Trastornos alimenticios: síntomas, signos, causas, tipos y tratamiento

Según la Organización Nacional Americana de Trastornos Alimenticios, al menos diez de cada cien mujeres  y tres de cada cien varones desarrollarán algún tipo de trastorno alimenticio durante sus vidas.

Estos pueden desarrollarse en cualquier persona pero sobre todo en adolescentes y mujeres jóvenes.

Los trastornos alimenticios representan un problema de salud preocupante por las muertes que han provocado, de hecho, son la causa más alta de mortandad en mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años en países de primer mundo.

Repasemos sobre ellos. Qué los causa, cómo se identifican y sus tratamientos.

¿Qué son los Trastorno Alimenticios?

El término, trastorno alimenticio, describe condiciones y padecimientos caracterizados por irregulares hábitos de comer y una preocupación exagerada por el peso o la forma del cuerpo.

Los trastornos conllevan a una muy pobre o excesiva ingesta de alimentos y a conductas de compensación poco saludables como el vómito o consumo de laxantes para provocar diarrea.

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¿Cuáles son los trastornos alimenticios más comunes?

La anorexia nerviosa y la bulimia son consideradas los dos trastornos alimenticios más frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes.

El trastorno por atracón, condición que se manifiesta sin ataques compulsivos de bulimia y que afecta al 2 % de la población mundial, es el tercero más común.

Los desórdenes alimenticios se desarrollan con más frecuencia en la adolescencia, porque esta es una etapa de vulnerabilidad en nuestra identidad y en la manera en cómo nos vemos.

¿Qué enfermedades están relacionadas a los trastornos alimenticios?

Es normal para la ciencia que los trastornos de la conducta alimentaria coexistan o sean consecuencia directa de otras condiciones emocionales, como la ansiedad, depresión o el abuso de sustancias.

Son enfermedades que demandan tratamiento integral para que el paciente recupere su condición física y emocional. Si no, las consecuencias pueden ser fatales.

Entre más joven sea una persona en desarrollar un trastorno alimenticio, mayores serán las posibilidades de secuelas permanentes como bajo peso crónico, miedo patológico a engordar y fragilidad en los huesos por descalcificación.

Los 3 Principales tipos de desórdenes alimenticios

Aunque se conocen otros, los siguientes son los desórdenes alimenticios más atendidos.

1. Anorexia nerviosa

Pese a estar en un bajo y peligroso peso, las personas con anorexia nerviosa tienen un miedo patológico a engordar. Se niegan a mantener un índice de masa corporal saludable y su percepción sobre sí mismos está muy distorsionada.

Una persona con este trastorno de origen neurótico siente que está gorda aunque no lo esté y por ello limita hasta el extremo la cantidad de calorías que ingiere.

Algunos hombres y mujeres con la condición prefieren basar sus comidas con líquidos sin calorías, como el refresco dietético, café o el té sin azúcar.

¿Cómo empieza la anorexia?

La anorexia sigue un patrón de avance progresivo. No es raro que una adolescente que decidió ponerse en forma termine perdiendo la noción de la realidad sobre su cuerpo y peso, agudizando la restricción calórica y el ejercicio.

Efectos de la anorexia en el cuerpo

Sus efectos son mortales.

La drástica disminución de peso sumado al escaso ingreso de nutrientes esenciales para sostener las funciones metabólicas, provoca que los anoréxicos estén en riesgo constante de fallas cardíacas y desvanecimientos.

Los órganos pueden comenzar a fallar, el esqueleto se descalcifica y el ciclo reproductivo se altera hasta la infertilidad.

Lee nuestra guía sobre la anorexia nerviosa: Causas, consecuencias, síntomas y tratamiento

2. Bulimia nerviosa

Desorden caracterizado por un repetido y descontrolado consumo de alimentos, acompañado de una sensación de pérdida de control y hambre excesiva.

El resultado de esta exagerada ingesta son sentimientos de culpa y asco y con ello la necesidad de sacar del cuerpo toda esa comida con el vómito o la diarrea inducida con laxantes.

