Enfermedad de la vesícula biliar: tipos, diagnóstico y tratamiento

 

La vesícula biliar es un órgano en forma de bolsa, similar a una pera de alrededor de 10 cm. Se encuentra localizada en la superficie inferior del hígado y tiene como función principal el almacenamiento de la bilis.

La bilis es un líquido que produce el hígado para auxiliar a la digestión y la absorción de las grasas.

A medida que el estómago y los intestinos van realizando la digestión, la vesícula libera la bilis a través del colédoco, que es un tubo que conecta a la vesícula y el hígado con el intestino delgado.

Las enfermedades de la vesícula biliar, en su mayoría, son causadas por inflamación.

Lee nuestra guía sobre todo lo que necesitas saber sobre la vesícula billar

Tipos De Enfermedades De La Vesícula Biliar

El buen funcionamiento de la vesícula biliar puede verse afectado por algunas enfermedades que pueden requerir de su extirpación, por ejemplo:

  • Cálculos biliares.
  • Colecistitis aguda y crónica.
  • Coledocolitiasis.
  • Pólipos.
  • Absceso de la vesícula biliar.
  • Disquinesia biliar.
  • Gangrena de la vesícula biliar.
  • Colangitis esclerosante.
  • Enfermedad de la vesícula biliar acalculosa.
  • Cáncer.

Cálculos Biliares

Los cálculos de la vesícula o colelitiasis, surgen cuando ocurre un desequilibrio del agua y las sustancias presentes en la bilis, como el colesterol y los pigmentos biliares, las cuales hacen que la bilis se sature, produciéndose la precipitación que forma los cálculos.

Dichos cálculos pueden obstruir la vía biliar principal y su número, forma, color y tamaño son muy variables. Pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf.

También se pueden formar cálculos biliares cuando no hay un vaciado completo de la vesícula o no se da con la frecuencia necesaria.

La prevalencia de la colelitiasis es variable, casi el 80 % de los portadores son asintomáticos y, por lo tanto, no diagnosticados.

Cualquier persona puede tener piedras en la vesícula, pero algunas tienen mayores posibilidades:

  • Las mujeres tienen tres veces más probabilidades de formar cálculos, que los hombres.
  • Personas con diabetes, cirrosis, enfermedad de Crohn, anemia falciforme y úlcera péptica.
  • Personas obesas, aunque los delgados pueden tener cálculos, la probabilidad aumenta con el sobrepeso.
  • Embarazadas y mujeres con terapia de reposición hormonal, ya que los excesos de estrógeno aumentan la saturación de la bilis.
  • Individuos con historial genético de familiares con cálculos.
  • Quienes tienen una pérdida acelerada de peso por dietas muy bajas en calorías o después de someterse a una cirugía bariátrica.
  • Pacientes con cirugías gástricas para tratamiento de cáncer, ulceras, etc.
  • Tener más de 40 años de edad.

Lee nuestra guía sobre los síntomas de cálculos renales

Colecistitis

La colecistitis es el tipo más común y se presenta como una inflamación aguda o crónica de la vesícula biliar.

Normalmente ocurre después de una obstrucción de la vesícula por causa de los cálculos, llevando a una infección bacteriana de la bilis que se encuentra retenida en la vesícula.

Colecistitis aguda

La forma aguda es ocasionada por cálculos que pueden inflamar las paredes de la vesícula, lo cual irrita las terminaciones nerviosas y provoca una sensibilidad muy dolorosa.

También puede deberse a tumores u otros problemas de salud.

Los dolores pueden ser muy intensos y surgen en forma de cólicos que aparecen después de comer, se sienten en la zona derecha superior y pueden irradiarse hacia el omóplato.

Los gases se concentran en el intestino y el abdomen, el cual se distiende y se vuelve doloroso.

En los casos más serios, se puede producir fiebre, náuseas, vómitos e ictericia.

Debido a que la bilis no puede seguir su curso normal, se derrama hacia la sangre, ocasionando:

  • Ojos y piel amarillentos (ictericia).
  • Heces claras (acolia).
  • Orina oscura (coluria), por estar cargada de sales biliares.

Colecistitis crónica

Es ocasionada por ataques repetitivos de colecistitis aguda, donde la vesícula puede disminuir de tamaño y limitar su capacidad de almacenamiento de bilis, así como su liberación.

