serotoninérgica se recetan en dosis que se incrementan de manera gradual.

Los más comerciales son fluoxetina, paroxetina y sertralina. Tienen efectos secundarios que incluyen náusea, boca seca, debilidad, mareos, somnolencia, disfunción sexual y diarrea, pero en la mayoría de los pacientes son muy leves o inexistentes.

Antidepresivos Tricíclicos

Los antidepresivos tricíclicos funcionan bien para la mayor parte de los desórdenes de ansiedad, excepto el trastorno obsesivo compulsivo. Son drogas más viejas que los inhibidores de recaptación serotoninérgica y ya no se utilizan como antes.

Los más comunes son la clomipramina y la imipramina, y entre sus efectos secundarios destacan mareos, somnolencia, falta de energía y boca seca que pueden ser leves o moderados.

Algunas veces, provocan visión borrosa, aumento de peso y trastornos digestivos.

Inhibidores De La Monoamina Oxidasa 

Son muy utilizados para las fobias y el trastorno de ansiedad social, aunque hasta el momento no se conoce su mecanismo de acción.

Funcionan incrementando la disponibilidad de los neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, pero causan bastantes efectos secundarios e implican ciertas restricciones alimenticias.

Por ejemplo, se prohíbe el consumo de queso, vino tinto, pastillas anticonceptivas, paracetamol, ibuprofeno, loratadina y suplementos herbales.

Esto debido a que, al combinarlos con los inhibidores de monoamina oxidasa, pueden incrementar la presión sanguínea de forma peligrosa y generar otros riesgos para la salud.

Los más comunes son la isocarboxacida, felnezina, selegilina y tranilcipromina.

Betabloqueadores

Los betabloqueadores son drogas para la depresión, condiciones cardiacas y algunos síntomas físicos de la ansiedad, especialmente los relacionados con la ansiedad social.

Son útiles para controlar la respuesta de la ansiedad en situaciones estresantes que no podemos evadir, como entrevistas de trabajo o eventos importantes.

¿Cuál Es El Mejor Tratamiento Para La Ansiedad?

No todos los trastornos de ansiedad son iguales. Algunos son agudos y desaparecen en algunas semanas, y otros son crónicos y pueden acompañar a un paciente toda su vida.

La ansiedad no se expresa de la misma manera en todas las personas, por lo que el tratamiento adecuado dependerá de varios factores individuales.

Tu médico debe señalarte los posibles efectos secundarios del fármaco, cómo se modificará la dosis con el tiempo y cuánto tiempo lo consumirás.

Sin embargo, sin importar el tipo de drogas, un factor común a todos los tratamientos de la ansiedad, es que deben combinarse con atención sicológica que permita al paciente entender el problema y aprender técnicas naturales de relajación.

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La Importancia De La Sicoterapia Para La Ansiedad

La terapia cognitivo conductual es la variante más común para ayudar a las personas a superar los desórdenes de ansiedad, porque ayuda a controlar y cambiar los patrones cognitivos y las conductas que causan la ansiedad.

Una de sus múltiples ventajas es que está diseñada para ser una intervención breve que en diez o veinte visitas genera cambios positivos considerables en el paciente.

Durante las sesiones, el terapeuta entrena al paciente para tomar el control de sus pensamientos y evitar sobredimensionar los problemas, así como reemplazar los pensamientos negativos por otros que lo ayuden a relajarse.

La terapia puede incluir técnicas de desensibilización para disminuir la reacción física ante cosas o situaciones que causen miedo.

Por ejemplo, un paciente obsesionado con eliminar gérmenes, puede recibir la indicación de no lavarse las manos después de abrir una puerta o tocar una superficie.

Gradualmente, el paciente comenzará a comprender que esos gérmenes difícilmente representan un riesgo real para su salud.

En conclusión, existen varios fármacos que pueden mejorar los síntomas del trastorno de ansiedad, pero deben consumirse bajo estricta supervisión médica y combinarse con terapia sicológica.

Nos encantaría recibir tus preguntas y aportaciones.

Hasta pronto.

 

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