¿Cómo empieza la bulimia?

Al igual que la anorexia nerviosa, los adolescentes son los más propensos a desarrollar bulimia.

Lo que determinará si el trastorno tomará esta forma, de anorexia o de ambas, es la personalidad y el entorno social y familiar de cada individuo.

La persona bulímica podría inducir al vómito para no engordar aunque coma normalmente. Es frecuente que esta condición se combine con la anorexia y con el trastorno por atracón.

Los bulímicos se purgan en secreto.

Efectos de la bulimia en el cuerpo

Son similares a los efectos de la anorexia. Se diferencian de esta porque se somete al sistema digestivo con diarrea o vómito constantes.

Otras consecuencias son úlceras estomacales, deshidratación severa, desequilibrio en los electrolitos y mal aliento. No se descartan tipos de cáncer en el tracto digestivo.

Lee nuestra guía sobre los síntomas de la bulimia

3. Trastorno por atracón

Los individuos con este trastorno pierden el control al comer y terminan ingresando al cuerpo gran cantidad de alimentos en pocos bocados.

A diferencia de la bulimia nerviosa, estos episodios no están acompañados de purgas a través del vómito o la diarrea, de dejar de comer o realizar mucho ejercicio.

¿Cómo empieza el trastorno por atracón?

El trastorno por atracón no afecta principalmente a las adolescentes. Ocurre a cualquier edad.

Las personas ansiosas, deprimidas o con problemas de impulsividad, están más expuestas a desarrollar esta condición.

Efectos del trastorno por atracón en el cuerpo

Este trastorno conlleva a la ganancia de peso pues no hay una conducta compensatoria a la ingesta excesiva de calorías.

El sobrepeso aumenta el riesgo de sufrir condiciones cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer.

Las mujeres con este trastorno de la conducta alimentaria también experimentan sensación de culpa, depresión y vergüenza, relacionadas con sus hábitos alimenticios.

Relación de la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón

Los trastornos alimenticios descritos tienen una relación estrecha entre sí.

Por ejemplo, un individuo puede sufrir los tres trastornos en su vida. Trastorno por atracón en la infancia y adolescencia temprana, condición que podría convertirse en una bulimia con progresión hacia la anorexia en la edad adulta.

Personas que padecieron bulimia logran limitar las conductas compensatorias dañinas, sin evitar los atracones, por ejemplo.

Causas de los desórdenes alimenticios

Aunque la ciencia aún no precisa la causa de los desórdenes alimenticios, vincula factores de riesgo de orden biológico, psicológico y ambiental, que contribuyen al desarrollo de este tipo de enfermedades.

Factores biológicos de riesgo

Aunque se considera que los factores biológicos son los que menos inciden en el desarrollo de un trastorno alimenticio, no deben ser ignorados porque podrían determinar la diferencia entre la manifestación o no de la enfermedad. Estos son:

  • Genética
  • Complexión
  • Metabolismo
  • Desórdenes hormonales
  • Deficiencias nutricionales

Factores psicológicos de riesgo

Considerados junto a los factores sociales como los de más peso al momento de desarrolla un trastorno alimenticio. Incluyen autoimagen negativa, falta de autoestima, ansiedad y tendencia a la depresión.

Factores ambientales de riesgo

El valor que tiene el físico en la sociedad occidental parece ser lo que seduce a las adolescentes a una dinámica alimenticia enfermiza y a perder la objetividad de su peso y cuerpo. Estos son:

  • Dinámicas familiares disfuncionales
  • Presión social por ganar una figura esbelta
  • Traumas familiares e infantiles como abuso sexual
  • Cambios drásticos de vida y situaciones estresantes
  • Practicar ballet o gimnasia, disciplinas que promueva la pérdida de peso

Síntomas de un trastorno alimenticio

Un trastorno de la conducta alimentaria está acompañado de rasgos evidentes y no tan notorios, que permiten a los demás identificar problemas con la alimentación.