En general, aparece cuando la persona que sufre colecistitis consume alimentos grasosos, frituras y alcohol de manera exagerada.

Puede producir náuseas, falta de apetito, mala digestión y vómitos.

Muchas veces, la solución es el tratamiento quirúrgico.

Coledocolitiasis

La coledocolitiasis es la presencia de cálculos en el cuello de la vesícula y en el interior del colédoco. Tal obstrucción no permite que la bilis salga, inflamando la vesícula biliar.

Su principal síntoma es la ictericia, puede haber oscurecimiento de la orina, heces blanquecinas, fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos y dolor fuerte en la región superior derecha del abdomen.

Pólipos De La Vesícula Biliar

Los pólipos vesiculares ocurren cuando hay una lesión o crecimiento, que se proyecta de la pared de la vesícula hacia su interior. Pueden ser benignos o malignos.

Los benignos se clasifican en:

  • Seudotumores (pólipos de colesterol, inflamatorios, hiperplasia).
  • Tumores epiteliales (adenomas).
  • Tumores mesenquimatosos (fibroma, lipoma, hemangioma).

Normalmente no presentan síntomas y su diagnóstico se ha incrementado mucho, debido a la utilización de la ultrasonografía abdominal.

Habitualmente, los pólipos con más de 1 cm de diámetro, son removidos quirúrgicamente, debido al riesgo de malignización.

Absceso De La Vesícula Biliar

Cuando hay inflamación de la vesícula con pus, se forma un absceso muy doloroso.

Esto ocurre cuando en la colecistitis aguda bloquea por completo la vesícula biliar.

Es más frecuente en pacientes diabéticos o con problemas del corazón.

Los principales síntomas son dolor abdominal en el lado superior derecho, fiebre y escalofríos.

Disquinesia Biliar

Cuando la pared de la vesícula no actúa de forma correcta y no tiene  suficiente fuerza para vaciar la bilis, entonces ocurre una disquinesia biliar, es decir, no hay un movimiento sincrónico entre la vesícula y el esfínter de Oddi.

El esfínter de Oddi es un músculo que rodea la salida de los conductos biliar y pancreático hacia el duodeno. Su principal función es controlar la salida de la bilis, en respuesta a la ingesta de comida.

Esto se origina por algún proceso inflamatorio de la vesícula y puede producir dolor abdominal, náuseas, inflamación e indigestión, normalmente después de una comida grasosa.

No está relacionada con la presencia de cálculos en la vesícula.

Para la realización del diagnóstico, el médico puede recomendar una gammagrafía hepatobiliar (HIDA), la cual evalúa el funcionamiento vesicular.

Si el resultado de la prueba señala que la vesícula puede liberar un máximo de 40 % de la bilis, entonces el diagnóstico será positivo para disquinesia biliar.

Gangrena De La Vesícula Biliar

La gangrena de la vesícula se puede desarrollar cuando deja de funcionar, debido al flujo inadecuado de sangre, causado por infecciones, lesiones, diabetes, cirugía o enfermedades circulatorias.

Es una de las complicaciones de la colecistitis aguda y sus síntomas pueden incluir dolor en la región de la vesícula, fiebre, náuseas, gases, desorientación y presión arterial baja.

Los factores de riesgo que pueden producir gangrena de la vesícula biliar son:

  • Ser mayor de 45 años de edad.
  • Sexo masculino.
  • Ser diabético.

Colangitis Esclerosante

Es una enfermedad rara que compromete al hígado, debido a que se estrechan los canales por donde pasa la bilis.

Por un proceso desconocido, ocurre la inflamación de los canales de la bilis, dentro y fuera del hígado.

Con el tiempo, la inflamación forma cicatrices que obstruyen los canales y hacen que la bilis se acumule en el hígado, ocasionando cirrosis e hipertensión portal, mucho más rápido que la hepatitis.

Además, el riesgo de cáncer de las vías biliares es mucho más elevado.

Esta enfermedad se presenta en mayor proporción en el sexo masculino.

Los síntomas al inicio de la enfermedad pueden no presentarse, pero cuando se manifiestan incluyen:

  • Diarrea.
  • Dolores abdominales.
  • Pérdida de peso.
  • Sangre o moco en las heces.
  • Fiebre.
  • Ictericia.
  • Ardor.

