Cómo vencer a La Pereza paso a paso – estrategias probadas

Lo has intentado miles de veces, realmente deseas ser más productivo, pero tu fuerza de voluntad te abandona poco después de iniciar una actividad.

En este artículo te enseñaremos a vencer a la pereza, para que finalmente termines todos tus proyectos.

Identifica Si Eres Perezoso

Muchas personas productivas se catalogan a sí mismas como perezosas, únicamente porque dedican parte de su tiempo libre a relajarse, o porque pretenden invertir en proyectos que siempre han querido hacer, pero que no inician jamás.

Todos sabemos que resulta sencillo hacer las cosas que nos gustan, porque hay una motivación interior que nos mantiene enfocados. Pero, cuando la actividad debe ejecutarse por obligación, es común que la apatía se apodere de ti.

Antes de intentar corregir tu pereza, debes dar un paso atrás e identificar cuál es tu problema real y así será más fácil combatir la flojera que te impide avanzar.

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Lo Que Dicen Los Especialistas

El psicólogo León F. Seltzer indicó que debemos eliminar de nuestro vocabulario la palabra perezoso.

Ya que al relacionarnos con ella, o definir nuestra personalidad como tal, contribuimos a afianzar esta clase de comportamientos, donde la ociosidad nos gana la batalla.

Seltzer explica que aunque carezcamos de autodisciplina o motivación, porque no existe una recompensa por la labor a ejecutar, disfrazar estas dificultades bajo el título de pereza, solo contribuye a que sea más difícil solucionarlas.

En conclusión, él manifiesta en su experiencia profesional, que catalogar a un individuo como perezoso, es una forma demasiado simplista para explicar este desgano en el comportamiento humano.

Desglosando Los Problemas Detrás De La Pereza

Si la pereza es una especie de maquillaje para enmascarar un inconveniente, es vital comenzar identificando cuál es nuestra preocupación o incomodidad real.

Puedes valerte de una hoja de papel y anotar cada actividad que realices durante una semana.

Una vez hecho esto, indica cuál fue la emoción que te embargó cuando desarrollabas cada labor, por ejemplo, analicemos las siguientes categorías:

Autodisciplina

Si tu agenda está repleta de actividades, pero no hiciste mucho para irte deshaciendo de ellas, es porque no eres disciplinado.

Las soluciones para tus trabas laborales, personales y sentimentales, implican la eliminación de distracciones, para lo cual tendrás que encontrar nuevas maneras de aumentar tu fuerza de voluntad.

Te Creas Expectativas Falsas

Si te estás esforzando por hacer las cosas bien, pero aún te consideras flojo. Tu molestia radica en que te estás exigiéndote demasiado.

Todos queremos alcanzar nuestros objetivos, pero no te olvides de disfrutar el proceso.

No Encuentras Suficiente Motivación

¿Estás dedicándole la mayor parte de tu tiempo a las actividades de descanso y de ocio? Tal vez descubras que tu incomodidad recae en la falta de motivación.

Si piensas constantemente que no sabes qué hacer con tu vida y además sientes depresión, pero de alguna forma siempre consigues que alguien más se ocupe de esas cosas. Es el momento en el que tendrás que reinventarte para solucionar tus debilidades.

Examínate y diseña plan efectivo.

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Valora Tu Trabajo

Una gran cantidad de personas ejecutan el mismo trabajo por años, sin sentirse a gusto. ¿Por qué lo hacen? La mayoría por mera sobrevivencia.

Odiamos la idea de ser juzgados y señalados como holgazanes. Por ello muchos se mantienen en sus puestos de trabajo, aun cuando no les guste.

A pesar de que no todos tenemos la suerte de disfrutar de un trabajo ideal, es nuestro deber aprender a valorar nuestras habilidades en dicha área.

Recuerda que si no toleras a tus compañeros de trabajo, porque en tu opinión son impertinentes, egocéntricos o muy negativos, el resto de tu trabajo no debe verse afectado por sus influencias.

De ti depende permitir que tus prioridades se centren en ellas, o bloquearlas de tu mente para enfocarte en lo valiosa que es tu labor para la institución, más allá de las críticas.

Por más que te moleste reconocerlo, los ambientes laborales no son perfectos. Pero si además tu actitud es de prejuicio y apatía ante las cosas importantes que puedes conseguir en ese puesto laboral, ¡nunca te sentirás feliz con lo que haces!

Un Ejemplo Real

Te cuento una gran lección de vida personal:

Hace años, cuando estudiaba, tuve que ocupar un cargo en el que nadie duraba más de tres meses. La razón: jefes déspotas y clientes insolentes.