Entre estas señales hallamos:

  • Aislamiento social
  • Fluctuaciones constantes de peso
  • Períodos largos de ayuno y sobreingesta
  • Necesidad constante de hacer dieta y limitar la ingesta, aunque el índice de masa corporal sea normal o bajo
  • Desarrollar prácticas anormales como cortar la comida en pedazos pequeños, comer solo y/o esconder la comida
  • Obsesión con los alimentos o las recetas. Un individuo con anorexia puede cocinar platos muy elaborados para otros, sin probarlos
  • Constante depresión o episodios letárgicos por falta de nutrientes
  • Obsesión con las calorías y el contenido en grasas y azúcares de los alimentos

Cómo reconocer a un anoréxico

Las y los anoréxicos tratarán de minimizar la gravedad de su condición al asegurar que están bajo de peso porque quieren estar saludables, les gusta el ejercicio o han pasado a una dieta sin grasas animales y otros alimentos por posturas ideológicas. Es poco común que identifiquen y reconozcan que sufre de anorexia.

Las señales que amigos y familiares podrán notar son:

Pretextos para no comer

Una persona anoréxica tiene una lista de pretextos para no comer. Alguno de ellos:

  • Comerá luego
  • Ya comió afuera
  • No tiene hambre
  • Comió con los amigos

No se descarta que lleve la comida al cuarto y luego la bote.

Pese a estas excusas, hay una incongruencia notoria entre la rapidez con la que pierde peso y su insistencia en que no está modificando sus hábitos alimenticios.

Uso de prendas grandes

Los anoréxicos suelen usar ropa más grande a su talla para disimular su delgadez. Comienzan a hacerlo cuando sus amigos y familiares le hacen la observación.

Obsesión con su imagen

Las personas anoréxicas necesitan obsesivamente tener un registro de su figura. Para ello pasan horas frente al espejo o tomándose fotos.

No es raro que presuman sus huesos sobresalidos en las redes sociales como si fuera un logro. Como han perdido el sentido de la objetividad no se dan cuenta de que no son atractivos y que su cuerpo ha comenzado a ganar una forma enfermiza y preocupante.

Lee nuestra guía sobre los síntomas de la anorexia

Cómo reconocer a una persona bulímica

Las personas bulímicas evitan que los demás se enteren de sus vómitos o que se purgan después de comer, porque les da vergüenza. Sin embargo, estas conductas dejan señales visibles en el cuerpo y en la rutina.

Algunas pistas que delatarán a una persona bulímica son:

Se levantan de inmediato de la mesa y van directo al baño

Una persona bulímica intentará vomitar después de comer porque no quiere que su estómago comience a metabolizar y digerir la comida.

Posiblemente demoren más tiempo del normal en el baño o abran la llave del agua o regadera para disimular las arcadas. Una persona que acaba de vomitar tendrá los ojos llorosos y lucirá agitada.

Le salen pecas rojas en la mejilla

El vómito inducido, el reflejo muscular de las arcadas y la posición agachada, provocan la acumulación de sangre en el rostro. Cuando estas son muy violentas pueden romperse vasos sanguíneos en las mejillas y en la frente, que provocan minúsculos derrames que parecen pecas rojas o moradas.

Mal aliento

Los vómitos provocan que los jugos gástricos del estómago y la bilis dejen rastros en el esófago, garganta y en la boca, que no se eliminan fácilmente con el lavado de los dientes.

El vómito también deshidrata y tanto los jugos gástricos como la deshidratación provocan mal aliento.

Come mucho y no sube de peso

Si notas que alguien no gana kilos pese a comer mucho y muy frecuente, podría ser un hombre o una mujer que vomita lo que ingiere o se provoque diarrea.

Cómo reconocer a una persona con trastorno por atracón

Las personas con trastorno por atracón comen grandes cantidades de alimentos en pocos minutos, en episodios acompañados de ansiedad, sensación de pérdida de control y hambre insaciable.