Un elevado porcentaje de los portadores de la colangitis esclerosante también presentan colitis ulcerativa y, en un porcentaje menor, enfermedad de Crohn. Por otro lado, estos pacientes tienen mayor riesgo de cáncer de hígado.

El control de los síntomas puede hacerse con remedios que suprimen el sistema inmune y descomponen la bilis espesa.

La única forma de curar la enfermedad es por medio del trasplante de hígado.

Enfermedad De La Vesícula Biliar Acalculosa

También conocida como colecistitis aguda acalculosa, es una inflamación aguda de la vesícula biliar con ausencia de piedras o cálculos.

Los síntomas son semejantes a la colecistitis aguda en presencia de cálculos y los principales factores de riesgo son:

  • Haberse sometido a grandes cirugías.
  • Infecciones muy graves.
  • Quemaduras o traumatismos extensos.
  • Diabetes.
  • Cáncer.
  • Enfermedades autoinmunes como lupus.
  • Recibir alimentación vía endovenosa.
  • Trasplante de médula.
  • Vasculitis.
  • SIDA.
  • Insuficiencia cardiaca grave.

Cáncer De La Vesícula Biliar

El cáncer de la vesícula biliar es un problema poco común y grave que afecta a la vesícula, pudiendo diseminarse desde el interior hacia las paredes externas, posteriormente al hígado, ganglios linfáticos y otros órganos.

Los síntomas pueden ser parecidos a la colecistitis aguda, pero normalmente no provoca síntomas y por eso, en muchos casos, se diagnostica en fases muy avanzadas, cuando ya pueden estar afectados otros órganos.

Es un cáncer que tiene cura cuando su tratamiento se inicia precozmente con cirugía, radioterapia o quimioterapia.

Cómo Se Realiza El Diagnóstico De La Enfermedad De La Vesícula Biliar

El diagnóstico de problemas en la vesícula se hace por medio de la revisión de la historia clínica del paciente y un examen físico general.

Para la historia clínica completa, el médico realizará un listado con todos los síntomas y preguntará sobre los antecedentes familiares.

El examen físico incluirá la maniobra del signo de Murphy, que consiste en provocar dolor por medio de la palpación de la vesícula biliar, durante una inspiración profunda. Si la reacción es un dolor fuerte, entonces se podrá sospechar de una enfermedad vesicular.

Una vez determinada esta posibilidad, el médico indicará una serie de análisis para hacer el diagnóstico preciso, incluyendo:

Exámenes De Laboratorio Completos

Para verificar el número de glóbulos blancos y si existe función hepática anómala.

Radiografía De Abdomen

Para ver si hay piedras con calcio, característica de la colecistitis sintomática.

Radiografía De Tórax

Para detectar neumonía o pleuresía.

Aunque las radiografías no son buenas para identificar enfermedad vesicular, sirven para descartar causas del dolor ajenas a los cálculos de vesícula o hígado.

Ultrasonido Abdominal

Es uno de los mejores métodos para diagnosticar la enfermedad de la vesícula, ya que detecta cálculos, pólipos, alteraciones en las paredes de la vesícula y problemas hepáticos.

Gammagrafía Hepatobiliar (HIDA)

Permite realizar un examen profundo de los conductos biliares y evaluar, por medio de contraste, el funcionamiento de la vesícula.

Se utiliza cuando el ultrasonido no arroja resultados relacionados con los síntomas.

La prueba se efectúa inyectando una sustancia radioactiva inocua por vía endovenosa, que permite observar su movimiento por la vesícula y puede utilizarse otro fármaco para liberar la bilis.

Colangio Resonancia O Ultrasonido Endoscópico

Es un test que requiere de la inserción de una cámara flexible por la boca, que se dirige hacia el intestino delgado que, junto con la inyección de un contraste, muestra los conductos biliares, por medio de una radiografía.

Si existe algún cálculo que esté bloqueando las vías, podrá ser eliminado con esta prueba.

Diversos Análisis De Imagen

Como pueden ser resonancia magnética computadorizada o tomografía.

 

¿Cómo Se Trata La Enfermedad De La Vesícula Biliar?

Los tratamientos pueden ser clínicos o modificando en el estilo de vida del paciente:  

Tratamiento Clínico

Inicialmente, para la inflamación de la vesícula, se recomiendan analgésicos. Cuando los dolores son muy fuertes, el médico prescribirá fármacos, por medio de receta médica, con codeína o hidrocodona, antinflamatorios intravenosos o hasta morfina.