No podía modificar su conducta, por lo que cambié mi forma de trabajar y me fijé como objetivo superar esos tres meses de prueba.

Sorprendentemente, no solo permanecí los tres meses sino que me ofrecieron la opción de permanecer como personal fijo y ascender a un puesto mucho más simple, donde no tenía que lidiar ni con los jefes ni con los clientes, lo cual me libraba de sus cambios de humor.

En tres meses escalé a otra posición en la empresa, sin sucumbir a la presión del cargo.

Cambia tu punto de vista, valora tu trabajo y tu vida se redireccionará.

Siendo Más Productivos

Si tu actitud es patética, ¡jamás llegarás a ser más productivo!

Para reajustar tu modo de pensar, sigue estos consejos:

Redacta Una Lista Con Los Beneficios

En todo trabajo hay algún beneficio, ¡debes creerme! Aunque lo dudes, realmente de todo se aprende. Y el aprendizaje ya es ganancia.

Tómate un minuto para observar de lo que te quejas constantemente y escribe en tu lista al menos tres beneficios por esa labor.

O mejor aún, si es tan difícil hablar bien de tu trabajo, piensa en tres cosas consecuencias negativas si no tuvieras dicho trabajo.

Por ejemplo ¿podrías cubrir tus gastos?, ¿conversarías con tus amigos si renuncias a tu cargo?, ¿el dinero te alcanzaría para tus vacaciones?

Recuerda Los Momentos En Que Te Regocijas En Tu Empleo

A menos que estés afrontando problemas emocionales que ameriten terapia psicológica, puede haber momentos en los que realmente disfrutes de tu trabajo.

Cuando esto suceda, haz una pausa y regocíjate de la sensación de satisfacción que experimentas.

Dicha emoción te fortalecerá en los momentos donde tu ánimo decae o pasas por una etapa de frustración.

¿Qué Es Para Ti Trabajar?

Supongamos que respondiste:

  • Es algo aburrido.
  • Totalmente insoportable.
  • Me hace sentir miserable.

¡Es hora de modificar tus pensamientos por unos más alentadores!

Si te sientes como un fracasado, eso es lo único que conseguirás. Pero si sonríes más, aprendes de cada fracaso y luchas contra la negatividad, tus tareas se harán mucho más simples.

Interrumpe Tus Malos Hábitos

Si lo primero que haces, cuando vuelves a tu casa, es lanzarte sobre la cama, encender la televisión y consumir comida chatarra, mientras te trasnochas viendo películas, solo estás llevando tu improductividad a tus momentos de ocio.

Lo mismo sucede si los fines de semana únicamente revisas las publicaciones del Facebook de tus contactos para criticar cómo les va en la vida.

¡Estás perdiendo un tiempo valioso que deberías dedicarte a ti mismo!

Para interrumpir con este ciclo, debes cambiar tu rutina.

Si de manera automática te diriges noche a noche al sofá o a la cama, cambia la ubicación de tus muebles y saca el televisor de tu habitación.

Si eres adicto a las redes sociales, desinstala esta aplicación de tu teléfono por un mes y ve los resultados.

Tu mente puede iniciar un nuevo hábito si interrumpes los factores que nutren tu holgazanería. Elige hábitos más sanos.

Crea Nuevos Comportamientos

Las personas que padecen de flojera, pasan mucho tiempo hablando de intenciones ilusorias que jamás concretan. De ahí el refrán español: El infierno está lleno de buenas intenciones y el cielo de buenas obras.

Todo el tiempo surgen frases como voy a hacerlo mañana, en este momento no tengo ánimo para nada, prefiero dormir un poco más.

Y la verdad es que jamás mueven un dedo para hacer lo que tanto profesan.

¿Qué Sucede Luego? 

Si crees que tus hábitos son demasiado ambiciosos, reajústalos para hacerlos más creíbles para ti mismo.

Da pequeños pasos, como limpiar tu habitación, terminar tus tareas a tiempo, sacar la basura y arreglar tu jardín, y prémiate con cada logro.

A medida que te acostumbras al cambio, las siguientes tareas se te harán menos tediosas.

¿Qué hacer después?

Cuando consigues erradicar la pereza de tu vida, tu voluntad, optimismo y oportunidades dan un giro positivo.

Pero recuerda algo muy importante, la pereza funciona como las adicciones, cuando las crees superadas, puedes recaer.

Sé realista, si crees que tu fuerza de voluntad está recayendo, busca ayuda profesional.

Está bien fallar de vez en cuando, pero no vuelvas a permitir que la pereza sea parte de tu personalidad.

No olvides compartir esta información en tus redes sociales.

Que estés muy bien.

 

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