Aunque quienes padecen esta condición suelen comer a escondidas por vergüenza, hay maneras de descubrir el padecimiento. Conozcámoslas.

Aumento de peso

Si hay cambios en los hábitos alimenticios de alguien y aun así comienza a subir de peso, posiblemente coma a escondidas.

Los alimentos desaparecen de la despensa

Las galletas o bolsas de papitas que desaparecen de la noche a la mañana son potenciales señales que advierten que un miembro de la familia, tiene ataques incontrolables de ansiedad por comer.

Aumento general de la sensación de hambre y antojos

El trastorno por atracón podría convertir a la comida en la única razón de vivir. Se trata de un círculo vicioso en el que el cerebro se vuelve adicto a los alimentos altos en calorías.

Tratamientos para los desórdenes alimenticios

Los tratamientos para los desórdenes alimenticios demandan un equipo multidisciplinario de expertos en medicina, nutrición y psicología, para que el paciente recupere la salud física, mental y emocional.

El tratamiento debe ser una combinación integral de intervenciones que ayuden al paciente a recuperar el sentido de la realidad y objetividad sobre su cuerpo, autoestima y peso ideal.

Normalmente, dos o más de las siguientes estrategias se seguirán para que un individuo supere un trastorno alimenticio.

Monitoreo y cuidado médico

La prioridad al tratar un desorden alimenticio será detener y contrarrestar sus consecuencias físicas, que pueden ser muy dañinas para el cuerpo. Estas incluyen descalcificación, falla de órganos vitales y paros cardíacos y respiratorios.

Nutrición

El objetivo es que el paciente se sienta cómodo con la cantidad de alimentos que necesita para mantenerse saludable. Esto se logra normalmente con un plan alimenticio estricto que comprenda todas las calorías necesarias.

Terapia psicológica

Pese a que los trastornos alimenticios se manifiestan en el cuerpo, es en la mente y en los sentimientos donde suelen estar sus causas.

El acompañamiento psicológico es igual de importante que el cuidado físico y la guía nutricional.

La terapia individual, familiar, de grupo, ocupacional y cognitivo conductual, servirá para ello.

El objetivo es que el paciente reconozca cuáles son las ideas falsas o traumas que están detrás de su enfermedad y que provocaron que la condición alcanzara niveles extremos. A partir de este reconocimiento se pueden realizar los cambios cognitivos, conductuales y emocionales, que se necesitan para volver a la normalidad.

Medicamentos

Los medicamentos más empleados en el tratamiento de la anorexia, bulimia y el trastorno por atracón, son aquellos que ayudan a disminuir la ansiedad y la depresión generalizada, frecuentes detonadores que agravan las conductas de restricción alimenticia, sobrealimentación y compensación.

¿El tratamiento varía dependiendo del trastorno?

Aunque algunas particularidades del tratamiento cambiarán dependiendo de cómo se exprese el trastorno, sobre todo las nutricionales, se entiende que por regla general la mayoría de los trastornos de conducta alimentaria están determinados por una combinación de causas biopsicosociales.

Aunque muchas veces la prioridad es sacar al paciente de un estado físico peligroso, el énfasis de la mayoría de los tratamientos, sin importar que se trate de anorexia, bulimia o trastorno por atracón, se focaliza en el factor psicológico para que el individuo pueda sanar de adentro hacia afuera.

Conclusión

La anorexia y la bulimia son más frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes. El trastorno por atracón puede afectar a ambos sexos y sin importar la edad.

La causa de estos trastornos normalmente es una combinación de factores de riesgo biológicos, psicológicos y sociales, que incluyen propensión a la ansiedad y una fuerte presión social respectiva al físico.

Sus consecuencias pueden ser mortales. Aunque la condición sea revertida, no se descarta que permanezcan fuertes secuelas físicas y psicológicas, como miedo permanente a engordar o la descalcificación del esqueleto por la falta de nutrientes.

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