Para  los medicamentos sin receta, como el ibuprofeno o naproxeno, no se recomienda su uso frecuente, ya que pueden producir náuseas y vómitos. Además, si se presenta deshidratación, estos antinflamatorios pueden producir problemas graves renales.

La Ezetimiba, juega un papel importante en el control de la formación de cálculos biliares de colesterol, ya que puede alterar la forma en la que se absorbe el colesterol a nivel del tracto gastrointestinal.

Se piensa que podría disminuir el contenido de colesterol en la bilis, revirtiendo la tendencia a formar cálculos.

Ten presente que solamente el médico puede indicar el medicamento adecuado para tu caso particular, así como la dosis y el tiempo de tratamiento.

Siga al pie de la letra la prescripción del especialista y nunca te automediques ni interrumpas el tratamiento sin autorización médica.

Procedimiento Quirúrgico

Cuando han tenido varios episodios inflamatorios de la vesícula o cuando está cargada de cálculos, la cirugía es el método más acertado.

Los métodos quirúrgicos son:

Incisión abdominal

Donde el cirujano realiza una incisión por debajo de las costillas, del lado derecho del abdomen, para luego remover la vesícula. Si no hay ninguna complicación, se dará la alta clínica tres días después de la cirugía.

Laparoscopia

Es la cirugía más utilizada, ya que es un procedimiento menos invasivo, de recuperación fácil y rápida. Se puede dar de alta al paciente 24 horas después del procedimiento, siempre y cuando no exista alguna complicación.

La laparoscopia se realiza por medio de 3 o 4 incisiones pequeñas en el abdomen, por las que se introducen una cámara y los instrumentos para la remoción de la vesícula. El paciente sentirá menos dolor luego de la operación y tendrá menos cicatrices.

Cualquiera de estos procedimientos puede presentar episodios de diarrea, que duran pocas semanas, pero en caso de que se mantenga por más de 15 días, se debe consultar con el médico para tomar las medidas necesarias.

Lee nuestra guía sobre la operación de vesícula por Laparoscopia

Cambios En El Estilo De Vida

Los malos hábitos pueden aumentar los riesgos de formación de cálculos biliares y del aparecimiento de otras dolencias relacionadas con la vesícula biliar, por lo tanto, se debe evitar lo siguiente:

  • Diabetes fuera de control, incrementa la probabilidad de formar cálculos biliares.
  • Alta ingesta calórica.
  • Consumo de poca cantidad de fibra.
  • Obesidad, que produce mayor secreción biliar de colesterol.
  • Perdida rápida de peso, produce una mayor secreción biliar de colesterol y aumento de liberación de mucina y calcio.
  • Consumo de carbohidratos refinados como azúcar y harinas.
  • Sedentarismo.
  • Ayuno prolongado, que reduce los movimientos de la vesícula.
  • Consumo de alcohol.
  • Tabaquismo.

 

Complicaciones A Largo Plazo Producidas Por La Enfermedad De La Vesícula Biliar

Una complicación que se puede presentar por la inflamación crónica de la vesícula con cálculos biliares, es la formación de una fistula entre la vesícula y el intestino.

Otras complicaciones son:

  • Obstrucción intestinal.
  • Inflamación y cicatrización de la vesícula.
  • Perforación de la vesícula.
  • Peritonitis, por contaminación abdominal con bacterias.
  • Aparición de tumor maligno.

 

Prevención De La Enfermedad De La Vesícula Biliar

Si se presenta algún síntoma vesicular, debe ser tratado a tiempo para evitar complicaciones importantes. Es así, que la primera recomendación es acudir al médico al menor síntoma.

Existen factores de riesgo como la edad y el sexo, que no pueden cambiarse, pero puedes enfocarte en la prevención, siguiendo algunas medidas:

  • Consumir alimentos ricos en fibra.
  • Comer nueces variadas y vegetales.
  • Ingerir alimentos ricos en vitamina C.
  • Consumir grasas saludables, pescados ricos en omega 3 y aceite de oliva.
  • Incluir en la dieta granos integrales.
  • El uso de estatinas (medicamentos para disminuir colesterol LDL), está asociado a un menor riesgo de padecer de enfermedad vesicular.

Que estés muy bien.

Nos vemos.

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